Biblia online - Proverbios 29 - Reina Valera 1995

Capítulo 29

1El hombre que, al ser reprendido,se vuelve terco, de repente y sin remedioserá quebrantado.
2Cuando los justos dominan,el pueblo se alegra; cuando domina el malvado,el pueblo gime.
3El hombre que ama la sabiduríaalegra a su padre; el que frecuenta ramerasperderá los bienes.
4El rey que actúa con justiciaafirma el país; el que solo exige tributos, lo destruye.
5El hombre que lisonjea a su prójimo le tiende una red delante de sus pasos.
6En la transgresión del hombre maloestá su propia trampa, pero el justo canta con alegría.
7El justo está atentoa la causa de los pobres; el malvado no entiendeque eso es sabiduría.
8Los hombres escarnecedoresalborotan la ciudad; los sabios calman la ira.
9Si el hombre sabio disputa con el necio, sea que se enoje o que se ría,no tendrá reposo.
10Los hombres sanguinariosaborrecen al íntegro, pero los rectos procuran agradarle.
11El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua.
12Si un gobernante hace casoa la mentira, todos sus servidores serán malvados.
13El pobre y el usurero tienen en común que Jehová alumbra los ojos de ambos.
14Para siempre será firme el trono del rey que conforme a la verdadjuzga a los pobres.
15La vara y la corrección dan sabiduría, pero el muchacho consentidoaverg@uenza a su madre.
16Cuando los malvados son muchos,mucha es la transgresión; pero los justos verán la ruina de ellos.
17Corrige a tu hijo y te dará descanso, y dará alegría a tu alma.
18Cuando falta la profecía,el pueblo se desenfrena, pero el que guarda la Leyes bienaventurado.
19Al siervo no se le corrige con palabras, porque entiende, pero no hace caso.
20¿Has visto un hombre ligero de palabra? Pues más puede esperarse de un necio que de él.
21El siervo mimado desde la niñezpor su amo, a la postre será su heredero.
22El hombre iracundo provoca contiendas; el furioso, a menudo peca.
23La soberbia del hombrele acarrea humillación, pero al humilde de espíritulo sustenta la honra.
24El cómplice del ladrónse aborrece a sí mismo, pues oye la maldiciónpero no le denuncia.
25El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.
26Muchos buscan el favor del príncipe, pero de Jehová procede la justiciapara todos.
27Abominable es para los justosel hombre inicuo, y abominable es para el malvadoel de caminos rectos.

Copyright © 1995 by United Bible Societies (http://www.unitedbiblesocieties.org)

Ver en otras versiones:


N V IRV 1909RV 1960RV 1995B L AD H H