Estudio bíblico de Salmos 11-12

Salmos 11 y 12

Estimado oyente, llegamos al Salmo 11. Y como ya hemos indicado anteriormente, nos encontramos en una serie de Salmos que comenzó con el Salmo 9, y finaliza con el Salmo 15. El remanente judío durante el tiempo de la Gran Tribulación es presentado ante nosotros. Pensamos que es la interpretación fundamental de esta sección. Tiene un significado y un mensaje para el pueblo de Dios de todas las épocas, y esta aplicación práctica de estos Salmos es para usted, tanto como para mí, Estos Salmos pueden hablar a nuestros corazones, y esperamos que así sea en el día de hoy.

Debemos decir que los Salmos 9 y 10 son dos Salmos que se pertenecen entre sí. Hemos visto que en ambos se presenta al hombre de Satanás, aquel que hará su aparición durante el período de la Gran Tribulación, llamado el anticristo. Tenemos aquí un cuadro tremendo de este personaje. Una de las cosas que lo va a caracterizar es por supuesto, como vimos en nuestro programa anterior en el versículo 4, del Salmo 10, es que: El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios; no hay Dios en ninguno de sus pensamientos. El orgullo es lo que lo identificará y será un ateo.

En los días del rey David comenzaron a surgir por primera vez en la historia los ateos. En los tiempos más antiguos no había ateos porque los seres humanos se encontraban demasiado cerca de los orígenes de la revelación. Después de todo, Noé conoció a alguien que a su vez había conocido a Adán. Al estar las personas tan próximas a los tiempos de la creación, no presentaban tendencias a dudar de la existencia de Dios. Cuando se entregaron los Diez Mandamientos, no hubo ninguna de esas leyes que se refiriera al ateísmo. Sin embargo hubo dos mandamientos contra el politeísmo: el primero y el segundo, que se encuentran en Éxodo 20:3 y 4. El primero decía: No tendrás dioses ajenos delante de mí. Y el segundo, prohibía hacer ídolos ni figuras de lo que hay en el cielo o en la tierra. Y no hubo mandamientos contra el ateísmo porque no había ateos. Sin embargo, David se refirió al ateísmo en varias ocasiones. En resumen, el Anticristo se caracterizará por el ateísmo que profese, y por estar lleno de orgullo y jactancia.

Recordemos que en el Salmo 10:13, destacamos que aquel hombre malvado no solo no creerá en Dios, sino que también le despreciará. Claro que es contradictorio despreciar a alguien que no existe: aparentemente, Él tiene que existir, para generar esta clase de amargura y odio.

Y decía también en el Salmo 10:13, «Tú no habrás de pedir cuentas» estaba afirmando que no habría un juicio. Hay muchísimas personas que, como una expresión más de nuestra cultura contemporánea están diciendo que no hay Dios, o que si en realidad existe, se encuentra demasiado lejos como para preocuparse por ellos. Por lo tanto, confían en que no habrá un juicio. Pero, estimado oyente, las leyes de Dios han sido quebrantadas y la humanidad ya está soportando las consecuencias de esa ruptura. Por ello, y como afirma la Biblia, el juicio de Dios sobre la tierra es inevitable. Y cuanto más nos acercamos a él, menos cree el ser humano que vendrá.

Dios es probablemente la persona más impopular del mundo en el día de hoy. ¿Por qué? Porque los malvados detentan más poder que nunca. Nos estamos moviendo hacia el momento en que la maldad del hombre conducirá a la aparición del "hombre de maldad", el Anticristo final.

Estos Salmos son notables porque amplían muchas verdades que encontramos histórica y proféticamente en otras partes de las Sagradas Escrituras.

Bien, esto nos lleva ahora a entrar al Salmo 11 que es un Salmo sobresaliente. ¿Cuándo escribió David este Salmo? Se presenta como un Salmo de David dirigido al director musical. No se nos dice en qué circunstancias fue escrito pero obviamente surgió en una época en que David estaba sufriendo todo el peso de la persecución y problemas. Vamos a transcribir una cita de Stewart Perowne al respecto.

"El cantor está en peligro, y consejeros tímidos y cobardes, pretenden convencerle de que buscara refugio huyendo. Pero él lleno de una fe inconmovible en Dios rechaza su consejo, creyendo que Jehová, el Rey justo, aun cuando prueba a Sus siervos, no los abandona. Los justos no necesitan temer, pero sí los malvados. El Salmo es tan corto y tan general en su carácter que no es fácil decir a cuáles circunstancias en la vida de David se está refiriendo. Sin embargo, la elección debería recaer entre la persecución de parte de Saúl, y la rebelión de su hijo Absalón. Delitzsch se decide por lo última opción y opina que el consejo del versículo 1 de escapar al monte, proviene de amigos que están ansiosos de persuadir al rey a que se traslade, como lo había hecho antes cuando era perseguido por Saúl, a las rocas que usaban los animales silvestres (1 Samuel 24:2). La expresión que encontramos en el versículo 3, donde se hace mención de la destrucción de los fundamentos, hasta cierto punto, favorece esa opinión que señala a la época cuando la autoridad legal estaba subvertida". Bien, hasta aquí, la interpretación de Perowne.

Estamos de acuerdo con esta opinión, en el sentido que este Salmo se refiere a la época en que David huía de su hijo Absalón. Aquí una vez más, tenemos una expresión que sale de lo profundo del corazón de este gran rey David. Veamos lo que dice aquí en el versículo 1, de este Salmo 11:

"En el Señor he confiado; ¿cómo decís a mi alma que escape al monte cual ave?"

Este es el consejo que algunos suelen dar a otros en el día de hoy, de salir a algún lugar para cambiar de ambiente, viajar, para alejarse de la gente, de las circunstancias familiares y profesionales y de los problemas. Aparte del lógico descanso físico y emocional, esa actitud no resuelve el fondo de la cuestión. No importa donde uno vaya, uno nunca podrá huir de sí mismo. Por eso, el consejo que le dieron a David no resolvería sus problemas.

En nuestra sociedad tan mecanizada y nuestra cultura tan monótona, y para huir de todo lo que nos rodea, nos podemos sentar en un automóvil para conducir por una autopista durante varias horas, y aparte del cansancio físico, puede resultar monótono. El volar en un avión es hoy una buena experiencia, pero si usted ha viajado por mucho tiempo a varios lugares en un país o alrededor del mundo, puede que al verse en el aire sin nada que ver o hacer se convierta en algo monótono. En realidad, creemos que es bueno y relajante alejarse de la vida ajetreada y ruidosa de la ciudad y el tráfico y pasar un tiempo en un lugar tranquilo. Pero si usted está tratando de huir de sus problemas o de una situación que hay que enfrentar, este no sería un buen consejo, Uno podría alejarse por un tiempo para poder ver de lejos una determinada situación, pero no huir de ella impulsado por el temor. En nuestro relato, muchos que estaban aconsejando a David que huyese saliendo del país temían por su vida, porque Absalón, el hijo del rey, estaba tratando de matarle. Leamos ahora el versículo 2:

"Porque los malos tensan el arco, disponen sus flechas sobre la cuerda, para lanzarlas en oculto a los rectos de corazón".

En otras palabras, aquellos que estaban siguiendo a Absalón estaban dispuestos a matar a David, apenas tuvieran la oportunidad. Había mucho encono, mucho resentimiento en ambas partes. Y finalmente, cuando Absalón se enfrentó en batalla contra su padre David, éste no abandonó su tierra. David se retiró a reconocer el terreno y luego, con su ejército se presentó a luchar contra su hijo, y contra aquellos rebeldes que se le habían unido. Y David les dio instrucciones específicas a sus tres capitanes, para que trataran bien a Absalón y no le causaran ningún daño. Absalón había cometido una gran equivocación al luchar contra su padre David ya que éste tenía de su lado a soldados veteranos, y David mismo era un guerrero de mucha experiencia, y conocía bien las estrategias militares de su época. Sabía cómo luchar en los bosques y montañas. Y Absalón y los suyos no tenían tanta experiencia, y perdieron la batalla. Ya hemos dicho que no solo había resentimiento en el bando de Absalón, sino también en el de David, aunque no en el corazón de David. Pero Joab, uno de los capitanes de David, cuando se le presentó la ocasión, clavó un dardo en Absalón y le mató.

La muerte de su hijo quebrantó el corazón de David. Creemos que David nunca se recuperó de esa tragedia. Cuando Absalón había tomado el control del país y David huyó de Jerusalén, había desaparecido la ley y el orden. Ya no se llevaba a cabo la adoración del Dios vivo y verdadero. Así que toda la vida de la nación quedó afectada. Volviendo a nuestro pasaje, leamos el versículo 3, de este Salmo 11:

"Si son destruidos los fundamentos, ¿qué puede hacer el justo?"

Y aún hoy en día esa es una buena pregunta. Es una buena pregunta para el presente cuando la autoridad de la Palabra de Dios está siendo puesta en tela de juicio por todas partes. Ante la relatividad de la moralidad actual, vemos que la Biblia condena el pecado. Entonces, cuando las bases mismas se vienen abajo, ¿qué puede hacer la persona honrada? Escuchemos al salmista en el versículo 4:

"El Señor está en su santo Templo; El Señor tiene en el cielo su trono; sus ojos observan, sus párpados examinan a los hijos de los hombres".

Dios está observando todo lo que ocurre en la actualidad. Él nos está probando. Y al único lugar donde uno puede dirigirse, es a Él. Cuando son destruidos los fundamentos en los que nos apoyamos, uno tiene que aferrarse a Dios.

Abraham alcanzó esa posición, Cuando se dice que Abraham creyó a Dios, simplemente quiere decir que él puso sus brazos alrededor de Dios y resistió. Y estos son días en los que podemos creer en Dios y asirnos a Él, Es una hora en la que aunque no podamos cantar, podemos alabarle y pronunciar un Aleluya, por lo que Él es para nosotros. Ahora, en el versículo 5, leemos:

"El Señor prueba al justo; pero al malo y al que ama la violencia, los repudia su alma".

El Señor prueba al justo. Dios sabe quiénes le pertenecen y Él prueba a Sus hijos. Él me prueba a mí, y lo puede estar probando a usted, estimado oyente. Y no lo hace para molestarnos, sino que lo hace para nuestro propio bien y para Su gloria.

Pero al malo y al que ama la violencia, los repudia su alma. Dios detesta a los malvados que se aferran a su maldad. No pensamos que Dios ame al diablo. Pensamos que lo detesta y también a todos los que no tienen ninguna intención de volverse a Él. Sinceramente, habría que matizar la frase que escuchamos a veces, y que expresa que "Dios ama al pecador pero aborrece al pecado". Dios le ha amado tanto que entregó a Su Hijo a morir por usted. Pero si usted persiste en continuar practicando su pecado, se convierte en un enemigo de Dios. Y entonces, Dios será su enemigo. Pero recuerde que Dios quiere salvarle y le salvará si usted se vuelve a Él y abandona su maldad. Luego el salmista continuó diciendo aquí en el versículo 6:

"Sobre los malos hará llover calamidades; fuego, azufre y viento abrasador serán la porción de su copa".

La copa de la maldad se está hoy llenando y Dios está permitiendo que se llene, No está haciendo nada para estorbarlo ni impedirlo. Es evidente que los malos están progresando. Él permite que la lluvia caiga sobre justos e injustos. En realidad, a veces parecería que sobre los injustos cayera más lluvia que sobre los demás. Pero, recordemos que ésta es su época. Leamos ahora el versículo 7:

"Porque el Señor es justo y ama la justicia, el hombre recto verá su rostro".

Es bueno pensar en que el Señor ama la justicia, En tiempos de dificultades, cuando los fundamentos son quitados, desde aquí, desde la tierra, podemos mirar al cielo, porque los que han sido declarados por Dios justos contemplarán su rostro, le verán cara a cara. Realmente, tenemos aquí un hermoso cuadro.

Y ahora llegamos al

Salmo 12

Ahora, pensamos que este Salmo es profético, como los anteriores. En última instancia, alcanzará su cumplimiento final en los días de la tribulación que llegará sobre el remanente piadoso de Israel, y sobre los no judíos piadosos de aquellos tiempos.

En los primeros versículos de este Salmo encontramos una descripción de la apostasía que existirá en esos días. Es que habrá una apostasía en Israel como nación así como en la Iglesia. Escuchemos lo que dice el primer versículo de este Salmo 12:

"Salva, Señor, porque se acabaron los piadosos, porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres".

Es muy fácil en la actualidad el llegar a tener el mismo complejo que tuvo Elías. Él pensar que uno es la única persona que queda, que es la única persona que se mantiene fiel a Dios en el presente. Hay muchas personas que desarrollan un complejo como ese. Por supuesto tal apreciación de esas personas no es cierta, pero puede darse el caso en algunos cristianos cuando ven la influencia del pecado y la maldad por todas partes. Leamos el versículo 2 de este Salmo 12:

"Habla mentira cada cual con su prójimo; adulan con los labios, pero con doblez de corazón".

Este es un día en que los creyentes necesitan decir la verdad. Es decir que nosotros no debemos decir una cosa frente a cierta persona, y luego decir algo diferente a sus espaldas. Eso es hipocresía. Luego, en los versículos 3 y 4 leemos:

"El Señor destruirá todos los labios aduladores, y la lengua que habla con jactancia; a los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos, nuestros labios son nuestros, ¿quién es señor de nosotros?"

El salmista se estaba dirigiendo contra los orgullosos en este Salmo. Ellos estaban diciendo: "Nosotros diremos lo que nos dé la gana", y en la apostasía de la Iglesia se nota un orgullo como éste. Y eso habla mucho de lo que está ocurriendo. Judas, en su epístola, versículo 16, la segunda parte, predijo la apostasía que vendría a la Iglesia, y dijo: 16Estos son murmuradores, quejumbrosos, que andan tras sus propias pasiones, hablan con arrogancia, adulando a la gente para obtener beneficio. En otras palabras, en tiempos de apostasía habrá muchos mentirosos.

Pero ahora veremos a los que pertenezcan a Dios. Leamos el versículo 5:

"Por la opresión de los pobres, por el gemido de los necesitados, ahora me levantaré, dice el Señor, pondré a salvo al que por ello suspira".

El Señor pondrá en un lugar que sea tan seguro como la hendidura de una roca, a aquellos que se sienten acosados: les dará la ayuda que tanto anhelan. Y el versículo 6 dice:

"Las palabras del Señor son palabras limpias, como plata refinada en horno de barro, purificada siete veces".

Cuando los malvados se enorgullecen y usan halagos, nadie les puede creer. Pero las palabras del Señor son puras. Es por esa razón que necesitamos pasar más tiempo estudiando la Biblia. Esta es la fortaleza en la cual Dios nos quiere colocar. Y luego, en los dos últimos versículos de este Salmo 12, el 7 y el 8 leemos:

"Tú, Señor, los guardarás; de esta generación los preservarás para siempre. Rondando andan los malos cuando la infamia es enaltecida entre los hijos de los hombres".

Nosotros estamos viviendo en días como esos, estimado oyente. Y este estado de cosas será una realidad especialmente en la Gran Tribulación. Escuchemos al profeta Isaías en 66:5, aquí, y lo que se dijo a aquellos en Jerusalén, como menciona Isaías en el capítulo 66, de su libro, versículo 5: Oíd palabra del Señor, vosotros los que tembláis a su palabra: "Vuestros hermanos que os aborrecen y os echan fuera por causa de mi nombre, dijeron: ¡Sea el Señor glorificado (dijeron burlándose) y veamos nosotros vuestra alegría! Pero ellos serán avergonzados. Debemos decir que aquí se nos muestra un cuadro hermoso que describe la adoración en el templo de Jerusalén durante lo que pensamos que serán los últimos tiempos, Recordemos lo que el Señor dijo en Su día cuando sus enemigos se acercaron a arrestarle, (como vemos en Lucas 22:53): " Esta es vuestra hora, cuando reinan las tinieblas". Pasamos por tiempos en los que el enemigo de Dios tiene el dominio, pero Dios no permitirá que le ocurra nada a los suyos, a menos que logre un propósito en sus vidas que merezca la pena. Y aunque sea una hora en la cual brille el poderío y la ciencia humana en todo su esplendor, es al mismo tiempo un tiempo de oscuridad espiritual. Por eso, estimado oyente, le invitamos a dar entrada en su vida al Salvador, al Señor Jesucristo, a aquel que dijo: Yo soy la luz del mundo. El que me sigue no andará en tinieblas sino que tendrá la luz de la vida.

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