Estudio bíblico de Salmos 46-48

Salmo 46, 47 y 48

Estimado oyente, llegamos hoy al Salmo 46, y comenzando con este Salmo nos encontramos con un grupo formado por tres Salmos; estos Salmos presentan un cuadro profético del reino que vendrá a esta tierra. El Salmo 45, nos habla de la venida del Rey a establecer Su reino aquí en esta tierra: el Reino Milenario. Así es que, estos tres Salmos que tenemos aquí nos presentan este reino.

Este Salmo 46 es un Salmo al cual el pueblo de Dios ha recurrido una y otra vez en busca de ayuda. Está dirigido, como usted puede notar en el encabezamiento del Salmo: "Al músico principal; de los hijos de Coré. Salmo sobre Alamot". Este es un Salmo sobre Alamot; esta palabra "almah" se usa en Isaías, capítulo 7, versículo 14, donde dice: la virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel. Evidentemente esta palabra "alamot" significa "con vírgenes" y en esta ocasión, se está refiriendo a voces de jóvenes vírgenes. Ese es otro gran canto de liberación y victoria que fue entonado por los hijos de Israel cuando cruzaron el Mar Rojo. Se nos dice que ellos cantaron una canción de Moisés. ¿Pero quién dirigió el canto? No creemos que haya sido Moisés. Más bien creemos que Miriam, la profetisa, hermana de Moisés y Aarón, tomó en su mano una pandereta y dirigió el canto. Y las mujeres la siguieron con panderetas y danzas. En Éxodo 15:21 dice que cuando Moisés y los israelitas cantaron, María repetía Cantad al Señor, porque se ha cubierto de gloria; ha echado en el mar al caballo y al jinete. Así es que en esa ocasión la persona que dirigió el canto fue María, la hermana de Moisés. Y aquella fue la celebración de una gran victoria.

La redención a través del Mar Rojo no fue una redención por sangre. Esa había tenido lugar cuando ellos salieron de Egipto. Ellos fueron redimidos esa noche cuando el Ángel de la muerte pasó sobre el lugar, y cuando ellos habían pintado los dinteles de la puerta con la sangre del cordero; entonces redimidos por sangre. Pero cuando cruzaron el Mar Rojo, fue una redención por poder, y los enemigos que les habían causado tantas dificultades y problemas fueron destruidos, y aquí tenemos a María dirigiendo el canto.

Ahora cuando el remanente de israelitas fiel a Dios sea librado de sus enemigos por la venida de Cristo, celebrarán una gran victoria. Es importante ver este salmo en su escenario adecuado, después del Salmo 45, y unido a los Salmos 47 y 48.

Este Salmo es pues un magnífico solo de soprano. Un canto de triunfo en el cual vemos la suficiencia de Dios, la seguridad de Dios y la supremacía de Dios. En primer lugar, leamos los versículos 1 al 3, en los cuales vemos

La suficiencia de Dios

"Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. Por tanto, no temeremos, aunque la tierra sea removida y se traspasen los montes al corazón del mar; aunque bramen y se turben sus aguas, y tiemblen los montes a causa de su braveza".

Esta es una declaración extraordinaria. Alguien podría preguntar, ¿cómo sabe usted si esto es cierto o no? Bien, "La Biblia así lo afirma". Para mí es más que una teoría, porque he comprobado por mí mismo que, efectivamente, es así. Bueno, amigo oyente, yo lo he comprobado, y aquí se nos dice: Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. También se nos dice en el Salmo 34:8: Gustad y ved que es bueno Jehová. Dichoso el hombre que confía en El. Y el Señor Jesucristo dijo en Juan 7:17: El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta". Usted estimado oyente, puede confiar en Dios en los momentos de angustia. Los cristianos fallan en depositar su confianza en Él porque no son conscientes de Su poder y no han aprendido la verdad de Su suficiencia. Necesitamos un Dios que no nos defraude y realmente El es suficiente para ayudarnos en cualquier circunstancia.

Dice aquí: Aunque la tierra sea removida. Y esa sería verdaderamente la circunstancia más extrema que podemos imaginar. ¿Ha sentido usted alguna vez como si la tierra hubiera sido removida debajo de sus pies estimado oyente? ¿Ha sentido en alguna ocasión como si hubiera sido suspendido en el espacio? La mayoría de las personas piensa que ellas son las únicas que han tenido problemas, pero el pueblo de Dios encuentra que Dios es suficiente en las momentos más difíciles. Este Salmo 46 era uno de los favoritos de Martín Lutero. Quizás le haya servido de inspiración para escribir ese gran himno de La Reforma, "Castillo fuerte es nuestro Dios". Es que Dios es nuestro refugio, nuestra fuerza y nuestra ayuda efectiva en los momentos de angustia. A través de los siglos los cristianos han comprobado que esta afirmación es cierta.

Leamos ahora el versículo 4, porque se nos comienza a hablar de

La seguridad de Dios

"Del río sus corrientes alegran la ciudad de Dios, el santuario de las moradas del Altísimo".

Algunos especialistas en la Biblia creen que este río es simbólico. El río es evidentemente una realidad que nos habla de la provisión, la frescura y la satisfacción que Dios nos da hoy, y ese río es la Palabra de Dios. En el Salmo 1 se nos dice que el hombre feliz será como un árbol plantado junto a una corriente de agua, que es la Palabra de Dios. Las Sagradas Escrituras, en Ezequiel 47, también nos mencionan a un río que fluye desde la casa de Dios. Y en el Apocalipsis 22:1, el apóstol Juan vio un río limpio, de agua de vida, resplandeciente como cristal, que fluía del trono de Dios. (Jesucristo dijo en el evangelio según San Juan, capítulo 7, versículo 38: El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.) Continuemos leyendo los versículos 5 al 7, de este Salmo 46:

"Dios está en medio de ella; no será conmovida. Dios la ayudará al clarear la mañana. Bramaron las naciones, titubearon los reinos; Dio él su voz y se derritió la tierra. ¡El Señor de los ejércitos está con nosotros! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob!"

La frase bramaron las naciones, titubearon los reinos parece referirse a las convulsiones de la gran tribulación. En la hora más oscura, cuando el enemigo avanza como una inundación, como dice aquí, dio él su voz y se derritió la tierra. Entonces el remanente fiel a Dios que fue liberado, canta sus alabanzas diciendo: El Señor de los ejércitos está con nosotros; Nuestro refugio es el Dios de Jacob.

Continuemos ahora leyendo los versículos 8 y 9, que nos presentaran

La supremacía de Dios

"Venid, ved las obras del Señor, que ha hecho portentos en la tierra, que hace cesar las guerras hasta los fines de la tierra, que quiebra el arco, corta la lanza y quema los carros en el fuego".

El Mesías ha venido a la tierra con juicio. El es el que hace que cesen las guerras y, como dice el versículo 8, destruye las armas. Las palabras del salmista nos muestran una imagen de los últimos días de la tierra, cuando Aquel, a quién contempló en una visión el rey Nabucodonosor que nos relató el profeta Daniel 2:45, será la piedra que se desprenda del monte sin que la corte mano alguna, y que asestará un golpe destructor que aniquilará a los poderes de este mundo. Otra versión del versículo 8 lo traduce así: Venid y ved los portentos del Señor; él ha traído desolación sobre la tierra. Es una referencia al hecho de que la batalla de Armagedón ha terminado; los restos humanos, las armas destruidas y la desolación pueden verse por todas partes ¡Y qué cuadro más dramático el que podemos apreciar aquí! Las obras de Dios proclaman que El existe y está presente en la historia. La predicción de la paz reinando en la tierra se convierte aquí en una feliz realidad. El Rey ha llegado y ha aplastado a los poderes y fuerzas de la injusticia. Y los versículos 10 y 11 concluyen el salmo diciendo:

"Estad quietos y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra. ¡El Señor de los ejércitos está con nosotros! ¡Nuestro refugio es el Dios de Jacob! Selah"

Aquí la frase Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra nos indica que ese es el propósito de Dios para el mundo.

Luego, Él dijo: Estad quietos, y conoced que yo soy Dios. Con el conocimiento de estas verdades podemos conservar la calma en los momentos de angustia. En el horizonte parecen acercarse tormentas para la estabilidad y paz mundial. Estamos viviendo en un mundo donde impera la maldad, y cuya decadencia se mueve más rápidamente que la carrera hacia el progreso. Y podemos apreciar también grandes convulsiones en el reino de la naturaleza. Pero desde la Biblia, Dios nos pide calma en el tiempo de la tempestad. Recordemos cuando Jesús les pidió a Sus discípulos calma en medio de una tempestad, y luego se retiró a descansar. Cuando le despertaron, le costó más trabajo calmarlos a ellos, que a la tempestad. Muchos de nosotros somos como aquellos hombres. No sabemos realmente lo que es esperar pacientemente Su intervención.

Este es, pues, un salmo que resultará de gran bendición en el futuro, y también trae consuelo, fuerza y bendición al pueblo de Dios en la actualidad.

Bien, llegamos ahora al

Salmo 47

Este es el segundo salmo del grupo de salmos que presenta el reino milenario, que será establecido por el Señor Jesucristo en Su segunda venida. Constituye una continuación de la alabanza y adoración a Cristo que en ese momento será Rey sobre toda la tierra. En los versículos 1 y 2, de este Salmo 47, leemos:

"¡Pueblos todos, batid las manos! ¡Aclamad a Dios con voz de júbilo! Porque el Señor, el Altísimo, es temible, rey grande sobre toda la tierra".

En la frase el Señor, el Altísimo, es temible, es decir imponente, rey grande sobre toda la tierra, vemos el énfasis en un reino universal y que El, como rey, será alabado y adorado.

Pero antes de reinar sobre toda la tierra, tendrá que aplastar la anarquía, la vanidad y la rebelión del hombre contra Dios. En el Salmo 46 vimos la celebración de Su venida en juicio y aquí en este Salmo 47, Su reino es establecido y El está reinando en la tierra. Luego en los versículos 3 y 4 se nos dice:

"Él someterá a los pueblos debajo de nosotros y a las naciones debajo de nuestros pies. Él nos elegirá nuestras heredades, la hermosura de Jacob, a quien amó".

Aquí cabe una expresión universal de alegría a causa de la segunda venida de Cristo. Habrá gozo en esta tierra cuando Él venga.

Pueblos todos, batid las manos; aclamad a Dios con voz de júbilo. Esta frase nos hace sentir que la humanidad estará viviendo su experiencia más feliz.

Esta explosión de alegría contrasta con la apatía y frialdad de ciertas celebraciones cristianas, que suelen explicarse como una demostración de reverencia y solemnidad. Pero en ocasiones hay que reconocer que lo que algunos llaman reverencia y respeto, puede indicar una falta de vida o de vivencias espirituales. Cada creyente debería examinarse y preguntarse si su experiencia al reunirse con otros cristianos constituye una expresión de vida, de vida abundante, de alegría y de triunfo. Veamos lo que nos dicen aquí en el Salmo 47, los versículos 5 al 9:

"¡Subió Dios con júbilo, El Señor con el sonido de trompeta! ¡Cantad a Dios, cantad! ¡Cantad a nuestro Rey, cantad!, porque Dios es el Rey de toda la tierra. ¡Cantad con inteligencia! Dios reina sobre las naciones; Dios se sienta sobre su santo trono. Los príncipes de los pueblos se reunieron como pueblo del Dios de Abraham"

Otra versión traduce estos versículos de la siguiente manera: ¡Dios el Señor ha subido a su trono entre gritos de alegría y toques de trompeta! ¡Cantad, cantad himnos a Dios! ¡Cantad, cantad himnos a nuestro rey! ¡Cantad un poema a Dios, porque él es el rey de toda la tierra! ¡Dios es el rey de las naciones! ¡Dios está sentado en su santo trono! Los hombres importantes de las naciones se unen al pueblo del Dios de Abraham.

Dice aquí Subió Dios con júbilo, El Señor con el sonido de trompeta. Es decir, que ascendió al trono en medio de aclamaciones de alegría. Y el hecho de que ascendió, nos recuerda que primero tuvo que descender. Él vino a esta tierra hace más de 2000 años, nació en Belén, terminó Si obra de salvación en el mundo y después ascendió al cielo. Creemos que el Salmo 24 se refería a esa ascensión. Lo que tenemos aquí es otra ascensión. Cuando El venga a la tierra por segunda vez, establecerá Su reino e irá y vendrá a la nueva Jerusalén. Pensamos que entre la nueva Jerusalén y este mundo habrá como una gran vía de comunicación y todos podrán desplazarse con libertad. Probablemente el Señor descenderá o ascenderá en ciertas ocasiones durante su reinado y hará visible Su gloria sobre toda la tierra Eso será algo fantástico, maravilloso y seguramente superará todo lo que nuestra imaginación pueda concebir en la actualidad, y todo lo que pase por nuestra mente resulte una mera aproximación a aquella magnífica realidad.

Y llegamos ahora al

Salmo 48

Y aquí tenemos el último Salmo que pertenece a la misma serie de 3 salmos. Es un Salmo milenario y celebra la victoria final y completa del Mesías sobre la tierra. Leamos los versículos 1 al 3, de este Salmo 48:

"Grande es el Señor y digno de ser en gran manera alabado en la ciudad de nuestro Dios, en su monte santo. ¡Hermosa provincia, el gozo de toda la tierra es el monte Sión, a los lados del norte! ¡La ciudad del gran Rey! En sus palacios Dios es conocido por refugio".

Vamos a leer otra traducción de estos 3 versículos: ¡El Señor es grande! ¡Nuestro Dios es digno de alabanza en su ciudad y en su santo monte! ¡Qué hermosa altura la del monte Sión, allá, en el extremo norte! ¡Es la alegría de toda la tierra! ¡Es la ciudad del gran rey! Dios está en los palacios de Jerusalén; Dios se ha dado a conocer como un refugio seguro. Cuando dice Monte de Sión, significa literalmente Monte de Sión; y cuando habla sobre la ciudad de Dios en el monte santo, se refiere a Jerusalén.

Observemos la mención a los lados del norte. Es una expresión interesante. Probablemente se refiere al ascenso y descenso de esta tierra. Hay una notable profecía en Isaías, capítulo 14, versículos 13 y 14, que menciona a Satanás en conexión con los "lados del norte" y que dice: Tú que decías en tu corazón: Subiré al cielo. En lo alto, junto a las estrellas de Dios, levantaré mi trono y en el monte del testimonio me sentaré, en los extremos del norte; sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo. Los "lados o extremos del norte" son aparentemente la ruta. Satanás, en realidad, espera poder derrocar a Dios.

Este es entonces el conflicto, que consistirá en una gran batalla que tendrá lugar en la tierra. Continuemos leyendo los versículos 4 y 5:

"Ciertamente los reyes de la tierra se reunieron; pasaron todos. Y viéndola ellos así, se maravillaron, se turbaron, se apresuraron a huir".

Por su carácter descriptivo leeremos otra versión que, desde el versículo 4 hasta el 7 los traduce así: Pues los reyes se reunieron y juntos avanzaron contra ella; pero al ver la ciudad se sorprendieron, se inquietaron y huyeron. El miedo se adueñó de ellos; se retorcían de dolor, como mujer de parto; como el viento del este, que destroza los barcos de Tarsis. Creemos que describe el tiempo final del período de los mil años de paz, cuando el diablo es liberado de la prisión. En relación con esto dice Apocalipsis 20:7-9, 7Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión 8y saldrá a engañar a las naciones que están en los cuatro ángulos de la tierra, a Gog y a Magog, a fin de reunirlos para la batalla. Su número es como la arena del mar. 9Subieron por la anchura de la tierra y rodearon el campamento de los santos y la ciudad amada; pero de Dios descendió fuego del cielo y los consumió. Leamos ahora el versículo 8 de este Salmo 48:

"Como lo oímos, así lo hemos visto en la ciudad del Señor de los ejércitos, en la ciudad de nuestro Dios. ¡La afirmará Dios para siempre!"

La gente había oído y leído acerca de esto en los profetas, y entonces estarán viendo el cumplimiento literal de lo que se había predicho. Es la prometida liberación que a través de los siglos Dios les había asegurado que llegaría, y que finalmente, se hará realidad. Y los versículos 9 y 10 dicen:

"Nos acordamos de tu misericordia, Dios, en medio de tu Templo. Conforme a tu nombre, Dios, así es tu loor hasta los fines de la tierra".

En el templo milenario ellos le adorarán y meditarán sobre su bondad. Este salmo concluye con un gran coro de Aleluya, Leamos los versículos 11 al 14:

"Se alegrará el monte Sión, se gozarán las hijas de Judá por tus juicios. Andad alrededor de Sión y rodeadla; contad sus torres. Considerad atentamente su antemuro, mirad sus palacios, para que lo contéis a la generación venidera, porque este Dios es Dios nuestro eternamente y para siempre; él nos guiará aun más allá de la muerte".

O sea, que con gran alegría caminarán por Jerusalén, observando cada parte de la ciudad, y alabando a Aquel que es su Dios y el guía de sus vidas. Este es un Salmo magnífico, que tiene mucho significado para nosotros en el presente, al reafirmarnos en la fidelidad de Dios para los suyos, en el cumplimiento de Sus promesas, y en asegurarnos que el cumplirá sus propósitos, y no solo en la historia, sino en aquellos que de todas las naciones crean en El, entregándole el control de sus vidas. Y en su amor, reflejado en la obra redentora de Cristo, termina diciendo el Salmo, nos guiará aun más allá de la muerte. Realmente, merece la pena apoyarnos en una esperanza como esta.

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