Estudio bíblico de Proverbios 26:23-27:24

Proverbios 26:23-27:24

Antes de entrar de lleno al estudio del capítulo 27, vamos a volver un poco al capítulo 26, y vamos a estudiar una vez más, o a ampliar lo que dijimos con respecto a la última parte, que constituye una de las secciones más extensas y sólidas contra la hipocresía,

Leamos entonces los versículos 23 al 28 de Proverbios 26:

"Como baño de plata sobre un tiesto son los labios lisonjeros y el mal corazón. El que odia, lo disimula con los labios, pero en su interior maquina engaño; por más que hable amigablemente, no le creas, porque siete abominaciones hay en su corazón. Aunque con disimulo encubra su odio, su maldad será descubierta en la congregación. El que cava una fosa caerá en ella; al que rueda una piedra, se le vendrá encima. La lengua falsa atormenta al que ha lastimado; la boca lisonjera conduce a la ruina."

Hay personas que hacen una profesión de fe en Jesucristo, pero que no son realmente hijos de Dios. Los llamamos hipócritas porque fingen ser lo que no son. Ahora ellos no deberían molestar o afectar a aquellos que se encuentran dentro o fuera de la iglesia por el mismo hecho que una falsificación necesita un original genuino y valioso. Por lo que sabemos, nadie falsifica monedas o billetes de los valores mínimos. Solo se falsifican billetes a partir de cierto valor. Así que no deberíamos sorprendernos ante cristianos falsos. Este grupo de Proverbios describe al que es falso y advierte contra él. Él le halagará, sin embargo en su corazón le detestará.

Fue Tácito el que hizo la siguiente declaración. "Es normal que los hombres odien a quienes han herido". El Dr. Ironside lo expresó de la siguiente manera: "Consciente de haber agraviado a otro, y decidido a no confesarlo, el que finge guardará en su corazón el odio contra el objeto de su injusticia. Para ocultar sus sentimientos miserables, tal persona halagará con sus labios, mientras esté todo el tiempo conspirando para destruir a su víctima."

Un ejemplo de halagos e hipocresía de la Biblia lo tenemos en Amán, personaje que estudiamos en el libro de Esther. Recordemos cómo él pronunciaba sus halagos. Este hombre estaba conspirando para destruir a todo un pueblo, incluyendo a la reina que se sentaba en el trono. Era un malvado. Halagó al rey y, sin embargo, era obvio que estaba tratando de derrocar al rey.

La hipocresía puede estar presente en algunos círculos cristianos, y necesitamos reconocerlo. No vale la pena ocultarlo. A veces tratamos de actuar en la iglesia o en círculos cristianos, como si allí no hubiera nada malo. Y creemos que podemos ignorarlo. Pensamos que si lo ignoramos, desaparecerá. Nos sentimos como derrotados si alguien menciona la presencia de la hipocresía. Nos sentimos vencidos nosotros mismos si reconocemos que, incluso en nuestros corazones hay, a veces, esa raíz de amargura. Los cristianos tenemos que enfrentar a estos pecados, y los proverbios son buenos para ayudarnos a afrontarlos.

Bien, llegamos ahora a

Proverbios 27

Este capítulo trata el tema de la amistad. Leamos el primer versículo de este capítulo 27:

"No te jactes del día de mañana porque no sabes qué dará de sí el día."

Hay una filosofía de la indecisión, de la falta de resolución, que nos resulta muy familiar. Posterga para el día de mañana lo que no se puede hacer hoy. Hay un Proverbio que dice: "El camino del mañana, termina en la casa de nunca". Y podemos agregar otro Proverbio que dice: "La indecisión es el ladrón del tiempo". Y otro más que nos dice: "El tiempo perdido no se recupera jamás". Sin embargo, la Palabra de Dios dice: Si oís hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones. (He. 4:7) Y también dice: Ahora es el tiempo aceptable; ahora es el día de salvación. (2 Co. 6:2) También en el Antiguo Testamento la Escritura nos dice en Isaías 1:18: Venid ahora, y razonemos --dice el Señor. La tendencia humana es la de esperar hasta otra ocasión. Recordemos que el gobernador Félix tembló cuando escuchó el evangelio que le predicó el apóstol Pablo. Pablo, aun siendo un prisionero, le habló sobre la salvación de su alma, y Félix le respondió, como leemos en Hechos 24:25; Ahora vete, y cuando tenga oportunidad, te llamaré. Según la información que tenemos en la Palabra de Dios, esa otra oportunidad nunca se le llegó a presentar a Félix. También podemos recordar a Faraón en Egipto, que siempre prometía dejar salir a los israelitas, no en el día en que se lo pedían, sino al día siguiente. Finalmente, sus repetidos aplazamientos le costaron la vida de su hijo mayor y de todos los hijos mayores de Egipto.

El día de hoy es siempre el día de salvación. Nadie sabe lo que nos deparará el día de mañana. Veamos ahora lo que dice el versículo 2 del capítulo 27 de Proverbios:

"Alábete el extraño y no tu propia boca; el ajeno, y no los labios tuyos."

Goliat tendría que haber escuchado este proverbio. El desfilaba cada día delante del ejército de Israel, flexionaba sus músculos, les decía cuán grande era y que banda de cobardes eran ellos. Finalmente, se metió en problemas cuando se enfrentó a un joven llamado David. Ahora, en el versículo 3, de este capítulo 27 de Proverbios, leemos:

"Pesada es la piedra y la arena pesa, pero más pesada que ambas es la ira del necio."

Si un necio está enojado con usted, estimado oyente, entonces usted puede tener problemas, porque un necio no tiene discreción. Dirá y hará cualquier cosa. Luego, el versículo 4, dice:

"Cruel es la ira e impetuoso el furor, pero ¿quién podrá sostenerse delante de la envidia?"

Los celos son una expresión de la envidia. Dice Cantares 8:6, duros como el sepulcro los celos. Sus brasas son brasas de fuego, potente llama.

Y recordemos también lo que los celos causaron en la vida de Jacob. Los hermanos vendieron a José como esclavo a causa de sus intensos celos. Luego, los versículos 5 y 6, de este capítulo 27, nos dicen:

"Mejor es reprensión manifiesta que amor oculto. Leales son las heridas que causa el que ama, pero falsos los besos del que aborrece."

Este es un contraste del cual tenemos muchos ejemplos en la Biblia. El apóstol Pablo reprendió a Simón Pedro cuando dejó de comer con los no judíos. Pedro necesitaba esa reprensión, la aceptó del apóstol Pablo y entre ellos no hubo rencor ni hostilidad. Es maravilloso el tener un amigo que puede llamarnos la atención en cuanto a nuestras faltas y corregirnos así.

El contraste de este proverbio, cuando dice que son falsos los besos del que aborrece, está bien ejemplificado en Judas Iscariote, que traicionó a Jesús con un beso. Ahora, el versículo 7, dice:

"El hombre saciado desprecia el panal de miel, pero al hambriento, aun lo amargo le resulta dulce."

Esta es la razón por la cual en algunos lugares de la tierra existen comidas tan elaboradas. Las personas están mimadas, tan acostumbradas a la buena comida que los alimentos tienen que ser preparados de maneras poco corrientes; incluso tienen que ser exóticas para estimular el apetito. Pensamos que esa es la causa por la cual la comida en algunos países haya llegado a alcanzar tal grado de perfección, porque las clases pudientes del pasado tuvieron de todo y se cansaron simplemente de comer una comida sencilla; por tanto los cocineros de la época tuvieron que inventar, ? si se nos permite la expresión, ? comidas diferentes y que tuvieran un sabor distinto.

Pero frente a esa imagen de abundancia, tenemos el contraste del hombre hambriento. Y ello nos recuerda el hambre que padecen millones de personas en vastas regiones de la tierra. Para el hambriento, cualquier comida tiene un buen sabor.

Esto también lo podemos aplicar a la Palabra de Dios. Tenemos que alimentarnos espiritualmente de ella, comerla, masticarla, rumiarla. Esto es lo que significa meditar en la Palabra de Dios. Que Dios nos de ese apetito, esa hambre por Su Palabra. Ahora, el versículo 8, de este capítulo 27 de Proverbios, dice:

"Cual ave errante lejos de su nido es el hombre errante lejos de su hogar."

Existen personas en iglesias y círculos cristianos que no encuentran como encajar en un lugar adecuado para ellas. Y esa es la razón por la cual Dios ha dado a cada creyente un don. Eso lo vimos ya cuando estudiamos la Primera Epístola a los Corintios, capítulo 12, versículo 18, donde el apóstol Pablo dijo. Pero a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para el bien de todos. Y Dios tiene un lugar particular para que cada creyente ejercite el don que le ha sido dado. También dijo Pablo en el versículo 18 de este mismo capítulo: 18Pero ahora Dios ha colocado cada uno de los miembros en el cuerpo como él quiso. Cada uno de nosotros debería ocupar precisamente ese lugar y poner en práctica nuestro propio don. En el Nuevo Testamento tenemos ejemplos de personas que aparentemente no utilizaron sus dones. Por ejemplo, el Apóstol Pablo nos habló de un hombre llamado Demas; en su Segunda Epístola a Timoteo, capítulo 4, versículo 10, leemos: porque Demas me ha desamparado, amando este mundo, y se ha ido a Tesalónica. O sea que, ese hombre regresó nuevamente al mundo. Por lo que sabemos, nunca se adaptó al lugar que Dios tenía para él. Leamos ahora, los versículos 9 y 10, de este capítulo 27 de Proverbios:

"Los aceites y perfumes alegran el corazón, y el cordial consejo del amigo, al hombre. No dejes a tu amigo ni al amigo de tu padre, ni vayas a la casa de tu hermano en el día de tu aflicción: mejor es un vecino cerca que un hermano lejos."

A veces cuando una persona se traslada de un lugar a otro, de una ciudad a otra, deja a todos sus parientes y tiene que hacer nuevos amigos. Algunos no logran hacer nuevos amigos y pasan una vida bastante solitaria. Y aquí se nos dice que mejor es el vecino cerca que el hermano lejos. Quizá los amigos y parientes de uno residan muy lejos de nosotros Así, es bueno tener vecinos amigos, personas próximas a nosotros que se interesen en uno. Pasamos ahora al versículo 12:

"El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el daño."

Uno de los grandes beneficios del estudio de la profecía. es que sabemos lo que vendrá. Sinceramente hablando, yo me sentiría muy desanimado y pesimista si tuviera que contar con que las personas resolvieran nuestros problemas actuales. No creo que el ser humano tenga la solución. Según las apariencias, nos movemos hacia una crisis y una catástrofe. No hay ninguna duda en cuanto a esto. Sería un error que cualquier persona pensara que el hombre puede resolver los crecientes problemas que están surgiendo día a día. La Palabra de Dios deja bien en claro que los problemas se incrementarán y que Dios juzgará a este mundo.

Este proverbio nos aconseja hacer planes para nuestro futuro. Dice aquí, El prudente ve el mal y se esconde, es decir, que lo evita. O sea, que él se prepara para el día que vendrá. Hay personas que opinan que uno no debe prepararse para sus necesidades futuras, que no debe tener ninguna clase de seguro y dan una respuesta piadosa, diciendo: "Usted debe confiar en el Señor". Bueno, el Señor ha provisto estos seguros, planes de ahorro y jubilación para nosotros y debemos aprovecharnos de ellos. Ya hemos dicho en alguna oportunidad que la fe no está reñida con el sentido común. Ahora, el versículo 14, de este capítulo 27 de Proverbios, nos dice:

"A quien de madrugada bendice en alta voz a su amigo, por maldición se le contará."

Hay mucha ironía en estas palabras. Hay aquellos que hacen tal declaración de amor y afecto, que uno siempre piensa que quizá hay algo detrás de semejantes declaraciones. Uno debe tener cuidado con aquellos que nos están elogiando más de lo que en realidad merecemos.

Una ilustración de la Biblia de este asunto es la manera en que Absalón se ganó los corazones de los hombres de Israel (2 Samuel 15:1-6). Se levantaba temprano por la mañana, se situaba en la puerta de la ciudad para hablar con los hombres que iban a ver al rey para exponerle un problema. Entonces, Absalón los halagaba, simulaba mostrarles afecto y se mostraba interesado en sus casos. Pero su verdadero interés era ganar su apoyo para cuando él se apoderara del trono. (El había escuchado lo que los hombres de Israel decían, ese grupo de jóvenes que le habían rodeado y que le alababan y le dijeron que él debería ser el rey en lugar de su padre. Él no tendría que haber escuchado los elogios de esa gente. ) Hay que tener mucho cuidado con este asunto de los halagos, y de las alabanzas de los demás. Hay un proverbio moderno que dice algo así: "El halago es como el `perfume, la idea es olerlo, pero no tragarlo". Leamos ahora el versículo 17 de Proverbios 27:

"El hierro con hierro se afila, y el hombre con el rostro de su amigo."

Es positivo tener un amigo con quien enriquecer la propia mente, Uno puede discutir ciertos temas espirituales con él y obtener un beneficio de su experiencia. Y al final de la conversación, uno siempre sale animado, con más fuerzas y siempre logra aprender algo.

Pasemos ahora al versículo 19:

"Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre."

Es magnífico tener un amigo al cual uno puede abrir su corazón sabiendo que éste no lo va a traicionar. Un amigo es alguien que lo conoce a uno y aun así, lo aprecia. (Este es un gran capítulo sobre la amistad, como podemos ver.) Luego, el versículo 20, dice:

"Como el sepulcro y la muerte nunca se sacian, así los ojos del hombre nunca están satisfechos."

Nunca vemos lo suficiente. Siempre queremos continuar viendo, observando, conociendo gente y nuevas culturas. Es por ello que a algunos nos gusta viajar alrededor del mundo. Como dice el proverbio, los ojos del hombre, nunca están satisfechos. Luego, el versículo 21 dice:

"En el crisol se prueba la plata, en el horno el oro, y al hombre la boca del que le alaba."

Como ya hemos dicho, tengamos cuidado con las alabanzas y elogios. Asegúrese de que producen en usted un efecto bueno, apropiado. El Dr. Ironside, en su libro "Notas sobre el Libro de Proverbios" (pp. 390-391), incluyó el siguiente comentario. "No hay crisol más caliente para probar a un hombre, que cuando se le hace pasar por el fuego de la alabanza y la adulación. El pasar por la maledicencia, aferrándose al Señor y contando con Él para recuperar la honra, es comparativamente fácil, aunque muchos flaquean en tales circunstancias; pero que alguien continúe humildemente su camino normal y habitual con firmeza y estabilidad, sin ser afectado ni resultar envanecido por el aplauso y los halagos, señala a una persona como alguien que verdaderamente vive cerca de Dios. Ahora, el versículo 24, nos dice:

"Porque las riquezas no duran para siempre, ni una corona es para generaciones perpetuas."

Las riquezas no son eternas. Esto es algo que en nuestra era materialista debemos reconocer. Uno no se puede llevar nada consigo cuando muere. Es de público conocimiento que la mortaja no tiene bolsillos.

Las casas reales, las dinastías, surgen y decaen en un mundo cambiante. Dios es el único en quien podemos depender. El es el único amigo inmutable.

Este ha sido realmente un capítulo con un énfasis en la amistad, Por eso, estimado oyente, le invitamos a confiar su vida a Dios. Si usted deposita su fe en el Señor Jesucristo como su Salvador, usted puede hoy mismo pasar de una situación de alejamiento, a comenzar una relación de amistad con El.

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