Estudio bíblico de 2 Timoteo Introducción

2 Timoteo - Introducción 1:1-6

Continuamos hoy nuestro viaje por el Nuevo Testamento y llegamos a la Segunda Epístola del Apóstol Pablo a Timoteo. Una de las razones por las cuales continuamos directamente con esta Segunda Epístola es porque podemos decir que casi forma parte de la Primera Epístola que acabamos de estudiar. Y aquí tenemos un calendario aproximado de eventos que creemos pueden orientarle, amigo oyente, en cuanto a la posición que esta Segunda Epístola a Timoteo ocupa en el ministerio del Apóstol Pablo. Pablo escribió esta epístola alrededor del año 67.

A.D. 58. Aparentemente, Pablo fue arrestado en Jerusalén

A.D. 61. Esta fue el año aproximado en que Pablo llegó a Roma. Había pasado estos 3 años en la cárcel, yendo de un juicio para otro ante diferentes gobernadores romanos.

A.D. 61-63. Este fue el período de su primer encarcelamiento romano. No quedó registrado en el libro de Los Hechos, que terminó en el momento en que comenzó el citado encarcelamiento.

A.D. 64-67. Pablo fue liberado de la prisión y durante este período recorrió un extenso territorio. Fue durante ese tiempo cuando escribió las cartas 1ªTimoteo y Tito desde Macedonia.

A.D. 67. Pablo fue detenido nuevamente.

A.D. 68. Pablo fue decapitado en Roma. Antes de su muerte escribió 2ª Timoteo.

Los dos versículos que resumen el tema y establecen el tono de esta segunda carta son los siguientes: 2 Timoteo 2:15, que dice, 15Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la palabra de verdad. Y 2 Timoteo 4:2, 2que prediques la palabra y que instes a tiempo y fuera de tiempo. Redarguye, reprende, exhorta con toda paciencia e instrucción

Creemos que en esta epístola puede enfatizarse una palabra por encima de otras. Esa palabra es "Lealtad"; (1) lealtad en el sufrimiento (capítulo 1); (2) lealtad en el servicio (capítulo 2); (3) lealtad en la apostasía (capítulo 3-4:5) y (4) la lealtad del Señor hacia Sus siervos que le habían abandonado (4:6-22).

La declaración de cualquier persona pronunciada en su  lecho de muerte tiene una importancia que no se le da a otras afirmaciones. Esto es lo que le otorga un gran significado a esta Segunda Epístola a Timoteo. Es el mensaje final del apóstol Pablo. Aquí hay cierta nota de tristeza que no se detecta en sus otras epístolas. No obstante, se insinúa una nota de triunfo. En el 4:7 leemos: 7He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Estas palabras fueron escritas por Pablo como para su propio epitafio, considerando también que ésta fue su última carta. Pablo fue muy personal. En estos cuatro capítulos, hay aproximadamente 25 referencias a individuos.

Sobre esta epístola parece que se viera en el horizonte una nube oscura que no presagiaba nada bueno. Era la apostasía que se aproximaba. Hoy la apostasía ha estallado como una tormenta sobre el mundo y en la iglesia. ¿Y qué queremos decir con apostasía? Webster la ha definido como "un abandono total de los principios de la fe". Así que la apostasía no se debe a la ignorancia; es una herejía. La apostasía es un error deliberado. Es una partida intencional de la fe. Un apóstata es alguien que conoce las verdades del evangelio y las doctrinas de la fe, pero las ha repudiado.

Aquí en 2 Timoteo el Apóstol Pablo estaba hablando del resultado final de la predicación del Evangelio. La consecuencia final no sería la conversión total de la humanidad, ni la introducción del reino milenario. Por el contrario, llegará una apostasía que casi hará desaparecer la fe de la tierra. En realidad, habrán dos separaciones o partidas al final de los tiempos Una será la partida de la Iglesia, que fue llamada por el Apóstol Pablo - el arrebatamiento. En 1 Ts. 4:16 y 17, él dijo. 16El Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo. Entonces, los muertos en Cristo resucitarán primero. 17Luego nosotros, los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. Cuando los creyentes se hayan ido, la organización, el caparazón exterior de la iglesia que haya sido dejado en la tierra, se apartará totalmente de la fe. Y ésta será la segunda partida, el abandono de la fe. El Señor Jesucristo mismo pronunció una inesperada declaración acerca de ello, en Lucas 18:8, cuando dijo: ?cuando venga el Hijo del hombre, ¿hallará fe en la tierra? Esta frase, expresada en el idioma griego requiere una respuesta negativa. Así que la respuesta debería ser entonces: "No, cuando El venga no hallará fe en la tierra:"

Este punto de vista, por supuesto, no está de acuerdo con aquellos que piensan que el Evangelio espera transformar al mundo arreglando el sistema social. Esas personas, inútilmente optimistas, se muestran impacientes ante las tristes palabras de 2 Timoteo, y las consideran intelectualmente oscurantistas. Pero, a pesar de ello, los hechos fríos y duros de la historia, así como los eventos de la época actual demuestran la exactitud de las palabras de Pablo. Nos encontramos ahora en el medio de la apostasía, que encaja detalladamente con las palabras del apóstol en esta carta.

La Iglesia visible ha entrado en la órbita de una gran apostasía. La Iglesia invisible, es decir, el verdadero cuerpo de los creyentes, no se encuentra afectado. La iglesia invisible se encuentra todavía aquí, y aunque me gustaría que fuera más visible de lo que es, se encuentra en su camino a la epifanía o manifestación de gloria. Se está acercando al momento en que será recogida por su Señor. Este es un pensamiento muy consolador para estos días que estamos viviendo.

A causa de la amenaza de la apostasía, Pablo enfatizó la Palabra de Dios aquí más de lo que lo hizo en cualquier otra epístola. En realidad, observamos que los apóstoles Pablo y Pedro estuvieron de acuerdo. Cada uno de ellos en su obra póstuma (2 Timoteo y 2 Pedro) enfatizó la Palabra de Dios y el evangelio.

Debemos decir aquí que la predicación del evangelio descansa en un hecho tremendamente importante, y es el hecho de la depravación total del hombre. En otras palabras, el hombre es un pecador perdido. Un educador ha expresado las siguientes reflexiones, que quisiéramos compartir:

"Donde la educación supone que la naturaleza moral del hombre es capaz de mejorar, el cristianismo tradicional piensa que la naturaleza moral del hombre es corrupta y completamente mala. Donde en la educación se piensa que un agente humano exterior puede ser instrumental en el progreso moral del hombre, en el cristianismo tradicional se cree que ese agente es Dios, y aún así, la naturaleza moral del hombre no es mejorada, sino cambiada por una nueva". Hasta aquí la cita.

Por tanto, el hombre se encuentra en tal estado que no se puede salvar por medio de una obediencia perfecta, porque no es capaz de lograrla. Tampoco puede salvarse por una obediencia imperfecta, porque Dios no la aceptaría.

En consecuencia, la única solución es el Evangelio de la gracia de Dios que extiende Su mano hacia donde el pecador se encuentra y lo salva en base a la muerte y resurrección de Cristo. La fe en Cristo transforma la vida humana. Hemos visto demasiados ejemplos por todo el mundo, de hombres y mujeres que han sido  transformados por el Evangelio de la gracia de Dios.

En ciertos sectores parece predominar un cierto tipo de predicación que, en vez de presentar al hombre pecador la gracia de Dios, se expresa en tres direcciones diferentes. En algunos ambientes se escucha lo que realmente es una psicología popular. Se especializa en tópicos tales como, por ejemplo, "Como vencer", o "Como pensar creativamente" o "Como pensar positivamente". Estas buenas intenciones no parecen llegar muy lejos en cuanto a resultados en la vida práctica actual, que se desarrolla en medio de grandes tensiones e interrogantes que sacuden a nuestra sociedad y que nadie parece poder controlar.

Hay cierto tipo de predicación que enfatiza la ética. Aquí se presenta un evangelio agradable de escuchar. Por supuesto se afirma que el bien es mejor que el mal porque hace la vida más placentera y nos mete en menos problemas. En una imagen que representara estas actitudes, veríamos a un predicador moderado que habla a un grupo de gente moderada y les urge para que sean aun más moderados en sus actitudes y comportamientos individuales y sociales. Creemos que el contenido de esta tendencia es insípido y nos recuerda lo que el Señor Jesús le dijo a la iglesia de Laodicea en Apocalipsis 3:15-16; 15»?Yo conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente. ¡Ojalá fueras frío o caliente! 16Pero por cuanto eres tibio y no frío ni caliente, te vomitaré de mi boca.

Luego, se desarrolló en cierta época una tercera tendencia orientada hacia los efectos sociales del evangelio. Se promovieron mejores relaciones raciales, el pacifismo, la justicia social y un orden social cristiano. Los resultados están a la vista.

En contraste, cuando el verdadero Evangelio es predicado y los hombres vienen a Cristo, todos ellos se convierten en hermanos. Ello hace innecesario hablar de mejores relaciones raciales. Usted no puede crear mejores relaciones obligando a la gente a que conviva. Solo el evangelio de la gracia de Dios convertirá a otro ser humano en un hermano mío. Cuando esto sucede, las diferentes culturales o el color de la piel pierden su importancia.

La solución a los problemas del hombre solo puede venir por la predicación de la gracia de Dios. Y amigo oyente, tenemos que reconocer como dijo Martín Lutero, que Dios crea a partir de la nada. Hasta que el hombre se reconozca como nada, Dios no puede hacer nada de él. La gracia de Dios por medio de Jesucristo es el camino para transformar y salvar a la humanidad. Esto es lo que enseña esta epístola, y es por tal motivo que consideramos que es muy importante estudiar 2 Timoteo.

En un breve Bosquejo de esta Epístola la dividiríamos de la siguiente manera, en cuatro divisiones:

1. Las aflicciones del evangelio, las vemos en el capítulo 1. En los primeros 7 versículos tenemos una introducción, En este capítulo vemos que el apóstol no se avergüenza, y participa de la aflicción (1:8-11) y al no avergonzarse está seguro. (1:12-18).

2. Ahora en el capítulo 2, el cristiano aparece activo y en servicio. Es un hijo (vv. 1 y 2), un buen soldado (vv. 3 y 4), un atleta (v. 5), un labrador (vv. 6-14), un obrero (vv. 15-19), un vaso (vv. 20-23) y un siervo (24-25).

3. Desde el capítulo 3:1 al 4:5 se trata el tema de la apostasía, y la autoridad de las Sagradas Escrituras, En el capítulo 3:1-9 se describen las condiciones de los últimos días. En el 3:10-17) se habla de la autoridad de las Sagradas Escrituras en los últimos días y en el 4:1-5, se presentan instrucciones para los últimos días.

4. En el 4:6-22, se enfatiza la lealtad al Señor y del Señor. En el 4:6-8, tenemos el último testimonio del apóstol, entregado prácticamente como si estuviera en su lecho de muerte. Y en el 4:9-22, leemos sus últimas palabras, resumidas en esta declaración: Pero el Señor estuvo a mi lado. (v. 17). Y llegamos así al

2 Timoteo 1

Como dijimos, el tema son las aflicciones del evangelio. Leamos el primer versículo de este primer capítulo de 2 Timoteo, que inicia la

Introducción

"Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús, 2a Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor."

Aquí el apóstol encabezó la carta diciendo Pablo, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios. Recordemos en la Primera Epístola, él dijo en la introducción por mandato de Dios (1:1). Dijimos en esa oportunidad que el mandato de Dios reveló la voluntad de Dios, pero que no representaba la voluntad completa de Dios. Aquí el apóstol dijo: por la voluntad de Dios, según la promesa de la vida que es en Cristo Jesús. Ahora, ¿cómo acepta usted una promesa? Lo hace por fe. Esa es la única forma en que puede obtener la vida eterna. El Señor Jesucristo se la ofrece a usted como un don, es un regalo. Usted acepta un regalo porque cree en quien se lo está dando. Y usted recibe la vida eterna creyendo en el que la da. Hoy Él puede ofrecerle a usted el cielo en base a su fe y confianza en Él. Cuando usted cree en Él y sigue Su camino, entonces usted le honra. En consecuencia, la promesa de la vida que es en Cristo Jesús deja bien en claro que el único camino por el cual usted puede obtener la vida eterna es Cristo. Ahora el Apóstol Pablo dijo aquí en esta segunda carta a Timoteo en el versículo 2:

"A Timoteo, amado hijo: Gracia, misericordia y paz, de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor."

Observemos que Pablo saludó a Timoteo como amado hijo, porque este joven era un motivo de alegría para el apóstol Pablo. Y después continuó diciendo: Gracia, misericordia y paz. Como dijimos al estudiar 1 Timoteo, el saludo incluye la palabra misericordia, que no aparece en los saludos de Pablo en otras cartas. Dios es misericordioso cuando no nos da lo que merecemos, es decir, juicio y condenación. Pablo necesitaba mucha misericordia y nosotros también la necesitamos. Menos mal que Dios es rico en misericordia hacia nosotros.

Y el versículo termina diciendo de Dios Padre y de Jesucristo nuestro Señor. El énfasis aquí recae en el señorío de Jesucristo. Y continuó diciendo el apóstol en el versículo 3 de este primer capítulo de 2 Timoteo:

"Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día."

Timoteo estaba en la lista de oración del apóstol Pablo. Una vez un profesor pidió a sus alumnos de Biblia que averiguaran quienes estaban en la lista de oración del apóstol Pablo. Los alumnos la prepararon leyendo las cartas de Pablo y apuntando cada vez que Pablo dijo que oraba por alguien. Y dijo en el versículo 4:

"Al acordarme de tus lágrimas, siento deseo de verte, para llenarme de gozo"

Fue evidente el gran cariño que Pablo tenía por Timoteo, y este versículo también nos muestra el cariño que Timoteo sentía por el apóstol. El hecho de que Pablo hubiera sido detenido y se encontraba nuevamente en la cárcel e incluso se estaba por enfrentar a la muerte, verdaderamente afectó a Timoteo. Por ello Pablo recordó sus lágrimas y deseó el consuelo de su compañía en aquellos momentos de soledad. Y añadió en el versículo 5:

"Trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también."

Pablo vino del Judaísmo, pero este joven, Timoteo, aparentemente, fue criado en un hogar cristiano. Tanto su abuela como su madre eran cristianas. Y seguramente tuvieron mucho que ver con la conversión de Timoteo a Cristo. El padre de Timoteo era griego y no se sabe si había creído en Cristo. Finalmente por hoy, leamos el versículo 6 de este capítulo 1 de 2 Timoteo:

"Por eso te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos"

Cuando el Apóstol Pablo puso sus manos sobre Timoteo, ese acto significó que Timoteo era un compañero de Pablo, que estaba asociado a Pablo en su ministerio; compartió con él el don de enseñanza de la Palabra de Dios. Creo que Pablo tenía la intención de transferir a Timoteo su ministerio, sus funciones. Este joven siempre había estado cerca de Pablo. Cuando éste se encontraba en la cárcel de Roma, dijo de él en Filipenses 2:20, porque no tengo a ningún otro que comparta mis sentimientos y que tan sinceramente se interese por vosotros. Este era un hombre que podía llevar a cabo la enseñanza y predicación de Pablo, y por ello el apóstol le convirtió en su compañero, en su colaborador asociado. Y así compartieron juntos el ministerio.

Ahora vemos que Pablo aconsejó diciéndole: que avives el fuego del don de Dios que está en ti. Este hombre tenía un don y Pablo le recomendó que lo avivara. ¿Qué le indicaría esto a usted? Me pregunto si Pablo estaría preocupado por Timoteo allá en Éfeso. Éfeso era la sede del templo de Diana y uno de los grandes centros de pecado del mundo Romano. Pablo mismo había pasado 3 años en Éfeso y sabía que en aquella ciudad había muchas atracciones y tentaciones. Me pregunto si él temía que Timoteo pudiera ser reacio y refrenarse en enseñar todo el consejo de Dios. Podemos ver aquí la preocupación del apóstol por aquel joven a quien llamó "amado hijo."

Debemos concluir aquí para continuar con este capítulo en nuestro próximo programa. Como es nuestra costumbre, le sugerimos leer el resto de este primer capítulo de la Segunda Epístola del Apóstol Pablo a Timoteo que estamos estudiando, para estar mejor informado sobre este mensaje tan personal del apóstol Pablo. Esperamos continuar contando con su compañía en nuestro próximo encuentro.

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