Estudio bíblico de Ezequiel 12-13

Ezequiel 12 y 13

En nuestro programa anterior, como vimos en los últimos versículos del capítulo 11, el profeta contempló una visión cuya trascendencia sería enorme para aquel momento histórico, y para el futuro de la nación. El juicio de Dios se acercaba. Y así como el pueblo no fue consciente de ese tremendo evento, dijimos que en la actualidad, también es una verdadera tragedia que la gente ignore el hecho de que el juicio sobre la tierra se está aproximando. Estimado oyente, el juicio de Dios es una de las pruebas más seguras de Su existencia. Y los versículos 22 y 23 del capítulo 11 nos dicen:

"Después alzaron los querubines sus alas, y las ruedas iban en pos de ellos y la gloria del Dios de Israel estaba sobre ellos. La gloria del Señor se elevó de en medio de la ciudad y se puso sobre el monte que está al oriente de la ciudad."

En esta imponente escena vemos que la gloria del Señor se elevó desplazándose hacia el Monte de los Olivos, al oriente de la ciudad. Ahora, el versículo 24 del capítulo 11 dice:

"Luego me levantó el espíritu y me volvió a llevar en visión del espíritu de Dios a la tierra de los caldeos, a donde estaban los cautivos. Y se fue de mí la visión que había visto."

Y así el profeta fue llevado de regreso a Babilonia, lugar del que había partido. Y el versículo final del capítulo 11, el versículo 25, dice:

"Entonces referí a los cautivos todas las cosas que el Señor me había mostrado."

Vemos que el profeta regresó para informarle al pueblo que los profetas falsos les habían mentido. El había visto una visión; Jerusalén sería destruida, y el cautiverio total se encontraba muy cerca. Podría decirles por qué Dios los iba a juzgar. Ahora, la gente no lo iba a tomar en serio, pero él continuaría siendo una señal ante ellos.

Al llegar hoy a este capítulo 12 del libro del profeta Ezequiel, esperamos que usted tenga su Biblia en su mano y que busque este pasaje y lo lea con nosotros. Conviene realizar estos estudios teniendo a la vista el texto de las Sagradas Escrituras, porque con frecuencia hacemos referencia a frases anteriores o posteriores al texto que vamos considerando. Todo lo que estamos tratando de hacer es el presentar el gran mensaje de la Palabra de Dios al recorrer sus páginas. Y no sólo estamos buscando su interpretación sino que también buscamos la aplicación para nuestros corazones y nuestras vidas hoy.

En este capítulo 12 llegamos a un nuevo párrafo titulado

Ezequiel representó la destrucción de Jerusalén

El profeta Ezequiel inició una sección en la que continuó `proclamando que el juicio sería inminente, pero el pueblo no creería. Lo importante aquí era la proclamación de la Palabra de Dios; Ezequiel tenía que asegurarse de que estaba comunicando la Palabra de Dios. Y comenzó diciendo en el capítulo1, versículo 1:

"Vino a mí palabra del Señor, diciendo"

Cinco veces en este capítulo (versículos 1, 8, 17, 21 y 26, Ezequiel dijo: Vino a mí la palabra del Señor diciendo: ¿No tiene usted la impresión de que Ezequiel estaba enfatizando la procedencia de su mensaje, que provenía del Señor mismo? Y continuó diciendo en el versículo 2:

"Hijo de hombre, tú habitas en medio de una casa rebelde. Tienen ojos para ver, y no ven; tienen oídos para oír, y no oyen, porque son una casa rebelde."

Por supuesto, Dios había advertido anteriormente a Ezequiel con respecto a este pueblo, pero aquí se lo estaba recordando por que el profeta podría desanimarse. Allá por el principio de la historia de Israel, Dios había dicho, en Deuteronomio 29:4, 4Pero hasta hoy el Señor no os ha dado corazón para entender, ni ojos para ver, ni oídos para oír. Aquel pueblo, desde un punto de vista espiritual, tenía sus ojos cerrados y sus oídos habían dejado de oír. Ezequiel no era el único profeta que había confirmado esta realidad de la condición de aquel pueblo. Isaías, (en 6:9 y 10) y Jeremías también lo habían comprobado. El profeta Jeremías (en 5:21), llegó a decirles; Oíd ahora esto, pueblo necio y sin corazón, que tiene ojos y no ve, que tiene oídos y no oye. Además, el libro de Los Hechos, 28:26, 27) terminó con esta frase: Ve a este pueblo y diles: De oído oiréis y no entenderéis; y viendo veréis y no percibiréis, porque el corazón de este pueblo se ha vuelto insensible, y con dificultad oyen con sus oídos, y sus ojos han cerrado, para que no vean con los ojos y oigan con los oídos, y entiendan de corazón y se conviertan, y yo los sane. Realmente, este pueblo se encontraba en la ceguera y sordera espiritual.

Hoy cuando la gente dice que no puede creer, no se trata de un problema mental, sino de la voluntad del corazón; es que no quieren creer. Algunos dicen que tienen reservas mentales, obstáculos mentales que no pueden superar. Estimado oyente, su mente no es lo suficientemente amplia para elaborar un pequeño obstáculo. El problema nunca se encuentra en el corazón, sino en la voluntad. Hay pecado en la vida y el ser humano no quiere volverse a Dios; no quiere creer en El.

Israel era simplemente como una miniatura del mundo; es decir, que la condición de Israel descrita aquí en este pasaje es la condición del mundo actual. En su espíritu de incredulidad esa nación era un microcosmos de la totalidad del mundo. Es por tal motivo que necesitamos examinar cuidadosamente lo que el libro de Ezequiel tiene que decir.

A causa de la incredulidad de Israel, Ezequiel no solo iba a presentar ante el pueblo una parábola, sino realmente la iba a representar. Ezequiel era un hombre brillante, pero creo que también tenía un verdadero sentido del humor. Me habría agradado ver su rostro cuando se ocupó de los mecanismos de esta representación. Creo que él habrá sido una especie de actor histriónico y que se debe haber divertido mucho al actuar. Leamos ahora los versículos 3 al 6, donde vemos las instrucciones que recibió:

"Por tanto tú, hijo de hombre, prepárate enseres de marcha, y parte de día a la vista de ellos. Te pasarás de tu lugar a otro lugar a la vista de ellos, por si tal vez atienden, porque son una casa rebelde. Sacarás tus enseres de día a la vista de ellos, como enseres para el destierro; pero tú saldrás por la tarde a la vista de ellos, como quien sale en cautiverio. Ante sus propios ojos te abrirás paso a través de la pared, y saldrás por ella. Ante sus propios ojos los llevarás sobre tus hombros, de noche los sacarás; cubrirás tu rostro y no mirarás el país, porque por señal te he dado a la casa de Israel."

Esto es lo que Ezequiel tuvo que hacer. Se introdujo en su casa (por cierto, las casas se encontraban directamente en la calle). El hizo su maleta, como si se fuera de viaje, perforó la pared y salió a la calle. Imaginemos el efecto que debe haber causado el ver a un hombre salir a través de una pared llevando con él sus maletas. Le gente tendría que detenerse a mirar ese espectáculo. Y surgirían muchas preguntas: ¿A dónde iba? ¿A qué venía esto? Y Ezequiel tuvo una respuesta para ellos. Continuemos leyendo los versículos 8 al 12:

"Por la mañana vino a mí palabra de sal Señor, diciendo: Hijo de hombre, ¿no te ha preguntado la casa de Israel, aquella casa rebelde: Qué haces? Diles: Así ha dicho el Señor Dios: Esta profecía se refiere al gobernante en Jerusalén y a toda la casa de Israel que está en medio de ella. Diles: Yo soy vuestra señal. Como yo hice, así se hará con vosotros: partiréis al destierro, en cautividad. Y al gobernante que está en medio de ellos, lo llevarán a cuestas de noche, y saldrán. A través de la pared abrirán un paso para sacarlo por ella, y cubrirá su rostro para no ver con sus ojos el país."

Exequias ocupaba el trono en Jerusalén y los profetas falsos les estaban diciendo a los cautivos que como Nabucodonosor había efectuado dos sitios contra Jerusalén, había tomado cautivos, no había destruido la ciudad, no había incendiado el templo, ni había ejecutado al rey, entonces ellos podrían regresar allí pronto, y no tenían por qué preocuparse. Pero Ezequiel dijo: "Tengo noticias para vosotros: lo que acabo de representar es una figura de lo que sucederá allí en Jerusalén. El rey se encuentra allí, el príncipe, es decir, Sedequías, cree ser muy inteligente. Piensa que podría deslizarse fuera de la ciudad durante el sitio, pero no podrá hacerlo. Cuando salga de la ciudad, no podrá ver ni el suelo que pise."

¿Sabía usted que realmente el rey Sedequías no pudo ver el suelo que pisarían sus pies? Puede usted leer el registro histórico en 2 Reyes 25:1-7; Nabucodonosor le quitó los ojos. Sedequías era una persona engañosa y malvada, y había roto su tratado con Nabucodonosor. Este rey pagano, era más honorable que el rey que ocupaba el trono de Israel. Mirando ahora a nuestra situación actual, diremos que nada perjudica más a la comunidad cristiana que un cristiano deshonesto, especialmente si se trata de alguien que aunque esté activo en la obra del Señor, tiene una reputación baja en el mundo comercial. Sedequías era ese tipo de persona y el mensaje de Ezequiel fue para aquellos cautivos como una píldora amarga para tragar, cuando los profetas falsos habían dicho que sería maravilloso poder regresar a Jerusalén. Y continuó Ezequiel diciendo en los versículos 17 al 19:

"Vino a mí palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, come tu pan con temblor y bebe tu agua con estremecimiento y con ansiedad. Di al pueblo de la tierra que así ha dicho el Señor Dios, sobre los habitantes de Jerusalén y sobre la tierra de Israel: Su pan comerán con temor, y con espanto beberán su agua, porque su tierra será despojada de su plenitud por la maldad de todos los que en ella habitan."

Ezequiel iba a hacer algo peligroso. Iba a colocar su tabla en la calle y a sentarse allí, temblando mientras comía. Entonces la gente vendría y preguntaría: "¿Qué te sucede? ¿Te has resfriado o es algo que has comido?" Y Ezequiel les comunicaría el mensaje de Dios, diciendo: "Quiero que sepáis lo que está sucediendo en Jerusalén: Allí hay hambre, hay temor, y Dios está destruyendo esa ciudad". ¡Qué mensaje terrible tuvo que comunicar! Continuemos leyendo los versículos 22 y 23 de este capítulo 12 de Ezequiel:

"Hijo de hombre, ¿qué refrán es este que tenéis vosotros en la tierra de Israel, que dice: Se van prolongando los días y desaparecerá toda visión? Diles, por tanto: Así ha dicho el Señor Dios: Haré cesar este refrán y no lo repetirán más en Israel. Diles, pues: Se han acercado aquellos días y el cumplimiento de toda visión."

Ezequiel estaba diciendo: "El Señor ha sido paciente, pero ahora esta tolerancia se ha terminado. Se acerca el cautiverio y Dios no va a esperar más para que se produzca". Y el versículo 28 dice:

"Diles, por tanto: Así ha dicho el Señor Dios: No se tardará más ninguna de mis palabras, sino que la palabra que yo hable se cumplirá, dice el Señor Dios."

A todos les gusta pensar que el futuro va a ser mejor. Estimado oyente, lo único hermoso que se encuentra se encuentra por delante en el tiempo es que algún día el Señor Jesús recogerá a Su iglesia del mundo. Esta es la única esperanza que tenemos. Este mundo no va a mejorar, y no vamos a disfrutar de la paz. A lo largo de toda la historia registrada ha habido entre 200 y 300 años de lo que realmente pudo llamarse paz. Así que el ser humano no está construyendo lo que él cree ser un mundo nuevo. Entramos ahora al

Ezequiel 13 - Profecía contra los falsos profetas y profetisas

Observemos que las mujeres también estaban implicadas en esta denuncia. ¿No ha observado usted alguna vez cuántas sectas y cultos han sido fundados por mujeres, o que han desempeñado un papel preponderante en ellos? Puede que parezca extraño destacar esto pero fue cierto en los días de Ezequiel y es también una realidad en los nuestros.

Ezequiel continuó comunicando la Palabra del Señor. Dicen los versículos 1 al 3:

"Vino a mí palabra del Señor, diciendo: Hijo de hombre, profetiza contra los profetas de Israel que profetizan, y di a los que profetizan de su propio corazón: Oíd palabra del Señor. Así ha dicho el Señor Dios: ¡Ay de los profetas insensatos, que andan en pos de su propio espíritu y que nada han visto!"

¿Cuál era el problema? Aquellos profetas profetizaban de su propio corazón. Que Dios tenga misericordia del hombre que ocupa el púlpito y comunica sus propios puntos de vista, y no entrega la Palabra de Dios. Ahora, es posible cometer un error de interpretación y todos tenemos esa posibilidad. Sin embargo hay que aclarar que estamos "intentando" interpretar la Palabra de Dios. Aquellos hombres estaban simplemente comunicando sus pensamientos: como hacer amigos, influenciar gente, pensar positivamente, ser autosuficientes, y pensar de ellos mismos como personas magníficas, y no como pecadores. Este era su mensaje: "Todo va bien en Jerusalén". Y el mensaje divino continuó en los versículos 17 y 18, diciendo:

"Y tú, hijo de hombre, pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo que profetizan de su propio corazón, y profetiza contra ellas. Di: Así ha dicho el Señor Dios: ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las coyunturas de la mano y hacen velos mágicos para las cabezas de personas de toda talla, con el fin de cazar almas! ¿Cazaréis las vidas de mi pueblo y preservaréis vuestras vidas?"

Ezequiel tenía que enfrentarse contra esas profetisas falsas. Aquí dice: pon tu rostro contra las hijas de tu pueblo.....y profetiza contra ellas.

En Génesis 10:8 y 9, Nimrod fue llamado cazador vigoroso ante el Señor. En realidad era un cazador de las almas de los hombres. Esto es también lo que estos cultos falsos hacen, buscar hasta encontrar las almas de las personas.

Y las mujeres también estaban implicadas en esa actividad. En 2 Pedro 2:1, Pedro dijo: 1Hubo también falsos profetas entre el pueblo (es decir, en Israel) como habrá entre vosotros falsos maestros que introducirán encubiertamente herejías destructoras y hasta negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. Hoy hay muchas mujeres que están implicadas en el espiritismo, con sus médiums, adivinos, nigromantes (que pretenden adivinar el futuro invocando a los muertos) y brujas.

Dice aquí ¡Ay de aquellas que cosen vendas mágicas para todas las manos! Lo que esas mujeres estaban haciendo era entregar amuletos, algo para poner en el brazo, que supuestamente protegía de las enfermedades o de cualquier daño. Daban también pañuelos para la cabeza de las personas de toda talla, con el fin de cazar las almas. Daban a las personas un pañuelo sobre el cual habían orado previamente, que supuestamente las ayudaría a mejorar de alguna enfermedad, como si hubiera un mérito en ello, en vez de en el Señor. Estimado oyente, la gran variedad de actividades de este tipo que vemos en la actualidad, no presenta nada nuevo. Es tan antiguo como la raza humana. Cuando Ezequiel lo denunció claramente en sus días, fue "la palabra del Señor Dios", y no su propia palabra.

Anticipándonos al texto que estudiaremos en el próximo capítulo, el capítulo 14, veremos que está dividido en dos secciones principales: la profecía contra la idolatría de los ancianos (que encontraremos entre los versículos 1 al 6) y la certeza de la destrucción de Jerusalén /que encontraremos entre los versículos 12 al 20). Ambas secciones se iniciaron con la frase Y vino a mi palabra del Señor diciendo. Veremos que en ese capítulo el Señor continuó bosquejando el motivo por el cual El juzgó a la ciudad de Jerusalén, de la manera que lo hizo. Y lo importante será comprobar que los principios que se expusieron en este capítulo 14 están operativos también en la actualidad. Porque Dios aun juzga a las naciones.

Debemos detenernos aquí por hoy, y como ya hemos anticipado la estructura general del próximo capítulo, le invitamos a continuar acompañándonos en este recorrido a través de la Biblia, en esta ocasión, por el libro del profeta Ezequiel y le sugerimos que comprueba por usted mismo las divisiones principales del capítulo, porque destacaremos la importancia y aplicación que estas antiguas palabras de Dios pueden tener para nosotros en el día de hoy.

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