Estudio bíblico de Daniel 2:40-44

Daniel 2:40-44

En el día de hoy, continuaremos estudiando el capítulo 2 de este libro profético tan importante en el contexto de la profecía Bíblica. Nos encontrábamos estudiando una sección del capítulo titulada "Definición de los cuatro imperios mundiales y sus destinos". Vamos a recordar brevemente, algunas informaciones y consideraciones expresadas al final de nuestro programa anterior.

Nabucodonosor fue el primer gran gobernante mundial. Creemos que éste era el ideal de Dios para Adán; a Adán se le dio dominio, pero él lo perdió. El mundo ha conocido cuatro grandes gobernantes mundiales; ha habido cuatro grandes naciones que han intentado gobernar el mundo y todas fracasaron en esa tarea. Ninguna pudo alcanzar un verdadero éxito en sus dominios. Pero el primero, el rey Nabucodonosor, realizó la mejor labor.

Daniel comenzó a interpretar inmediatamente este sueño. Los diferentes metales representaban imperios mundiales. A Nabucodonosor se le identificó como la cabeza de oro. Él ejercitó el dominio y la autoridad sobre todo el mundo entonces conocido. Nadie discutió su autoridad. La suya fue una monarquía absoluta, y por cierto, ha habido muy pocas desde entonces. En otras partes de la Biblia se dice más sobre el Imperio Babilónico, incluyendo este mismo libro de Daniel capítulo 5, versículos 18 y 19 y Jeremías 27:5-11. Así que Dios hizo de Nabucodonosor el soberano que ocupó la primera posición, la más alta de la imagen, es decir, la misma cabeza de la imagen. Dios lo convirtió en el primer gran gobernante mundial, y desde entonces, no ha habido ninguno como él.

Cuando leímos el versículo 39 comentamos lo siguiente. El reino que vendría después de Nabucodonosor, rey de Babilonia, sería inferior al suyo. El tercer reino sería inferior al segundo, y el cuarto sería interior al tercero. Esto significa que el cuarto reino o imperio sería el peor de todos ellos. Y aquí, estimado oyente, es donde nos encontramos en la actualidad.

En el versículo 39 se mencionaron dos reinos. Los brazos de plata representaban a Media y Persia. En el capítulo 5 de Daniel, versículo 28, leemos algo sobre el futuro del reino de Babilonia. Dice allí: "Tu reino ha sido roto, y dado a los medos y los persas". No necesitamos especular sobre cual fue el segundo reino, porque ha sido identificado directamente. Recordemos que Daniel vivió en el reino de Nabucodonosor y posteriormente en el reino de Media y Persia. Y podemos leer en el capítulo 6 de Daniel, versículo 8: "Ahora, pues, oh rey, confirma el edicto y fírmalo, para que no pueda ser revocado, conforme a la ley de Media y de Persia, que no puede ser abrogada."

Ahora, el tercer reino, representado por el bronce, del cual se dice en este versículo 39, "el cual dominará sobre toda la tierra", fue el imperio greco-macedonio, el imperio gobernado por Alejandro Magno; y más adelante en nuestro estudio de este libro, tendremos algo más que decir sobre este tercer reino.

Esto nos lleva al cuarto reino. Y aquí es importante destacar que en esta imagen, en esta visión, sólo aparecieron cuatro reinos o imperios. No se mostró a un quinto reino. O sea, que el período del cuarto reino es aquel en el cual nos encontramos en la actualidad.

Comencemos entonces nuestra lectura de hoy leyendo los versículos 40 al 43, de este capítulo 2 de Daniel:

"Y el cuarto reino será fuerte como el hierro; y como el hierro desmenuza y rompe todas las cosas, así él lo desmenuzará y lo quebrantará todo. Lo que viste de los pies y los dedos, en parte de barro cocido de alfarero y en parte de hierro, será un reino dividido; pero habrá en él algo de la fuerza del hierro, así como viste el hierro mezclado con barro cocido. Y por ser los dedos de los pies en parte de hierro y en parte de barro cocido, este reino será en parte fuerte y en parte frágil. Así como viste el hierro mezclado con barro, así se mezclarán por medio de alianzas humanas; pero no se unirán el uno con el otro, como el hierro no se mezcla con el barro."

Este es un pasaje notable de las Sagradas Escrituras. Se dirigió más atención a este cuarto reino que a los otros tres reinos juntos. Daniel usó aquí 4 versículos para describirlo, y para interpretarlo, mientras que dos de los reinos, el segundo y tercer reino, es decir, los imperios medo-persa y griego, fueron descritos en un solo versículo; el versículo 39.

El cuarto reino será el reino de los últimos tiempos. Recordemos que Daniel le dijo a Nabucodonosor que ése era el motivo para mostrarle esa imagen. Dios le estaba hablando a Nabucodonosor, un adorador de ídolos, por medio de esta imagen, y le estaba contando como serían los últimos tiempos. Él era un gobernante mundial, y estaba preocupado al pensar en el futuro de su reino. Estimado oyente, estamos viviendo en el período de los últimos tiempos, y la pregunta de aquel rey continúa siendo una pregunta relevante en la actualidad. ¿Hacia dónde se dirige el mundo?

Tenemos que alejarnos lo suficiente como para contemplar esta imagen en su totalidad. Es una imagen impresionante, de un tamaño enorme. Creemos que era una imagen que se elevaba a gran altura y al contemplarla, Nabucodonosor debió ver que se destacaba notablemente en las planicies de Babilonia. Como vimos al considerar los versículos precedentes, era una imagen de varios metales. Tenía una cabeza de oro, que se refería al imperio de Babilonia. Su pecho y sus brazos eran de plata, y señalaban al imperio Medo-Persa. Su vientre y sus muslos eran de bronce, y se referían a Grecia y Macedonia. Las piernas, eran de hierro, lo cual señalaba a Roma. En los pies, el barro estaba introducido en el hierro, lo cual se refería a la última forma en el que el Imperio Romano adoptaría en la historia, concretamente, en los últimos tiempos.

La imagen representaba a cuatro imperios, y sobre ellos habría que destacar algunos detalles. Se podía apreciar un deterioro bien definido al pasar de un reino a otro, y este detalle se hace evidente en ciertas formas específicas. Debemos decir que este deterioro va en contra de la filosofía y opinión contemporánea. La opinión que prevalece hoy entre mucha gente es de que estamos mejorando cada vez más, y que la evolución continua su curso y las consecuencias se notarán en un movimiento hacia delante y hacia arriba elevando el nivel de progreso humano de forma continua y para siempre. Creemos que hemos alcanzado las mejores formas de gobierno y que somos superiores a las generaciones anteriores que poblaron la tierra. En realidad, ninguna de estas conclusiones es cierta. La raza humana siempre ha querido auto-complacerse pensando que el futuro siempre será mejor.

Sin embargo, la descripción de esta imagen puso en evidencia que se producía un deterioro al pasar de un reino a otro; es decir, que cada uno de ellos era inferior a su predecesor. Esto se reveló en esta imagen de varias formas:

1. La calidad de los metales: el oro es superior a la plata, y la plata es superior al bronce. El bronce es mejor que el hierro, y el hierro es superior al barro. Por ello es evidente este deterioro inexorable.

2. La gravedad específica de los metales: cada metal muestra un deterioro: un científico llamado Tregelles llamó la atención hacia este factor.

3. La posición de cada metal: la cabeza tiene más honor, por ejemplo, que los pies.

4. Las declaraciones específicas del relato. Dice el versículo 39: "Después de ti se levantará otro reino, inferior al tuyo". O sea, que las Sagradas Escrituras son claras al expresar que cada reino será inferior al que lo precedió.

5. La división de la soberanía: la división clara de soberanía denota debilidad. Nabucodonosor fue la cabeza de oro, pero habría dos brazos en el Imperio Medo-Persa. El imperio de Babilonia fue fuerte porque no existía esa división. El Imperio Greco-Macedónico comenzó siendo una unidad, pero pronto se dividió en cuatro partes. Y en cuanto al Imperio Romano, tendría dos piernas de hierro, pero al final, acabará teniendo diez dedos, hechos de hierro y barro cocido.

Hay muchas personas que dicen que creen en la democracia, aunque en la práctica, esta forma de gobierno ha adquirido diversas formas, algunas de las cuales son calificadas como de dudosa realidad democrática, dependiendo en que parte del mundo uno se encuentre. Lo que está claro es que constituye una forma de gobierno representativa. Pero el problema siempre estará en la naturaleza humana controlada por el pecado, que conduce a un abuso del poder en beneficio propio. Desde un punto de vista humano, se opina mayoritariamente que es la mejor forma de gobierno.

Ahora, la forma de gobierno de Dios será en muchos aspectos igual a la cabeza de oro de esta imagen, solo que el que ejerza el gobierno será esa Roca que fue cortada no con una mano humana, y esa Roca no será otro que el Señor Jesucristo. Él va a reinar sobre esta tierra, y no va a pedir asesoramiento o consejo a nadie al respecto. No tendrá un Congreso de representantes de la voluntad popular. Tampoco tendrá un Consejo de Ministros y no efectuará llamamientos para que le vayan a votar porque no convocará elecciones. En realidad, estimado oyente, si usted no toma una decisión para aceptar lo que Él ha hecho para salvarle, usted, con toda seguridad, no se encontrará allí. Y no conviene rebelarse contra este hecho, porque se da el caso de que éste es su mundo; Él lo ha creado. Usted y yo sólo somos como pigmeos en este universo que nos movemos en medio de grandes limitaciones. Hay muchas personas que parecen no poder adaptarse al programa de Dios. Pero éste es Su mundo, y Él lo va a disponer de una forma que se adapte a Su Persona, a Su carácter y manera de actuar.

Su forma de gobierno será una de las formas más estrictas y severas de gobierno que el mundo jamás haya conocido. Usted piensa que ha habido dictadores en este mundo y tiene seguramente una imagen o se ha formado una opinión sobre ellos. Bueno, salvando las distancias, el Señor Jesucristo también va a ejercer Su autoridad absoluta, y si no está dispuesto a inclinarse ante Él, no creemos que usted quiera incluso estar como ciudadano de Su reino cuando Él lo establezca sobre la tierra. Quizá sea mejor que Él tenga otro lugar para personas como estas, porque para ellas no será agradable estar aquí, porque no lo disfrutarían en absoluto. La forma de gobierno de Dios será el gobierno absoluto de un rey, la soberanía efectiva de un gobernante, que será autocrático, detentará el poder absoluto y Su voluntad prevalecerá. Ésa es la razón por la cual es bueno para usted y para mí que comencemos aquí nuestra práctica de inclinarnos ante Él, reconociéndolo como el Señor, porque el va a asumir el control del mundo uno de estos días.

Bien, antes de continuar, deberíamos tomar nota de otro detalle. De acuerdo con esta visión de la imagen que contempló el rey Nabucodonosor, ninguna otra potencia mundial aparece siguiendo a Roma. El Imperio Romano será el último, y estará en existencia en los últimos tiempos. En realidad, ya existe en nuestra época. Todos estos imperios que están incluidos en la imagen de la visión, fueron destruidos por un enemigo exterior, pero ningún enemigo destruyó a Roma. Atila, rey de los Hunos, llegó hasta la ciudad y la saqueó, pero tan impactado, tan atemorizado de lo que vio que fue consciente de que si se quedaba, no podría controlar la situación. Así que tomó a sus bárbaros y salió de la ciudad. El Imperio Romano cayó, pero su caída fue provocada desde dentro, por razones internas. Así que ningún enemigo lo destruyó. Podemos decir que Roma pervive hoy en las grandes naciones de Europa: Italia, Francia, Gran Bretaña, Alemania y España fueron todas ellas parte del Imperio Romano. Las leyes de Roma permanecen vigentes y su idioma también. Pocos hablan hoy en latín, pero este idioma es básico para entender el francés, el español, y otros idiomas. Su espíritu bélico también pervive: Europa ha sufrido guerras desde que el Imperio se desmembró en estos reinos.

Es posible que ciertas condiciones para la aparición de alguien que pretenda formar un gobierno fuerte y eficaz ya hayan comenzado a cumplirse. Nos referimos a las condiciones políticas, que requieren la unidad de las naciones para fortalecer la posición frente a otras potencias, a las condiciones económicas, que requieren la formación de grandes mercados, para tener mayor fortaleza frente a la competencia de las diferentes regiones del mundo y a la línea de pensamiento que pretende crear un mundo unido en el cual no pueda haber guerras. Pero hasta que Dios no quite el obstáculo, este hombre no surgirá y entonces todos estos acontecimientos políticos, económicos o ideológicos se harán realidad. Como ese personaje será el hombre de Satanás, Dios no le permitirá aparecer hasta que Él reúna a un pueblo que invoque Su nombre. Cuando haya finalizado de hacerlo, removerá a Su iglesia de la tierra. Porque Dios está llevando a cabo Su programa, tanto como si es evidente como si no lo es.

En consecuencia y como acabamos de decir, va a venir alguien que reunirá nuevamente al Imperio Romano. Nunca hablamos de la resurrección del Imperio Romano, porque ello implicaría que murió. A lo largo de la historia ha habido varios que han tratado de reunir a ese vasto imperio. Ha habido esfuerzos eclesiásticos para lograr otra vez esa unidad. También el emperador Carlomagno intentó reagruparlo. Napoleón trató de emprender esa tarea, así como varios emperadores de Alemania o dictadores que surgieron en el siglo pasado. Pero hasta el momento, no ha surgido un hombre capaz de realizar esa gigantesca empresa. Y ello se debe a que Dios aún no está dispuesto a que él surja en la escena internacional.

Llegamos entonces a un nuevo párrafo, que trata los siguientes temas:

Destrucción de las potencias mundiales de los gentiles - establecimiento del reino de los cielos sobre la tierra

El desarrollo histórico de los reinos descritos en la estatua que contempló el rey Nabucodonosor, hace surgir la siguiente pregunta: ¿Cuál será el final de este último reino, el reino que se identifica como los pies en la imagen y formados por hierro mezclado con barro? Creemos que el barro representa a las masas, las multitudes, a las diferentes naciones de los diez dedos. El hierro nos habla del hecho de que Roma pervive en esta forma final del antiguo imperio. ¿Cómo va a finalizar este proceso? Encontramos la respuesta en esta sección final del capítulo 2, que se extiende desde el versículo 44 hasta el 49. Vamos a examinar más detenidamente esta sección. Así que leamos ahora el versículo 44 de este capítulo 2 de Daniel:

"En los días de estos reyes, el Dios del cielo levantará un reino que no será jamás destruido, ni será el reino dejado a otro pueblo; desmenuzará y consumirá a todos estos reinos, pero él permanecerá para siempre"

El Anticristo, o el Hombre de Pecado, que tiene aproximadamente unos 35 apodos en la Biblia, será el que reúna al Imperio Romano. Este hombre será un dictador mundial, que gobernará el mundo así como lo gobernó el rey Nabucodonosor al principio, representado por aquella cabeza de oro de la imagen (como podemos ver en Apocalipsis 13). La suya será una forma efectiva e ideal de gobierno. Pero si la persona equivocada se encuentra en la máxima situación de poder político, será horrible. Ése fue el caso del rey Nabucodonosor, como veremos más adelante, y seguramente será cierto del Anticristo.

Cuando el Señor Jesús venga, va a reinar como un gobernante autocrático, y va a sofocar toda rebelión que se dirija contra Él. En ese sentido podemos recordar las palabras del Salmo 2:8 y 9, que dicen: "Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra. Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás". Dios no quiere que nadie pida disculpas por Sus palabras, ni por Su forma de actuar. En ese caso, y si en el futuro hubiera medios para ello, usted podría emprender viaje hacia otro planeta y alejarse de esta tierra. Porque Él va a asumir la autoridad en esta tierra, y nosotros creemos que va e ejercer la autoridad también en cualquier lugar del universo que usted escogiera para retirarse. Porque éste es el universo que Él creó. Y este universo le pertenece.

Bien, amigo oyente, vamos a dejar nuestro estudio aquí por hoy, y vamos a continuar Dios mediante en nuestro próximo programa examinando los próximos versículos de esta última sección del capítulo 2 de Daniel. Y a continuación, también en nuestro próximo programa, vamos a estudiar el capítulo 3 de este libro. Como es nuestra costumbre, le sugerimos leer todo este capítulo 3 para estar más informado de los temas que trataremos en nuestro próximo encuentro. Y esperamos que este estudio sea para usted de provecho espiritual y le ayude a comprender mejor el propósito de Dios para su propia vida, así como algunos de los acontecimientos que ocurren en este mundo en la actualidad.

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