El aposento alto donde Jesús celebró la última pascua con sus discípulos habría sido la casa de María, la madre de Juan Marcos.
Mientras Jesús todavía estaba reunido con sus discípulos, Judas salió con la intención de entregarle a los judíos.
Cuando Judas regresó con la guardia al aposento alto, Jesús y los apóstoles ya lo habían abandonado para ir al huerto de Getsemaní.
El joven Marcos, que estaría ya dormido en la planta de abajo, fue despertado por la multitud que buscaba a Jesús y salió apresuradamente detrás de ellos para ver qué pasaba.
En Getsemaní se colocó a cierta distancia para ver lo que ocurría, pero después que los discípulos huyeron, él siguió en su escondite hasta que fue descubierto por la guardia, momento en que salió huyendo, dejando la sábana con la que estaba cubierto.
Un joven que vivió en Jerusalén en los días del Señor Jesucristo y que pudo conocer por lo tanto su ministerio e incluso estar presente en sus últimas horas antes de morir.
Un creyente que formó parte de la primera iglesia cristiana y que su misma casa fue centro de reunión de los apóstoles y de los testigos de Jesús.
Un discípulo que acompañó al apóstol Pablo y Bernabé en las primeras etapas de la extensión del cristianismo por el mundo gentil y que era tenido en alta estima también por el apóstol Pedro.