Lo que debía guardar: "La forma de las sanas palabras que de mí oíste".
Cómo debía guardarlo: "En la fe y amor que es en Cristo Jesús".
Los recursos con los que contaba: "El Espíritu Santo que mora en nosotros".
Varios ejemplos negativos: los de Asia, Figelo y Hermógenes
Un ejemplo positivo: Onesíforo y su casa
"Muchas veces me confortó". Cuando el apóstol se encontraba en medio del ardor del fuego de la persecución, Onesíforo le había dado aliento y refrigerio. Aun Pablo, un hombre de valor, intrépido y de una fe asombrosa, también pasaba por momentos en los que necesitaba aliento, y las visitas de Onesíforo cumplieron con este propósito. Además, no olvidemos que en aquellos tiempos, las personas que estaban encarceladas tenían que responsabilizarse con frecuencia de sus propias necesidades, y muy probablemente, una de las formas en las que Onesíforo confortó a Pablo fue por medio del suministro de comida.
"No se avergonzó de mis cadenas". Como ya hemos dicho, la identificación con Pablo en aquellos días podía ser peligrosa. Parece que de hecho sus cadenas fueron un elemento que contribuyeron a que el círculo de sus amigos disminuyera casi hasta el punto de desaparecer. Pero ese no fue el caso de Onesíforo. Para él, las cadenas fueron un aliciente para acercarse al apóstol con mayor urgencia.
"Me buscó solícitamente y me halló". Parece que en aquellos días resultaba complicado encontrar a Pablo. Se requería de empeño y de una voluntad firme para localizarlo. Pero Onesíforo logró vencer todos los obstáculos. Cuando Pablo dice, "y me halló", podemos imaginar la cara de sorpresa cuando en aquel recóndito lugar recibió la visita de su leal amigo.