La visión consiste en una fruta que se recoge al final del año agrícola, madura, que debe ser comida pronto.
La palabra hebrea para "el fin" (qetz) al pronunciarse suena muy similar a "fruta de verano" (kayits). Esto hacía que el mensaje fuese claro para su auditorio.
Amaban más las ganancias que a Dios (Verso 5a).
Amaban más las ganancias que la honestidad (Verso 5b).
Amaban más las ganancias que al prójimo. (Verso 6).
La vida disipada, despreocupada, llena de fiestas y excesos de todas clases darían paso al llanto de la muerte: "cambiaré vuestras fiestas en lloro, y todos vuestros cantares en lamentaciones ...".
"Cilicio sobre todo hombro y que se rape toda cabeza". Los ricos vestidos, los lujos y los ungüentos que tanto gustaban se verían cambiados por ropas toscas y cabezas rapadas y sucias. Es la forma de los antiguos de expresar el luto y un profundo dolor.
Lo amargo del dolor que sufrirá el pueblo es comparado con "llanto de unigénito". El llanto amargo que surge del corazón que ha perdido no solamente un hijo, sino el único que tenía.
Toda esa vida basada en la explotación del débil, en el abuso, vida despreocupada e impía terminaría "como día amargo", día de luto y dolor inexpresables.