1Sálvanos, Señor, pues ya no hay creyentes fieles;
ya no hay hombres sinceros. 2Unos a otros se mienten;
hablan con hipocresía y doble sentido. 3Arranca, Señor, de raíz
a los hipócritas y fanfarrones, 4a los que dicen:
«Con tener boca nos basta;
nuestra lengua nos defiende.
¿Quién se atreve a darnos órdenes?» 5Esto ha dicho el Señor:
«A los pobres y débiles
se les oprime y se les hace sufrir.
Por eso voy ahora a levantarme,
y les daré la ayuda que tanto anhelan.» 6Las promesas del Señor son puras;
¡son como la plata más pura,
refinada en el horno siete veces! 7Tú, Señor, nos cuidarás;
¡siempre nos protegerás de tales gentes! 8Los malvados rondan por todos lados
y todo el mundo alaba la maldad.