Estudio bíblico: La multitud a la orilla del mar - Marcos 3:7-12

Serie:   El Evangelio de Marcos   

Autor: Luis de Miguel
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España
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La multitud a la orilla del mar - Marcos 3:7-12

(Mr 3:7-12) "Mas Jesús se retiró al mar con sus discípulos, y le siguió gran multitud de Galilea. Y de Judea, de Jerusalén, de Idumea, del otro lado del Jordán, y de los alrededores de Tiro y de Sidón, oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él. Y dijo a sus discípulos que le tuviesen siempre lista la barca, a causa del gentío, para que no le oprimiesen. Porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él. Y los espíritus inmundos, al verle, se postraban delante de él, y daban voces, diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Mas él les reprendía mucho para que no le descubriesen."

Un resumen de la sección anterior

El pasaje que tenemos delante es un resumen que sirve de transición entre la sección que acaba de terminar (Mr 1:16-3:6) y la que comienza ahora (Mr 3:7-6:6). Será interesante, por lo tanto, que antes de continuar hagamos un breve repaso de lo que ha sido el ministerio del Señor Jesucristo hasta este momento.
Al principio de la sección anterior, el Señor había elegido a algunos de sus discípulos (Mr 1:16-20). A partir de ahí comenzó la formación de este pequeño grupo que le acompañaba en sus viajes por toda Galilea cuando él iba predicando el evangelio del reino de Dios.
1. La presentación de sus credenciales mesiánicas y su programa
El contenido de la enseñanza en esta primera etapa, giró en torno a la relación de Jesús con la religión judía de su tiempo, lo que sirvió para presentar sus credenciales y dar a conocer su programa mesiánico.
Comenzamos viendo que su doctrina y la forma en que la enseñaba, tenían una autoridad totalmente superior a la de los escribas, y tal era así, que quienes le escuchaban quedaban asombrados porque nunca antes habían oído una explicación de la Palabra con ese poder (Mr 1:22,27).
Nos mostró también su autoridad frente al diablo cuando echaba fuera a los demonios y no les permitía dar testimonio de él (Mr 1:23-27) (Mr 1:34) (Mr 3:11-12).
En cuanto a su relación con el sacerdocio, vimos que se sujetaba a la ley y mandaba a un leproso que había sanado a que fuera al templo para que cumpliera con todo lo establecido por Moisés para su purificación. Pero al mismo tiempo, demostró que él era muy superior a los sacerdotes, porque mientras que ellos no podían hacer por el leproso nada más que unos pocos ritos religiosos, Jesús podía restaurarle completamente, tanto a nivel físico, como social y también espiritual (Mr 1:40-45).
Y en relación al perdón de los pecados, los sacerdotes tenían que ofrecer continuamente sacrificios por el pecado, y los tenían que repetir una y otra vez porque nunca saldaban definitivamente el pecado ante Dios. Pero en contraste con esto, el Señor Jesucristo le dijo a un paralítico al que sanó: "Hijo, tus pecados te son perdonados" (Mr 2:5). Evidentemente, en cuando al perdón de pecados, Cristo podía hacer por el pecador mucho más que los sacerdotes.
Pero no sólo era su poder para perdonar pecados en donde encontramos diferencias, también en su relación con el pecador había un fuerte contraste con la actitud de los escribas y fariseos. Jesús se presentó como el Médico divino que se acercaba al pecador para salvarle, mientras que los religiosos se mantenían a distancia por temor a ser contaminados. Así que, a raíz de un incidente ocurrido en la casa de Leví, un publicano recién convertido, Cristo dejó claro que él había venido a buscar a los pecadores y no a aquellos que se sentían justos, en clara referencia a los religiosos judíos (Mr 2:13-17).
También dejó claro que el Reino de Dios que él predicaba no se iba a establecer mejorando algunos ritos religiosos del judaísmo, tales como el ayuno. Él no había venido a reformar un sistema religioso caduco y apartado de Dios, sino a hacer algo completamente nuevo, tanto en lo exterior como en lo interior. Todo esto lo explicó por medio de varias parábolas que encontramos en (Mr 2:21-22).
Pero las mayores controversias que Jesús tuvo con los judíos de su tiempo, tuvieron que ver con el día de reposo. La interpretación de la ley que ellos hacían se apartaba del propósito original de Dios (Mr 2:27), y llegaba a ser gravemente inmoral, tal como denunció el Señor (Mr 3:4-5). En este sentido él había venido a traer auténtico reposo a los corazones quebrantados.
Como vemos, todos estos incidentes de la vida de Jesús que de forma muy condensada nos ha ido narrando Marcos, nos sirven para aprender cuál era la relación del Reino de Dios que Jesús predicaba con el judaísmo de su tiempo. Pero al mismo tiempo, cada incidente sirve para enseñarnos quién es Jesús.
Es el Maestro único, que no tiene comparación con los escribas (Mr 1:22).
Los demonios le reconocían como "el Santo de Dios" (Mr 1:24).
Su poder para sanar y echar fuera demonios no conocía límites (Mr 1:34).
Como Dios tiene autoridad para perdonar pecados (Mr 2:10-11).
Es el Médico divino que busca a los pecadores (Mr 2:17).
Es el Esposo anunciado por los profetas (Mr 2:19-20).
Viaja con sus discípulos en misión sagrada de la misma forma que el rey David lo hacía con sus hombres (Mr 2:25-26).
Se declara como Señor del día de reposo y aun de todos los demás días (Mr 2:28).
2. La reacción de los líderes de Israel frente a Jesús
Aunque las credenciales de Jesús como el Mesías esperado eran asombrosas, ellos fracasaron en su misión de identificarle como tal, y en lugar de eso le criticaron constantemente.
(Mr 2:7) "¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice. ¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?"
(Mr 2:16) "Y los escribas y los fariseos, viéndole comer con los publicanos y con los pecadores, dijeron a los discípulos: ¿Qué es esto, que él come y bebe con los publicanos y pecadores?"
(Mr 2:18) "Y los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunaban; y vinieron, y le dijeron: ¿Por qué los discípulos de Juan y los de los fariseos ayunan, y tus discípulos no ayunan?"
(Mr 2:23-24) "Un día de reposo, sus discípulos, andando, comenzaron a arrancar espigas. Entonces los fariseos le dijeron: Mira, ¿por qué hacen en el día de reposo lo que no es lícito?"
Y finalmente le rechazaron con todo su odio:
(Mr 3:6) "Y salidos los fariseos, tomaron consejo con los herodianos contra él para destruirle."
Como Jesús no aceptó sujetarse a la falsa autoridad de los líderes religiosos del judaísmo, ellos concluyeron que era una persona no grata. Por lo tanto, fariseos y herodianos, es decir, el poder religioso y el político del momento se unieron contra él con el propósito de destruirle.
Pero en realidad, no era Jesús quien tenía que sujetarse a los judíos, sino ellos a Jesús. Sus credenciales como Mesías de Israel eran muy claras y no dejaban lugar a la duda. ¿Por qué entonces no se sometieron a él? El apóstol Pablo hizo un diagnóstico muy preciso de la situación: "Porque ignorando la justicia de Dios, y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios" (Ro 10:3).
3. ¿Cómo veía el pueblo llano a Jesús? ¿Qué pensaban de él?
Podemos decir que en general le admiraban:
(Mr 1:22) "Y se admiraban de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas."
(Mr 2:12) "... todos se asombraron y glorificaron a Dios, diciendo: Nunca hemos visto tal cosa."
Pero sobre todo le buscaban para ser sanados por él:
(Mr 1:32-33) "... le trajeron todos los que tenían enfermedades, y a los endemoniados; y toda la ciudad se agolpó a la puerta."
(Mr 3:8,10) "... oyendo cuán grandes cosas hacía, grandes multitudes vinieron a él? porque había sanado a muchos; de manera que por tocarle, cuantos tenían plagas caían sobre él."
Quizá podríamos resumir diciendo que aunque su fama entre la población se había extendido por todas partes, en realidad le seguían de una forma muy interesada y superficial por los milagros que hacía.

Una nueva sección

A raíz de la fuerte oposición manifestada por los líderes religiosos judíos y de la superficialidad de las masas, el Señor Jesús estableció un cambio de estrategia que Marcos recoge en su evangelio. Tenemos por lo tanto una nueva sección (Mr 3:7-6:6) en la que vamos a ver cómo enfrentó Jesús este clima de oposición y odio.
1. Su actitud frente a los líderes religiosos y políticos
Como consecuencia inmediata del rechazo de los fariseos, Jesús se retiró de las sinagogas de los judíos y comenzó a desarrollar su ministerio a las orillas del Mar de Galilea (Mr 3:7).
Esta es la primera referencia en Marcos al Señor "retirándose" para evitar una confrontación prematura con las autoridades judías. No había otra opción, a menos que Jesús quisiera verse involucrado en una colisión frontal con las autoridades religiosas que habría precipitado el fin de su ministerio mucho antes de que sus discípulos tuvieran una comprensión adecuada de su Persona y su Obra.
2. Su actitud frente a las multitudes
La fama de Jesús había crecido hasta el punto de saltar las fronteras judías. El evangelista nos dice que las multitudes venían a él no sólo de Judea y Jerusalén, sino también de los países alrededor: Idumea al sur, Tiro y Sidón al norte, Decápolis y Perea al otro lado del Jordán al este (Mr 3:7-8).
Una gran multitud de personas necesitadas le buscaban y venían a él. Marcos hace notar que percibían sus necesidades mayormente en el ámbito de lo físico y no en el espiritual. Parece que tenían más interés en ver sus obras y recibir sus milagros que en oír sus palabras. Para ellos Jesús no era más que un sanador poderoso capaz de solucionar sus problemas.
Pero este tipo de religiosidad popular, caracterizada por una fe superficial, interesada y mágica, no agradaba a Jesús. De hecho, cuando él explicó los términos espirituales sobre los que iba a establecer su Reino, ellos finalmente le rechazaron y se volvieron atrás (Jn 6:60-66). Sin embargo, a pesar de todo esto, Jesús siempre estuvo dispuesto a sanarles, manifestando de esta forma su infinita misericordia.
Pero para el avance de su obra, esto no podía continuar indefinidamente de esta manera, así que comenzó a hacer diferencias. Hizo una clara separación entre "los que están afuera" y "los que están con él".
(Mr 3:31-32,34) "Vienen después sus hermanos y su madre, y quedándose afuera, enviaron a llamarle. Y la gente que estaba sentada alrededor de él le dijo: Tu madre y tus hermanos están afuera, y te buscan... Y mirando a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y mis hermanos."
Comenzó a enseñarles por medio de parábolas con la finalidad de hacer diferencia entre ellos.
(Mr 4:10-11) "Cuando estuvo solo, los que estaban cerca de él con los doce le preguntaron sobre la parábola. Y les dijo: A vosotros os es dado saber el misterio del reino de Dios; mas a los que están fuera, por parábolas todas las cosas."
(Mr 4:34) "Y sin parábolas no les hablaba; aunque a sus discípulos en particular les declaraba todo."
En realidad, el rechazo del pueblo judío y su falta de una aceptación adecuada de su persona, le llevó al establecimiento de un nuevo pueblo.
Es desde esta perspectiva que tenemos que considerar la elección de los doce apóstoles. De la misma manera que la nación de Israel se había fundado sobre los doce patriarcas, Jesús constituyó a los doce apóstoles como el fundamento o primeras piedras de un nuevo pueblo espiritual.
3. Su actitud hacia los demonios
De la misma manera que ya vimos en (Mr 1:25), Jesús prohibía a los espíritus inmundos que descubriesen quién era él. ¿Por qué?
Los escribas rápidamente comenzaron a decir al pueblo que Jesús y los demonios eran aliados (Mr 3:22). Por lo tanto, si Jesús permitía a los demonios que le proclamasen, ¿no parecería que él mismo estaba confirmando las acusaciones de estos escribas?
El no negaba que era el Hijo de Dios, pero quería controlar el tiempo y la forma de ser revelado como tal. Un adelanto habría traído consecuencias desastrosas que habrían acabado fácilmente en una revuelta popular y esta no era la meta de su ministerio.

Preguntas

1. Enumere y explique brevemente las diferencias que hemos visto hasta aquí entre el Reino de Dios que anunciaba Jesús y el judaísmo de su tiempo.
2. ¿Cómo ha presentado Marcos al Señor Jesucristo hasta este momento? Preste especial atención a sus atributos divinos y coloque las citas bíblicas.
3. ¿Cuál cree que fue la razón por la que los fariseos y herodianos decidieron destruir a Jesús?
4. Razone sobre la actitud de las multitudes que seguían a Jesús.
5. Explique brevemente cuál fue a partir de este momento la actitud de Jesús frente a los líderes religiosos y hacia las multitudes.
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