Vivimos en un mundo en el que hay grandes realidades espirituales que no vemos con nuestros ojos físicos. El profeta Eliseo oró en varias ocasiones para que las personas que le rodeaban pudieran llegar a verlas...
Que los hombres mataran al mismo Hijo de Dios, ha sido el pecado más grave que la humanidad ha cometido. ¿Cuál sería la respuesta de Dios ante este hecho? Dios sigue amando a este mundo pecador y nuevamente les extiende sus brazos abiertos dispuesto a perdonarles...
Ezequías tomó algunas malas decisiones en su vida que merecieron la reprensión del profeta Isaías. A pesar de todo, él se humilló y buscó nuevamente los caminos del Señor. ¡Qué gran ejemplo para nosotros!
El Señor nos enseña que hay diferentes grados de responsabilidad entre los que rechazan el evangelio. El principio expuesto es que a mayor luz, mayor responsabilidad.
En la guerra espiritual en la que cada creyente se encuentra, es imprescindible saber quién es el enemigo y cuáles son sus tácticas. Eliseo, un verdadero profeta de Dios, advirtió de ambas, colocando al pueblo a salvo del peligro. Hoy también necesitamos hombres de Dios que hablen con claridad de estas cosas...
Hay una diferencia esencial entre el mundo y la iglesia, lo que produce antagonismo y conflictos permanentes. A pesar de esto, la iglesia no debe olvidar que ha sido dejada en el mundo para comunicar el amor de Dios por medio del Evangelio.
Es sabido que para el hombre no hay peor cosa que un período de abundancia, y los creyentes no están libres de esto. Parece que los cristianos son más fieles en los tiempos de persecución y prueba que en los de prosperidad y riqueza. Lo que le ocurrió a Ezequías tiene mucho que enseñarnos sobre esto...
El Señor estaba enviando a los discípulos a dar testimonio de él al mundo, pero les advirtió honestamente del costo que este servicio tendría para ellos: la persecución y el odio del mundo. La historia del cristianismo ha demostrado que lo que el Señor les dijo sigue siendo verdad.
Un joven profeta perdió su herramienta de trabajo y buscó ayuda en Eliseo. La historia contiene importantes lecciones sobre el uso de los dones recibidos. ¡Cuántos dones se oxidan, se embotan o se pierden por no tener cuidado de ellos!
El Señor nos eligió con el fin de llevar el evangelio a todo el mundo. Esta tarea parece imposible para seres débiles como los creyentes, pero contamos con todos los recursos del Señor a través de la oración...