Estudio bíblico de Salmos 76-78
Salmos 76, 77 y 78
Continuando nuestro estudio en el libro de los Salmos, llegamos hoy al Salmo 76. Confiamos que usted tenga su Biblia ante usted, ya que de esta manera este estudio tendrá un mayor significado. Lo que deseamos mencionar es que los Salmos no son solamente la Palabra de Dios, sino que también han sido presentados de una manera que tiene importancia. No vamos a insistir en decir que este arreglo ha sido inspirado, pero usted perderá mucho de su mensaje si ignora la forma en que han sido dispuestos, porque ellos relatan una historia. Hay un mensaje que se desarrolla en cada serie de salmos. Recordemos que el Salmo 75 era un salmo de gratitud por la liberación de Dios de las garras de una potencia del norte. Ellos no podrían obtener ayuda del este, del oeste o del sur, y del norte provenía la amenaza. Esa potencia del norte invadirá la tierra de Israel, lo cual creemos que ocurrirá durante el período de la gran tribulación. Ahora el Salmo 76 muestra al Señor reinando en su reino como Rey y Sacerdote, como el verdadero Melquisedec del Antiguo Testamento. El habitante de la tierra aparece aquí como súbdito de ese Rey.
Vamos a leer los primeros dos versículos. Siga usted también la lectura de este Salmo 76 en su Biblia,
"Dios es conocido en Judá; en Israel es grande su nombre. En Salem está su Tabernáculo y su habitación en Sión".
Salem es el nombre antiguo de Jerusalén y significa "la morada de paz". Se mencionan aquí cuatro lugares geográficos, y ninguno de ellos tiene algo que ver con las ciudades en que usted y yo vivimos, o con algún país en nuestro hemisferio, La referencia es a Judá, Israel, Salem, que es Jerusalén, y Sion, lugares del Oriente medio. El hecho de que este Salmo sea de bendición para nosotros radica en su aplicación, no en su interpretación. Y creemos que todas las Sagradas Escrituras son para nosotros. Ahora, el versículo 3, de este Salmo 76, dice:
"Allí quebró las saetas del arco, el escudo, la espada y las armas de guerra".
Ese es el día al cual se refirió el profeta Isaías, cuando en el capítulo 2:4 dijo que convertirían sus espadas en arados, y sus lanzas en hoces; que ninguna nación levantaría espada contra otra, y que nunca más se adiestrarían para la guerra. Y hasta que el Señor Jesucristo reine, sería mejor no aplicar este versículo a las Naciones Unidas, pues no se adapta a la actual realidad internacional. Isaías estaba hablando sobre la paz que vendrá al mundo cuando Cristo regrese. Hasta que el pecado del corazón humano sea tratado con la redención o el juicio, no habrá paz en la tierra. Continuemos leyendo el versículo 4:
"Glorioso eres tú, poderoso más que los montes de caza".
Otra versión lo traduce así: "Estás rodeado de esplendor; eres más imponente que las montañas eternas". La referencia de los montes señala a Jerusalén. La ciudad ha sido asediada 27 veces. Ha sido realmente el objetivo de cazadores, de sus enemigos.
El Señor va a juzgar a los arrogantes y orgullosos que han caminado por esta tierra y a aquellos que han luchado contra la ciudad de Jerusalén. Y dice el versículo 5:
"Los fuertes de corazón fueron despojados, durmieron su sueño; no hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes".
La expresión durmieron su sueño es interesante. ¿Cómo pudieron hacerlo? Significa que los valientes ya no estaban más en estado de alerta. El apóstol Juan escribió en su primera carta 5:19, que el mundo entero está bajo el control del maligno. Y el diablo no quiere que el mundo se despierte. No quiere que se entere de que habrá un juicio y de que hay salvación en Cristo. También dice aquí que no hizo uso de sus manos ninguno de los varones fuertes. Al despertar del sueño, eran como los Madianitas en los días de Gedeón (Jueces 7:21) cuando fueron despertados por el sonido de trompetas y vieron las luces brillando en la oscuridad, salieron corriendo y dieron alaridos mientras huían. Leamos ahora el versículo 6 de este Salmo 76:
"A tu reprensión, Dios de Jacob, el carro y el caballo fueron entorpecidos".
Cuando el Señor regrese, ante Su reprensión, los carros y caballos serán neutralizados. En aquel momento, el Señor resplandecerá en Su gloria. Isaías 60:1 nos habló de ese día diciendo: Levántate, resplandece; porque ha venido tu luz, y la gloria del Señor ha nacido sobre ti. A veces se cantan estas palabras durante la Navidad, y en realidad no tienen ningún cumplimiento en el nacimiento de Cristo. Serán cumplidas cuando Él venga una vez más a esta tierra. Y ese será un gran día, pero que aún está en el futuro. Luego en Isaías 4:5 nos dijo más sobre ese día futuro: Y creará el Señor sobre toda la morada del monte de Sion, y sobre los lugares de sus asambleas, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de llamas de fuego. Y sobre todo, la gloria del Señor, como un dosel. La gloria que se encontrará allí será la persona de Cristo.
Y el día de la venganza de nuestro Dios llegará. Leamos los versículos 7 al 9:
"¡Temible eres tú! ¿Quién podrá estar en pie delante de ti cuando se encienda tu ira? Desde los cielos hiciste oír tu juicio; la tierra tuvo temor y quedó en suspenso cuando te levantaste, Dios, para juzgar, para salvar a todos los mansos de la tierra".
En Apocalipsis 6:17 Juan dijo: Porque el gran día de su ira ha llegado y ¿quién podrá sostenerse en pie?
Cuando el Señor regrese a la tierra, todas las cosas serán puestas bajo su control. Y dice el versículo 10:
"Ciertamente la ira del hombre te alabará; tú reprimirás el resto de las iras".
Dios dice que El permitirá que el hombre avance hasta cierta distancia. Sin embargo, durante la Gran Tribulación parece que el Señor removerá toda restricción y permitirá que el ser humano llegue hasta el límite. En la actualidad el ser humano está siendo restringido. Y el que contiene el mal es el Espíritu Santo. ¿Quién más podría restringir hoy la maldad en el mundo? Dios hará que la ira de los seres humanos se convierta en alabanza hacia El. Leamos ahora el versículo 11:
"Prometed y pagad al Señor vuestro Dios; todos los que están alrededor de él traigan ofrendas al Temible".
La furia satánica contra Dios y Su Ungido, será restringida por El. Y, como lo expresa el Salmo 110:3, Tu pueblo se te ofrecerá voluntariamente en el día de tu mando. Su pueblo hará promesas, y las cumplirá. Las naciones no judías estarán sometidas a Él. Dice el Salmo 72:10 y 11, Los reyes de Tarsis y de las costas traerán presentes; los reyes de Sabá y de Seba ofrecerán dones. Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones lo servirán. Y así llegamos al
Salmo 77
Este fue un Salmo para Jedutún. Usted recuerda que Jedutún era un músico y aquí es el músico principal. Este Salmo fue escrito para él por Asaf, sea para interpretarlo o para cantarlo. Este es un Salmo que revela que había llegado la hora de estudiar profundamente el alma, a causa de la perplejidad de la mente del pueblo de ese día con respecto a la misericordia y bondad de Dios. La fe tiene sus problemas, pero la fe puede hallar la solución. La respuesta, nuevamente, se encontraba en el santuario. La historia revela que Dios no olvida. Leamos los versículos 1 y 2:
"Con mi voz clamé a Dios, a Dios clamé porque él me escucha. Al Señor busqué en el día de mi angustia; alzaba a él mis manos de noche, sin descanso; mi alma rehusaba el consuelo".
Tenemos que decir aquí que el día de las dificultades es un buen momento de buscar a Dios. Es bueno clamar a Dios en el día de la angustia.
El salmista dijo él me escucha. Dios le escuchará a usted, estimado oyente, si tiene dificultades. Usted puede dirigirse a Él. Él es real, pero no es porque nosotros lo decimos o porque está escrito aquí, porque usted lo comprobará personalmente por su propia experiencia. Él ya nos ha dicho: Gustad, y ved que es bueno es el Señor. (Sal. 34:8) Usted, estimado oyente, puede verificar que estamos hablando de una realidad.
No creemos que el salmista se esté refiriendo aquí a algo físico, sino que el dolor, la herida se encontraba en su propia alma. Luego el versículo 6 dice:
"Me acordaba de mis cánticos de noche; meditaba en mi corazón y mi espíritu inquiría"
Es hermoso poder cantar en la noche. No estamos hablando de cantar en voz alta y despertar a todo el mundo, pero sí que uno pueda recordar una canción en la noche. El salmista dijo: Me acordaba de mis cánticos de noche. Durante la noche es cuando uno se despierta y los temores se hacen bien presentes. Los problemas parecen mucho más grandes de lo que son en realidad. Todo en la oscuridad parece de una dimensión mayor de lo que realmente es, y es entonces cuando uno se preocupa. Es el momento apropiado para recordar una canción.
Luego el escritor planteó unas preguntas complejas. Leamos los versículos 7 al 9, de este Salmo 77:
"¿Desechará el Señor para siempre y no volverá más a sernos propicio? ¿Ha cesado para siempre su misericordia? ¿Se ha acabado perpetuamente su promesa? ¿Ha olvidado Dios el tener misericordia? ¿Ha encerrado con ira sus piedades?".
Podríamos decir que en la práctica, un ateo se expresaría de esta manera, pero yo me he formulado las mismas preguntas, y quizás usted también. ¿Somos conscientes de que muchos de los creyentes practicamos cierta forma de ateísmo? Porque a veces actuamos como si Dios no existiera, como si El no escuchase nuestras oraciones, como si nos hubiera desechado. Vivimos como si Dios ya no estuviera en una actitud favorable hacia nosotros y hubiera dejado de expresarnos Su gracia. Y debemos decir que Dios es bueno. El quiere ser bondadoso, misericordioso con usted y conmigo. Indiferentemente de lo que usted haya hecho, El quiere lo bueno, lo mejor para usted. Leamos ahora el versículo 13:
"Dios, santo es tu camino; ¿qué dios es grande como nuestro Dios?"
Recordemos que al comenzar esta sección, es decir, la sección equivalente a Levítico en los Salmos, dijimos que la relacionábamos con el Levítico por estar basada en el santuario, en el lugar Santo. Pasajes como Hebreos 10:25, nos recuerdan la importancia de que los creyentes se reúnan en su congregación como iglesia. Se nos pide que nos reunamos con los otros miembros del pueblo de Dios, Dios no quiere que nos aislemos para disfrutar de la Palabra de Dios en solitario. Debemos compartirla con otros para poder crecer espiritualmente junto con ellos. Pertenecemos a la familia de Dios y tenemos que compartir unos con otros tanto el estudio de la Palabra como las bendiciones. Si usted desea encontrar una respuesta a sus preguntas, tendrá que reunirse con el pueblo de Dios. Si usted asiste a una iglesia o comunidad donde la Palabra de Dios es predicada y enseñada, podrá crecer espiritualmente en una relación de compañerismo y podrá compartir sus preguntas y respuestas a la luz de cómo actúa Dios en las vidas de otros cristianos.
Ahora llegamos a una escena relacionada con el mar. Leamos los versículos 16 al 19, de este Salmo 77:
"Dios, te vieron las aguas; las aguas te vieron y temieron; los abismos también se estremecieron. Las nubes echaron inundaciones de aguas: tronaron los cielos y se precipitaron tus rayos. La voz de tu trueno estaba en el torbellino; tus relámpagos alumbraron el mundo; se estremeció y tembló la tierra. En el mar fue tu camino y tus sendas en las muchas aguas; tus pisadas no fueron halladas".
Este pasaje se refiere específicamente a las obras de Dios, cuando Él guió a los israelitas en el cruce del Mar Rojo. Y dice el versículo 20:
"Condujiste a tu pueblo como a ovejas por mano de Moisés y de Aarón".
Estimado oyente, aquí hay una aplicación para nosotros. Dios es capaz de liberar a Su pueblo en la actualidad de la ola de ateísmo, rebelión contra principios éticos cristianos e inmoralidad. Realmente, tenemos a un Buen Pastor celestial. Y ahora llegamos al
Salmo 78
Y llegamos ahora al Salmo 78, que es un Masquil de Asaf, salmo de instrucción, que cubre la historia de Israel desde Egipto al tiempo de David. En el podemos ver el fracaso del pueblo y la fidelidad de Dios. Es un Salmo maravilloso, que nos invita a acudir a Dios para que escuche y responda.
En primer lugar, es el llamado de Dios a su pueblo, pidiéndole que le escuche. En el primer versículo, leemos lo siguiente:
"Escucha, pueblo mío, mi Ley; inclinad vuestro oído a las palabras de mi boca".
Este es un salmo extenso y solo podemos comentar los puntos más importantes. Pero le animamos a leer en su Biblia la totalidad del Salmo, porque será de bendición para su corazón. Leamos ahora los versículos 9 y 10:
"Los hijos de Efraín, arqueros muy diestros, volvieron las espaldas en el día de la batalla. No guardaron el pacto de Dios ni quisieron andar en su Ley"
Esa es una referencia directa, al tiempo en que Efraín no fue a la batalla y Dios tomó nota de ello. En un sentido más amplio, Efraín era típico de la conducta de todo Israel y de todo el pueblo de Dios. En aquel entonces, era Israel; y hoy, es la Iglesia. Y la fidelidad de Dios es inmutable. Dicen los versículos 17 al 19:
"Pero aun así, volvieron a pecar contra él, rebelándose contra el Altísimo en el desierto, pues tentaron a Dios en su corazón, pidiendo comida a su gusto. Y hablaron contra Dios, diciendo: ¿Podrá poner mesa en el desierto?"
Estas palabras revelan el tipo de incredulidad que se ve entre los cristianos en la actualidad. Es una especie de ateísmo práctico por parte del pueblo de Dios.
Y observemos lo que Dios hizo. Leamos el versículo 25 de este Salmo 78:
"Pan de nobles comió el hombre; les envió comida hasta saciarlos".
Aquí vemos que Dios les dio todo lo que necesitaban. Sin embargo, ellos dudaban de Dios y le criticaban.
Este salmo de instrucción concluye con una alusión a David. Leamos finalmente los versículos 70 al 72:
"Eligió a David su siervo y lo tomó de los rebaños de ovejas; de detrás de las paridas lo trajo, para que apacentara a Jacob su pueblo, a Israel su heredad. Y los apacentó conforme a la integridad de su corazón; los pastoreó con la pericia de sus manos".
David es el tipo de Aquel que era el Señor de David y que sería el descendiente de David. Dios fue fiel para con ellos, y, estimado oyente, es fiel con nosotros hoy. Solo requirió de los Suyos obediencia a su Palabra. Su amor por su pueblo en la actualidad es una realidad y su fidelidad hacia todas las generaciones de todos aquellos que creyeron en El es un estímulo para aumentar nuestra confianza en El, en Su protección, en Su provisión abundante para nuestras necesidades, tanto materiales como espirituales.
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