Estudios biblicos de Levítico

Predicaciones cristianas en texto y audio de Levítico

Comentario bíblico del libro de Levítico
El tema principal de Levítico tiene que ver con dos preguntas fundamentales: ¿Cómo puede el hombre pecador acercarse al Dios santo? ¿Cómo puede mantener la pureza en su vida diaria para no perder la comunión con Dios? El libro detalla la importancia de los diferentes tipos de sacrificios de animales y también la labor de los sacerdotes como mediadores. Es imprescindible entender todo esto para poder comprender bien la Obra de Cristo en la Cruz como el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y como Sumo Sacerdote que intercede por nosotros ante el Padre...

Levítico 1:1-2

Comenzamos nuestras reflexiones en el libro de Levítico, al que muchos cristianos consideran monótono por la gran cantidad de sacrificios, ceremonias, instrucciones, advertencias... Pero aquí aprenderemos dos verdades fundamentales: el camino para llegar a Dios sólo es posible a través del sacrificio, y la única manera de andar y vivir con Dios es la santidad. Podríamos decir que el libro de Levítico contesta a dos preguntas básicas para el ser humano: ¿Cómo puedo acercarme a Dios? ¿Cómo puedo mantener la comunión con Dios?

Levítico 1:3-17; 6:8-13

El libro de Levítico contiene las reglas por las que se debían ofrecer los sacrificios. El primero de ellos era el holocausto, que al ser completamente quemado ascendía al cielo como un olor agradable para Dios. Al estudiar estas ofrendas no podemos olvidarnos de que simbólicamente tratan distintos aspectos de la obra de Cristo en la Cruz. Por ejemplo, el holocausto nos recuerda cómo "se entregó a sí mismo por nosotros, ofenda y sacrificio a Dios en olor fragante".

Levítico 2:1-16

Todas las ofrendas de Levítico nos hablan de la Persona y de la Obra de Cristo. En particular, la ofrenda de cereales nos revela la perfecta humanidad de Jesús en toda su belleza. Él es como la flor de harina, sin grumos, limpia. Bien podemos decir que Jesús ha sido el único hombre "normal" que ha pisado este mundo después de la caída. Pero la harina también nos recuerda que él "fue molido por nuestros pecados"...

Levítico 3:1-17

Cada una de las ofrendas nos muestran algún aspecto de la admirable persona de Cristo y su obra. La ofrenda de paz era diferente a las otras porque del sacrificio se separaba una parte importante para Dios, otra para el sacerdote y otra para la persona que la ofrecía, siendo comida posteriormente allí mismo en un ambiente festivo. Por lo tanto, el énfasis recae principalmente en la comunión y el compañerismo. Podríamos decir, que una vez perdonados los pecados, era restaurada la comunión y la amistad, no sólo con Dios, sino también con nuestros semejantes...

Levítico 4:1-12

La ofrenda por el pecado nos recuerda una de las necesidades más profundas y desesperadas que tenemos todos los seres humanos. Los sacrificios de animales sólo eran un símbolo de la muerte de Jesús en la Cruz. Sólo él puede proveernos el perdón completo de todos nuestros pecados y librarnos de nuestros sentimientos de culpa...

Levítico 4:13-35

El término pecado no es muy popular en la actualidad, pero Dios sigue considerándolo como el obstáculo fundamental para que el hombre pueda tener una relación correcta con él. En ese pasaje veremos diferentes grados de responsabilidad en función de quién fuera la persona que pecaba. En cualquier caso, todos los sacrificios nos recuerdan a Cristo en la cruz y el principio básico que encontramos en la Palabra: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonarnos los pecados y para limpiarnos de toda maldad".

Levítico 5:1-19

El hombre peca porque es pecador. La Biblia insiste en que cualquier pecado tiene consecuencias, incluso aquellos que cometemos por ignorancia o sin darnos cuenta. Cuando pecamos, además de ofender a Dios, también hacemos daño a otros, y a nosotros mismos. Pero las buenas noticias que encontramos en estos antiguos pasajes, es que Dios había provisto de una solución para el perdón del pecado por medio de sacrificios, que finalmente apuntaban hacia la Obra suprema de Cristo en la Cruz.

Levítico 6:1-30

Estamos considerando diferentes instrucciones en cuanto a los sacrificios. Veremos que cuando una persona pecaba contra otra, no sólo debía ofrecer un sacrificio por su pecado, sino que también debía restituir aquello que había dañado. También consideraremos el holocausto continuo, que nos recuerda nuestra necesidad de consagrarnos constantemente a Dios, siguiendo el ejemplo perfecto de Cristo...

Levítico 7:1-38

Nos encontramos con algunas instrucciones adicionales en cuanto a los sacrificios. En ellas se especifica qué partes del sacrificio correspondían a Dios, cuáles al sacerdote y también la parte del que ofrecía. Por supuesto, Dios tenía siempre la primera parte, pero se establecía cierta comunión con la persona que ofrecía el sacrificio al participar juntos de él. Pero para participar correctamente, era necesaria una actitud de gratitud y también de limpieza moral...

Levítico 8:1-13

El hombre pecador no puede presentarse directamente ante un Dios santo, necesita un sacerdote que interceda por él. En el orden levítico, Dios había elegido a Aarón para que fuera sumo sacerdote, aunque tratándose de un hombre débil, primero tenía que ser consagrado. El ritual por el que esto se llevaba a cabo incluía la limpieza por sangre, el lavamiento con agua, el ser vestido con unas vestiduras especiales y la unción con aceite. Todo este proceso nos recuerda diferentes aspectos del Señor Jesucristo, quien es el verdadero Sumo Sacerdote...