Estudio bíblico de Proverbios 9:1-10:4

Proverbios 9:1-10:4

Llegamos hoy, amigo oyente, al capítulo 9 del libro de Proverbios. El lugar donde la sabiduría ha abierto su escuela. El joven se ha matriculado en la escuela de la sabiduría y nos sentimos agradecidos por ello. Todo está preparado, así es que vamos a observar a esta escuela de la sabiduría. La campana que llama a las clases en la escuela está por sonar. Leamos los primeros 5 versículos del capítulo 9 de Proverbios, que nos hablarán entonces de

La escuela de la sabiduría

"La Sabiduría edificó su casa, labró sus siete columnas, ha preparado su alimento, mezcló su vino y puso su mesa. Envió a sus criadas, y sobre lo más alto de la ciudad clamó, diciendo a todo ingenuo: «Ven acá», y a los insensatos: «Venid, comed de mi pan y bebed del vino que he mezclado."

La sabiduría ha edificado su casa. Este es el colegio de la sabiduría. Observemos que tiene siete columnas. Estas siete columnas nos hablan de algo que ha sido completado. La escuela ofrece una educación completa, desde los primeros niveles hasta los más últimos cursos universitarios.

No minimicemos la importancia de una buena educación. Algunos destacan que el Señor Jesucristo eligió para Sus discípulos a doce hombres que no habían recibido una educación. Y utilizan ese argumento para intentar la inutilidad de usar títulos como, por ejemplo, el de Doctor. Pero debemos decir que, cuando este título no se obtiene de forma honorífica, representa muchos años de arduo trabajo y, por lo tanto, las personas que se han sometido a esa disciplina para especializarse en áreas muy concretas, tienen derecho a usarlo.

Ahora en lo que concierne a la preparación de los apóstoles, podemos afirmar que cualquiera que hubiera pasado tres años con el Señor Jesucristo no era una persona ignorante. Esos doce hombres que estuvieron con Él tuvieron un gran conocimiento, por haber sido instruidos por el mejor Maestro que el mundo ha tenido jamás. Y, por supuesto, el apóstol Pablo había recibido una excelente educación en las escuelas de su tiempo. Nadie podría decir que él era un hombre ignorante. Ya hemos dicho que la sabiduría es el Señor Jesucristo y Él, estimado oyente, puede darle a usted una educación completa.

El versículo 2 nos dice que ella preparó un banquete, mezcló su vino y puso la mesa. Había llegado entonces el momento de ir a la escuela y comenzar a disfrutar de los cursos que habían sido preparados.

El versículo 3 nos dice que la sabiduría había enviado a sus doncellas y ahora clama desde lo más alto de la ciudad, Aquí se nos da una imagen muy gráfica. Permítanos recordarle que nosotros tenemos la misma invitación en esta época. Se ha preparado una fiesta de bodas y las invitaciones son enviadas a todos los invitados informándoles que ya está todo preparado, Muchos de los invitados rechazaron la invitación. Entonces los siervos fueron por los caminos y senderos invitando a las personas que encontraran para que asistieran a la fiesta. Esta situación fue descrita por el Señor Jesucristo en Mateo 22:1-14. Es interesante que la sabiduría tenga que ir a los caminos para invitar a las personas para que vengan. Y nosotros tenemos que ir a esos caminos y senderos. Nuestro mensaje hoy es el expresado en 2 Corintios 5:20, que dice: 20Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogara por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. En nuestro tiempo la Palabra de Dios ha llegado probablemente más lejos que nunca en la historia del mundo. La invitación está siendo enviada a los confines de la tierra para que las personas acudan a la escuela de la sabiduría, es decir, que acudan al Señor Jesucristo. Continuemos leyendo el versículo 6:

"Dejad vuestras ingenuidades y viviréis; y andad por el camino de la inteligencia."

Pero, como siempre ocurre, hay quienes no van a escuchar, no quieren escuchar. Son aquellos que se burlan. Es inútil perder el tiempo con ellos. Resisten a la Palabra de Dios. ¿Tenemos que continuar con insistencia proclamándoles la Palabra? No. EL Señor Jesús, utilizando un lenguaje muy fuerte, dijo que no se debían echar perlas a los cerdos, porque podrían pisotearlas. Ahora observemos los tres próximos versículos. Algunos expositores Bíblicos creen que no pertenecen a este pasaje y que han sido insertados en él. Sin embargo, nosotros creemos que están exactamente donde deberían estar. Leamos los versículos 7 al 9:

"El que corrige al burlón, se acarrea afrenta; el que reprende al malvado, atrae mancha sobre sí. No reprendas al burlón, para que no te aborrezca; corrige al sabio, y te amará. Da al sabio, y será más sabio; enseña al justo, y aumentará su saber"

Si usted les presenta la Palabra de Dios a algunas personas, en realidad ellas lo van a aborrecer por hacerlo. Esta es una norma que se ha cumplido en todas las épocas. Hay personas que son tan superficiales, vacías e ignorantes que no recibirán la Palabra de Dios en absoluto.

Se habla mucho en estos días acerca de las personas que son tolerantes. ¿Sabe usted que las personas que quieren destacarse por su tolerancia y progresismo son las que quieren eliminar la enseñanza religiosa de los colegios? Y se refieren a los que se oponen a ello como fanáticos y retrógrados. A mí no me molesta que se enseñe la evolución en los colegios, si nos permiten enseñar también la Biblia. Pero los que son supuestamente tolerantes no lo permiten. El prohibir que los estudiantes tengan acceso a la versión Bíblica de la creación y la historia es una muestra de ignorancia, propia de mentes estrechas. La regla general es que cuanto menos sabe una persona, más conocimientos cree que tiene. Y cuantos mayores conocimientos tenga realmente una persona, más reconocerá su ignorancia y sus limitaciones. Uno de los mayores predicadores de la historia afirmó: "Cuanto más estudio la Biblia, más reconozco lo ignorante que soy de la Palabra de Dios". Estimado oyente, nadie puede estudiar la Biblia sin ser consciente de lo ignorante que es frente a ella.

Sin embargo, el burlón no tiene interés en aprender la Palabra de Dios. Intentar compartir la enseñanza con él, es una pérdida de tiempo.

Bueno, volviendo a este capítulo 9 de Proverbios, notemos lo que dice ahora en el versículo 10:

"El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia."

Alguien nos va a decir: "Ya hemos escuchado este versículo antes en este libro". Sí, así fue. Cuando este joven era un niño y se encontraba en su hogar, la primera lección que aprendió fue el temor del Señor. En 1:7 leímos: El principio de la sabiduría es el temor del Señor; los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza. Ahora ha entrado en el colegio de la vida, en el colegio de la sabiduría, se encuentra en su primer año de la universidad de la inteligencia, y ésta es su primera lección. El temor del Señor es el principio de la sabiduría; el conocimiento del Santísimo es la inteligencia. Ahí es donde todos comenzamos. Si usted no ha comenzado allí, estimado oyente, usted no ha comenzado. Un hombre es un insensato (que es lo que este libro dice) por vivir sin Dios en este mundo.

En nuestra sociedad contemporánea, estamos tan preocupados por la seguridad, en las carreteras, en el hogar, en la ancianidad. Tenemos seguros para todas esas situaciones, y nos aseguramos de que nuestras pólizas se paguen. Es lo más sabio que podemos hacer. Pero, estimado oyente, ¿Qué me dice de la eternidad? ¿Está usted haciendo planes; tiene usted un seguro para ello? ¡Cuán insensato es vivir esta vida sin Dios! Realmente, el temor del Señor es el principio de la sabiduría. Ahora, en los versículos 11 y 12 de este capítulo 9, leemos:

"Porque por mí se aumentarán tus días, años de vida se te añadirán. Si eres sabio, para ti lo eres; si eres burlón, solo tú lo pagarás."

Si usted quiere ser sabio, inteligente, entonces hará los preparativos necesarios de su alma, para la eternidad. Ahora, si usted va a ser alguien que se burla y ridiculiza todas estas cosas, entonces, estimado oyente, será juzgado. Puede que esto suene fuerte, pero alguien debe decirlo. Usted se está dirigiendo hacia el infierno. Dice aquí el proverbio si eres burlón, solo tu lo pagarás. Si usted está decidido a seguir su propio camino, usted será el perdedor.

Un hombre que se identificó como ateo nos dijo en una ocasión: "¿Sabe una cosa? A mí, no me convence todo este asunto de la vida eterna y lo relacionado con eso; eso de confiar en Jesucristo. Eso está bien quizá para algunas personas. Pero a mí, no me interesa esa clase de temas". Bueno, debemos decirle lo siguiente. Supongamos que tiene razón y que no hay vida eterna. Entonces usted y yo estaremos exactamente en la misma situación e iremos a parar al mismo lugar. Pero supongamos que nosotros tenemos razón y que usted está equivocado. Entonces, estimado oyente, usted va a encontrarse en una situación muy mala. Y otro ateo dijo en una ocasión, con resentimiento: "Yo quedaría satisfecho si no fuera por lo funesto que sería que la Biblia pudiera ser verdad". Sí, podría ser así. Y si lo es, entonces será una realidad trágica para usted el haberle dado la espalda a Cristo. Bueno, continuando nuestra lectura aquí en este capítulo 9 de Proverbios, leamos el versículo 13, a partir del cual se nos dice algo de

La escuela de la mujer insensata

"La mujer necia es alborotadora, ingenua e ignorante."

Como podemos ver, la insensatez también tiene una escuela. Y parece que hay muchos de estas escuelas a nuestro alrededor Luego, el versículo 14 dice:

"Se sienta en una silla a la puerta de su casa, en los lugares altos de la ciudad"

No es necesario que ella salga a los caminos a invitar a las personas, ellos vienen a ella. Miles de personas acuden a escuelas como ésta en la actualidad. Siguiendo adelante, leamos los versículos 16 al 18:

"Y dice a cualquier ingenuo: «Ven acá»; y a los faltos de cordura dice: «Las aguas robadas son dulces, y el pan comido a escondidas es sabroso». Pero ellos no saben que allí están los muertos, que sus convidados están en lo profundo del sepulcro"

¡Ah, estimado oyente, cuántos de aquellos hombres llamados sabios se han dirigido hacia aquel lugar y han sufrido un trágico final!

Byron escribió hacia el final de una vida de libertinaje: "Mis días se encuentran en la hoja amarilla; las flores, los frutos del amor se han ido. El gusano, la llaga y el dolor son solamente míos". Esto fue todo lo que la escuela de la mujer insensata hizo por él. Fue un genio y tuvo todo lo que el mundo podía ofrecer. Sin embargo, estas palabras finales ofrecen un trágico contraste con la vida que llevó. Y este podría ser el epitafio de multitudes de personas que han vivido como si no existiera un Dios y otra vida más allá de la muerte.

No hace mucho tiempo un actor de cine, muy famoso, que se había casado con algunas de las mujeres más hermosas de este mundo, y ya en su ancianidad, se suicidó. Dejó una nota que decía: "Estoy aburrido de esta vida". ¡Cuán trágico es esto, estimado oyente!

Y volvemos a decir que la insensatez tiene su escuela, y créanos, existe una larga lista de espera de aquellos que quieren ingresar en ella. Pero, como dice el proverbio, ellos no saben que allí están los muertos, que sus convidados están en lo profundo del sepulcro.

Y ahora llegamos a

Proverbios 10:1-4

Aquí comienza una sección de este libro titulada

Proverbios de Salomón, escritos y ordenados por él mismo

Aquí comienza la segunda división importante del libro de los Proverbios. Veremos que al joven estudiante se le dan algunas normas para su vida. Estas son lecciones que usted y yo también tenemos que aprender en la escuela de Cristo, Leamos el primer versículo de este capítulo 10:

"Los proverbios de Salomón. El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre."

Cuan cierto es. Un hijo sabio es la alegría de su padre. ¿Se ha dado cuenta usted que en esta vida si un padre tiene un hijo que ha ido a la universidad y ha logrado buenas calificaciones, y después ha comenzado a destacarse y a triunfar en su profesión, este padre no deja de jactarse y hablarle a todo el mundo acerca de su hijo? Seguramente habrá escuchado a algún padre hablar de esa manera. Pero supongamos que este muchacho en lugar de triunfar de esa manera, ha resultado un fracaso y no ha llegado a lograr nada significativo en esta vida. Pues bien, el padre no se lo comentará a nadie y sufrirá en silencio.

¿Pero qué diremos de un hijo insensato? En ese caso, la madre se afligirá más. ¡Qué cuadro de los dramas de la vida en el seno de una familia! Un hijo puede resultar un joven sabio, y otro, un insensato. Continuemos leyendo el versículo 2 de Proverbios 10:

"Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la muerte."

Como bien dice aquí, las riquezas mal adquiridas no sirven de nada. Personas que han acumulado grandes fortunas, han tenido que dejarlas aquí. No se las han podido llevar, y cuando vivían aquí en la tierra nunca las pudieron disfrutar realmente.

El proverbio se completa diciendo que la justicia libra de la muerte. Dios ha hecho a Cristo no solo nuestra sabiduría, sino también nuestra justificación. Y como dijo El en Juan 3:16, lo hizo para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Y el versículo 3, dice:

"El Señor no dejará que el justo padezca hambre, mas rechazará la codicia de los malvados."

Usted seguramente recordará que dijimos que en este libro hay un proverbio para cada persona, y un proverbio que encaja con las vidas de ciertos personajes de la Biblia. Cuando leemos este proverbio que dice que el Señor no dejará que el justo padezca hambre recordamos al patriarca José. El fue vendido por sus hermanos a Egipto y debe haber pensado que el final de su vida había llegado, y que Dios parecía encontrarse lejos de él. Sin embargo, tuvo fe en Dios. Y nosotros sabemos que Dios no lo abandonó, Dios dispuso las cosas para que al final el fuera liberado de la prisión, y convertido en el primer ministro de Egipto. Y el versículo 4, de este capítulo 10 de Proverbios, dice:

"La mano negligente empobrece, pero la mano de los diligentes enriquece"

¡Ah! Que grandes diferencias hay entre las personas hoy. Hay muchos creyentes que son muy generosos, otros en cambio, no lo son; son más bien mezquinos. Es interesante que la persona que se ha impuesto a sí misma un presupuesto muy ajustado, y que vive esa clase de vida, parezca nerviosa y tensa todo el tiempo. Y en contraste, la persona generosa disfruta de una vida plena.

¿No le parece que este versículo se corresponde con la vida de Abraham? El era un hombre generoso. Cuando él y su sobrino Lot tuvieron que elegir una tierra, le dijo a su sobrino: "elige la parte de tierra que prefieras, y yo me quedaré con la otra parte". Solo un hombre generoso podría dividir bienes inmuebles de esa manera. Abraham tenía derecho a elegir. El seguramente sabía que la tierra de primera calidad era la bien irrigada llanura del río Jordán. Lot debe haber pensado que Abraham no era muy inteligente que digamos por no haberse trasladado allí. Pero ya que Abraham le dio a Lot la oportunidad de elegir, éste escogió la tierra fructífera de la llanura. Y así, de forma egoísta, eligió lo mejor para él, aunque al final, lo perdió todo.

El proverbio termina diciendo pero la mano de los diligentes enriquece. Tenemos que destacar que hay dos palabras en nunca aparecerán juntas en la Biblia: las palabras "fe" y "pereza" no se mezclan. Un cristiano perezoso no es un cristiano que tiene una verdadera fe en Dios. El que es diligente, activo, es el que trabajará, el que se esforzará. Este proverbio también me recuerda al apóstol Pablo: Cuando el Señor le llamó, con toda certeza no consiguió un individuo perezoso, sino todo lo contrario.

Estimado oyente, sería bueno recordar algo que dijimos anteriormente, en este mismo programa. . Dios ha hecho a Cristo no solo nuestra sabiduría, sino también nuestra justificación. Y como dijo El en Juan 3:16, nos demostró Su amor para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna.

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