La grandeza de Dios y la pequeñez humana.
La pequeñez humana y la dignidad que Dios le ha dado.
Por último, y aunque tendremos que completar el tema en otra parte de las Escrituras donde estos versículos vuelven a ser mencionados, veremos también el contraste entre el fracaso del hombre y la solución divina.
Un viajero perdido en el desierto al que le quedan muy pocas horas de vida, y viéndose perdido clama a Dios, y él en su misericordia le salva y le conduce a una ciudad segura.
Un enfermo a las puertas de la muerte que ha sido desahuciado por los médicos. Todo tipo de medicina ha fallado y él se muere. Pero no quiere morirse, no está preparado para encontrarse con Dios y clama a él. Entonces Dios en su misericordia le prolonga unos años de vida para que le busque de corazón.
Un prisionero pudriéndose en el calabozo, perdido y olvidado de la sociedad. Y el Señor escucha su oración y le libra de la cárcel.
Un marinero en alta mar a punto de naufragar en medio de una tremenda tempestad. Como ebrios su barco va de un lado a otro sin que toda su ciencia y su pericia les pueda ayudar a controlar la situación. Y viendo que van a irse al fondo del mar y perecer, claman a Dios y él los escucha y los salva.