Estudio bíblico de Eclesiastés 4:10-5:7

Eclesiastés 4:10 - 5:7

Hoy, estimado oyente, regresamos al capítulo 4 de este Libro de Eclesiastés, y vamos a comenzar nuestro estudio como dijimos, con el versículo 10. Nos encontramos en una sección donde Salomón, continuando con sus experimentos en el laboratorio de la vida y en su búsqueda de la satisfacción, estaba explorando el egoísmo, viviendo para sí mismo. El egoísmo es el amor excesivo de uno mismo. El egoísta se preocupa de forma excesiva de su propio interés, sin cuidarse del de los demás.

Como usted bien sabe, el Libro de Eclesiastés revela que Salomón trató de buscar la satisfacción por todos los medios a su alcance debajo del sol, pero ninguna de estas cosas le dieron la satisfacción que él buscaba, y por cierto que tampoco encontró esa satisfacción en el vivir para sí mismo. Pero en este lugar de nuestro texto él estaba examinando el egoísmo, y nos encontramos en esta sección que comenzó en el capítulo 3, versículo 16. Vemos al llegar al capítulo 4 y versículo 10 los beneficios de la compañía. En el versículo 9 había dicho lo siguiente: Mejor son dos que uno, pues reciben mejor paga por su trabajo. Entonces, leamos ahora el versículo 10, donde continuó exponiendo las ventajas de no vivir ni actuar en solitario.

"Porque si caen, el uno levantará a su compañero; pero ¡ay del que está solo! Cuando caiga no habrá otro que lo levante."

Salomón hizo el descubrimiento de que el intentar vivir solamente para uno mismo no significa que usted puede ir por la vida solo. Usted necesita a alguien que le acompañe y ayude. "¡Ay de aquel que esté solo cuando caiga!" Dice aquí. Por tal motivo se nos recomienda formar un grupo cuando vamos a una caminata de excursión, antes que ir solos. En caso de accidente es bueno tener a alguien cerca. Es el problema de muchos jubilados que viven solos, que pueden caerse y sufrir una fractura, lo cual les imposibilita incluso de a acercarse al teléfono. A veces hasta puede pasar uno o dos días antes que algún vecino se interese por ellos. Así que, concluyó el escritor, es mejor ir acompañado, porque si uno cae, la otra persona le puede ayudar.

Es decir, que usted puede hacer muchas cosas junto a otra persona, que no podría hacer si estuviera solo. Y en el versículo 11 dijo:

"También, si dos duermen juntos se calientan mutuamente, pero ¿cómo se calentará uno solo?"

Así, un miembro del equipo puede dar calor a otro. Quizá usted recuerda cuando era niño y en invierno cuando hacía mucho frio le gustaba acurrucarse junto a sus padres o hermanos, para recibir su calor. De modo que, así entre los dos, pudieran calentarse mejor. Luego, en el versículo 12, dice:

"A uno que prevalece contra otro, dos lo resisten, pues cordón de tres dobleces no se rompe pronto."

Y de paso podemos recordar la conocida frase, dos es compañía, y tres es una multitud. Y es bueno ser esa multitud, especialmente, si alguien lo ataca a uno. Si uno solo no es capaz de defenderse por sí mismo; es bueno tener alguien que le acompañe.

En ciertos lugares no es aconsejable que una mujer vaya sola a ciertos lugares públicos. Siempre tiene que hacerlo acompañada por alguna otra persona.

Como es bien sabido, tenemos grandes problemas de seguridad en relación con los robos y violencia en las calles, especialmente en las grandes ciudades. Con frecuencia, la víctima es aquella persona que transita sola por ciertos lugares. Esa soledad la convierte en alguien vulnerable, indefenso. La Biblia enseña claramente que las personas no regeneradas por Dios, tienen una vieja naturaleza pecaminosa y, por otra parte, no tienen el control del Espíritu Santo en sus vidas. Debería resultar obvio que el ser humano civilizado no ha perdido esa naturaleza y cuando está influenciado por sus tendencias, o apremiado por ciertas necesidades, necesita restricciones, más que libertad para hacer lo que le plazca. Generalmente hablando, la libertar que se ejerce muchas veces en nuestro tiempo es la libertad de atracar a la gente en plena calle y a la luz del día, para atentar contra la seguridad física, para realizar llamadas con proposiciones obscenas, para emitir a todo volumen música que solo interese a un grupo reducido de personas en horas que las que la mayoría de los vecinos necesita descansar. O sea, que se trata de una libertad para expresar el egoísmo, las pasiones más bajas y las tendencias más destructivas de cualquier manera y sin restricción alguna. Estimado oyente, usted ya sabe que la libertad no se expresa a través de una conducta abusiva. Nuestra libertad termina donde comienza la libertad de los demás.

La persona centrada en sí misma no encontrará satisfacción en esta vida. Un individuo que trabaje solo, podría encontrar cierta satisfacción por un tiempo, pero finalmente se cansaría de esa monotonía. Y lo mismo sucedería al viajar o practicar turismo en solitario. Y dice el versículo 13:

"Mejor es el muchacho pobre y sabio que el rey viejo y necio que no admite consejos"

A la luz de lo que estamos leyendo sobre su vida, podríamos decir que el rey Salomón era un joven sabio y, al mismo tiempo, un rey insensato. Y en el versículo 14, podemos leer:

"Aunque haya salido de la cárcel quien llegó a reinar, o aunque en su reino naciera pobre."

Aunque hay muchos factores que producen el empobrecimiento de grandes sectores de la sociedad, es indudable que la corrupción en varios niveles de la vida pública en algunos países, ha ayudado notablemente a hacer más pobres los recursos de los sectores más desfavorecidos de la población. Por supuesto tales abusos y toda clase de abusos son contrarios a la voluntad de Dios para la humanidad. Son una consecuencia de las pasiones, de las ambiciones que el ser humano no puede controlar. Luego, leemos en los versículos 15 y 16, de este capítulo 4 de Eclesiastés:

"Y vi a todos los que viven debajo del sol caminando con el muchacho sucesor, que ocupará el lugar del otro rey. La muchedumbre que lo seguía no tenía fin; y sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos de él. Y esto es también vanidad y aflicción de espíritu."

Veamos la frase "el muchacho sucesor, que ocupará el lugar del otro rey". Resulta interesante recordar que Salomón era el segundo hijo de Betsabé (esposa de David) y él no era la persona a quien David hubiera elegido para ser rey. Y Salomón aparentemente se había dado cuenta de ello. También debemos mencionar que Isaac no era el primer hijo de Abraham, y que Jacob tampoco fue el hijo primogénito de Isaac. Dios cumplió a veces su propósito al elegir a los que ocupaban un segundo lugar. Estimado oyente, si usted cree que es una persona de segunda clase, recuerde que delante de Dios, usted es una persona de primera clase.

Luego, la segunda cosa que debemos notar aquí es que al pasar al tiempo, las cosas parecen diferentes de lo que eran en un principio. Dice aquí "los que vengan después tampoco estarán contentos con él". A veces un presidente comienza su mandato rodeado de popularidad, pero al transcurrir el tiempo, a veces por el desempeño de su gestión o por el desgaste de la labor de gobierno, su nivel de aceptación va disminuyendo hasta llegar al punto en que una parte de la población considera que sus medidas de gobierno perjudican a una nación, llevándola hacia una decadencia. Por ello dice este versículo 16: "La muchedumbre que lo seguía no tenía fin; y sin embargo, los que vengan después tampoco estarán contentos con él".

Y ahora, en nuestro estudio de Eclesiastés llegamos al

Capítulo 5

En este momento del relato Salomón continuó su búsqueda y probó algo más, y ese intento podría interesar a muchos en la actualidad. Él trató de encontrar satisfacción en la religión y no la encontró. Vamos a decir aquí algunas cosas que quizá le sorprendan, pero le rogamos que no las rechace hasta que las haya considerado detenidamente.

La naturaleza del ser humano, concretamente sus pasiones, han conducido a muchísima gente a fanatizarse, a defender con desmedida tenacidad sus creencias u opiniones religiosas o políticas. En nombre de religiones se han cometido los mayores abusos, los peores desmanes, y se han llevado a cabo crueles guerras. ¿Sabía usted que esa manera de entender la religión ha perjudicado a más gente en este mundo que cualquier otra cosa? Recordemos lo que los practicantes de religiones paganas han hecho por la gente a lo largo de la historia Bíblica.

Por otra parte, podemos observar que cuando ciertas tendencias teológicas han promovido puntos de vista que afectaban a la autoridad de la Biblia y al carácter relativo de la Palabra de Dios, se produce un deterioro del nivel espiritual de los cristianos, así como un desinterés en la difusión de la Biblia y la proclamación del mensaje del Evangelio.

Más que intentar tener una religión, lo que el ser humano necesita es tener a Cristo. Desde nuestro punto de vista uno no podría llamar al Cristianismo una religión. La Biblia no establece un conjunto de reglas para celebrar las ceremonias religiosas. Por tal motivo existe una gran diversidad de congregaciones cristianas que practican diversas formas de adoración. Al Cristianismo no se le dio una norma ritual a seguir, porque desde el principio estuvo centrado en una Persona, es decir, en Cristo. Ser un cristiano, significa que uno confía en Cristo. La práctica religiosa, por sí misma, nunca ayudado mucho al hombre.

Escuchemos esta tremenda declaración que pronunció Salomón en el primer versículo de este capítulo 5 al encontrarse

Buscando satisfacción en la religión

"Cuando vayas a la casa de Dios, guarda tus pasos. Acércate más para oír que para ofrecer el sacrificio de los necios, quienes no saben que hacen mal."

Salomón trató de convertirse en una persona religiosa y fue al templo. Aquí hay una palabra de advertencia a pronunciar votos o promesas apresurados. Y continuó diciendo en el versículo 2:

"No te des prisa a abrir tu boca, ni tu corazón se apresure a proferir palabra delante de Dios, porque Dios está en el cielo, y tú sobre la tierra. Sean, por tanto, pocas tus palabras."

La advertencia se dirige contra tomar decisiones bajo la presión de las emociones. El escritor había probado esa religiosidad superficial. Y en la actualidad hay muchos cristianos infelices. Nunca se comprometen. Se conforman con cumplir un ritual cómodo, breve y agradable. No hay nada que apague la vida espiritual más que ese tipo de religiosidad aparente. Y continuó diciendo en el versículo 3:

"Porque de las muchas ocupaciones vienen los sueños, y de la multitud de palabras la voz del necio."

Los insensatos suelen expresarse con gran abundancia de palabras. Y estas palabras no deberían pronunciarse ante la presencia del Señor. Y dijo el escritor en el versículo 4:

"Cuando a Dios hagas promesa, no tardes en cumplirla, porque él no se complace en los insensatos. Cumple lo que prometes."

Cuando se extiende una invitación en una iglesia para prometer algo a Dios, uno no debería responder a ella simplemente por sentirse emocionado o impresionado por el ambiente. Tendrá que sentir una convicción interior por el Espíritu Santo. A Dios no se le puede prometer algo con ligereza o arrastrado por la actitud de otros. Uno no puede esperar incumplir algo prometido a Dios y pretender continuar manteniendo una relación vital con Él, una relación de compañerismo y comunión disfrutando de la bendición de Dios. Luego Salomón continuó diciendo en los versículos 5 y 6:

"Mejor es no prometer que prometer y no cumplir. No dejes que tu boca te haga pecar, ni delante del ángel digas que fue por ignorancia. ¿Por qué hacer que Dios se enoje a causa de tus palabras y destruya la obra de tus manos?"

¿Sabía usted, amigo oyente, que Dios dio una ley en cuanto a este asunto? El capítulo 27 del Libro de Levítico trató el tema de las promesas. Dios dio ciertas leyes concernientes a las promesas. Cuando usted hace algún trato con Dios, es mejor que cumpla lo que dice, porque Dios tomará su palabra y le considerará responsable por ello. Algunos no parecen darse cuenta de que estamos tratando con un Dios vivo, real, atento a nuestras palabras y pensamientos, y viven al margen de la voluntad de Dios. Tendríamos que tomar muy en serio nuestros tratos con Dios. Aquí dice que una promesa apresurada produce desagrado en Dios, y puede resultar en la destrucción de lo que alguien haya hecho, del fruto de su trabajo. Y así, se habrá demostrado que tal trabajo, tales actividades eran vanas, inútiles. No constituían una obra destinada a permanecer. Y observemos como el escritor ilustró lo que quería decir. Continuemos leyendo el versículo 7:

"Pues,donde abundan los sueños abundan también las vanidades y las muchas palabras. Pero tú, teme a Dios."

Salomón comparó los votos o promesas apresuradas con los sueños, o con las pesadillas que no tienen sentido. Y en este contexto, se consideran vanidades, y una palabrería absurda. En medio de tantas palabras insensatas, el escritor nos exhorta a tener un temor reverente, respetuoso de Dios. No hay ningún elemento en la vida que pueda sustituir a una relación personal con Dios. Algunos utilizan sus experiencias personales para poner a prueba la Palabra de Dios. Y el proceso debería ser exactamente el contrario. Toda experiencia debe ser puesta a prueba, contrastada con la Palabra de Dios. En este sentido debemos recordar un pasaje significativo del Nuevo Testamento, en la primera carta del apóstol Juan capítulo 4, versículo 1, que dice: "Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si proceden de Dios, porque muchos falsos profetas han salido por el mundo". Muchas personas se salen por la tangente de la experiencia y viven apoyados en ella. Ésa no es más que otra forma de religiosidad. Es una apelación a las emociones o al sentido estético.

Estimado oyente, ¿su fe en Cristo se apoya en una serie de experiencias determinadas, o en la Palabra de Dios? ¿Depende de ciertos formalismos o hábitos? ¿Depende únicamente de su estado anímico, o de sus emociones? O más bien, tiene usted a Cristo. Tenga en cuenta que el Señor Jesucristo, que es la Palabra viva de Dios, que se encarnó y vino a este mundo para morir por nosotros, da vida eterna a todos aquellos que por la fe aceptan Su obra de redención en la cruz, convirtiéndose así en hijos de Dios. Pero no sólo estamos hablando de vida eterna más allá de la muerte. Los hijos de Dios tienen a su alcance enormes recursos espirituales a través de la obra del Espíritu de Dios. Dios se complace en dar a cada uno de Sus hijos una nueva motivación para vivir, nuevas metas. Aquellos que buscan su satisfacción en Él y en el cumplimiento de Su voluntad, disfrutarán de Su guía, Su dirección en las circunstancias de su vida, y de la fortaleza necesaria para llevar a cabo una vida con propósito. Por lo tanto, la guía y orientación para el cristiano, es la Palabra de Dios, ella es la base de su esperanza y el fundamento de todas sus experiencias. Y, por cierto, las experiencias que trae a nuestra vida la obra del Espíritu Santo, no pueden compararse a ninguna experiencia humana, ideada o elaborada por proyectos o ideas humanas. Muchos hablan hoy de incrementar la calidad de su vida, pensando más bien en adquirir los elementos materiales que proporcionan esa comodidad, ese desahogo económico que nos libera de la presión económica. Pero todos los medios humanos resultan inútiles para traer al corazón humano una satisfacción integral y duradera. Por todo ello y en contraste, las experiencias que a una vida traen la Palabra de Dios y el Espíritu Santo constituyen el más alto exponente de calidad de vida que se puede alcanzar en esta tierra. Y ésa es la calidad de vida que le deseamos a usted, estimado oyente, al detenernos hoy en nuestro estudio. Dios mediante, en nuestro próximo programa continuaremos con el estudio de este capítulo 5 de Eclesiastés.

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