Estudio bíblico de Daniel 11:1-14

Daniel 11:1-14

En nuestro programa anterior recalcamos que tres elementos que caracterizan a esta visión final:

1. La visión concierne, en palabras del texto, "a tu pueblo". Creemos que podemos identificar dogmática y categóricamente la profecía como teniendo a Israel como su sujeto. Si alguien tratara de interpretar este hecho de alguna otra manera, entonces la semántica y la sintaxis no tienen sentido. La expresión "tu pueblo" significa Israel.

2. La visión será cumplida "en los últimos días". El profesor McGee cree que esta afirmación coloca el cumplimiento final en el período de la semana setenta, que corresponde al período de la Gran Tribulación. Los "últimos días" sitúan el cumplimiento al final de dicho período.

3. Otra versión traduce la última parte del versículo 14: "porque la visión es para días aún lejanos". Esto enfatiza el hecho de que se espera el transcurso de un prolongado período de tiempo, no solo en cuando al cumplimiento, sino también hasta que la visión sea completada.

Así es que ahora nos encontramos con las dos partes de la visión: la parte histórica (es decir, que fue profética cuando fue revelada, pero ya ha sido cumplida) y la parte profética que todavía no se ha cumplido.

La visión había causado a Daniel un gran efecto físicamente. Así que en ese momento Daniel recibió seguridad y fue fortalecido por un mensajero celestial que tocó sus labios; entonces el profeta pudo expresarle que las fuerzas le habían abandonado, y entonces el mensajero le tocó nuevamente y le infundió fuerzas. Después el relato Bíblico nos informó de que otro ángel que representaba a Grecia vendría, es decir, otro principado satánico, y el ángel que estaba hablando con Daniel tuvo que regresar a la batalla que estaba teniendo lugar.

Finalmente, en el capítulo anterior enfatizamos las palabras del versículo 21. Especialmente destacamos la frase "lo que está escrito en el libro de la verdad". El ángel dirigió a Daniel a la Palabra de Dios. Aquí dice: "escrito". Esto indica que ha sido anotado, registrado. En otras palabras, Daniel no oiría ni vería nada que estuviera en contradicción con la Palabra de Dios.

Estimado oyente, la Palabra de Dios es la única arma disponible para el hijo de Dios para un uso efectivo en la guerra espiritual. Ha sido llamada "la espada del Espíritu", y nos preguntamos si realmente sabemos como usar nuestras espadas.

Llegamos hoy, amigo oyente, al capítulo 11 del libro de Daniel, y al llegar a este capítulo, necesitamos recordar que los capítulos 10, 11 y 12 tratan todos la misma visión, y este capítulo 11 es una continuación del anterior. Creemos que es un capítulo muy importante porque completa algunos de los detalles de las setenta semanas del capítulo 9, que concierne específicamente al pueblo de Daniel, o sea, al pueblo de Israel. También complementa algunos de los detalles que ya tenemos en cuanto a las últimas tres de las cuatro naciones simbolizadas en esa estatua de varios metales que vimos en el capítulo 2, y en las bestias del capítulo 7. La misma importancia de este capítulo impulsó a Satanás a estorbar al ángel cuando se dirigía al encuentro de Daniel para responder a su oración. Porque esta profecía concernía a dos de las naciones que tenían suma importancia en relación con el pueblo de Daniel. Las 2 naciones eran Persia y Grecia.

Otra contribución que de este capítulo fue que une proféticamente parte de ese vació o espacio que existe entre el Antiguo y el Nuevo Testamento. Nosotros hablamos del período inter-testamentario entre el Antiguo y el Nuevo Testamento como de un período de silencio, lo cual no es rigurosamente exacto. Este período fue el tiempo del mayor sufrimiento para Israel. Los israelitas sufrieron en manos de Siria y Egipto. Como estas naciones mantuvieron guerras entre sí, Palestina fue sorprendida en el medio de estos conflictos cuando los ejércitos de estas dos naciones marchaban en una u otra dirección a través de la tierra de Israel.

Durante el período inter-testamentario surgió Antíoco Epífanes (que fue una figura del Anticristo del futuro). Él era un miembro de la familia Seléucida y lo identificaremos cuando lleguemos a esa parte de este capítulo. Fue un perseguidor de los judíos, sobrepasando en mucho a Faraón, Amán o a cualquier otro dictador de la historia. Ha sido llamado el Nerón de la historia Judía. También ha sido conocido como el Gran Profanador.

Hay en este capítulo una notable división que separa la historia y la profecía, es decir, la sección histórica de la escatológica. Recordemos que todo era futuro cuando fue escrito originalmente, pero parte de ello se ha cumplido.

Esta profecía es más bien complicada y entra en la profecía un poco más profundamente de lo que a una persona común le agradaría entrar. La mayoría de las personas parece gustarle la parte apasionante y sensacional de la profecía, pero no quieren profundizar en la palabra de Dios para ver lo que ella realmente dice. Sin embargo, si usted es una persona que disfruta con un estudio profundo y detallado de la profecía, usted se emocionará con esta sección de le extraordinaria Palabra de Dios.

Hasta el momento, la reacción que hemos recibido de nuestros oyentes ante los estudios de Isaías, Jeremías y Ezequiel, nos ha animado a entrar en el tema de la profecía de una forma más detallada. Pero si usted realmente quiere ver una de las profecías más sobresalientes de la Palabra de Dios, pues, le invitamos a que continúe con nosotros al examinar estas páginas proféticas.

Llegamos ahora al primer párrafo de este capítulo, que podríamos titular:

Una continuación de la visión

Esta profecía une el vacío o espacio existente desde medo-Persia hasta Grecia, y entre Asia y Europa. Nos habla de la transición de potencias mundiales de un continente a otro, desde el Este hasta el Oeste. Recordemos que la profecía concierne al pueblo de Israel. Para Israel fue especialmente importante porque ellos quedarían atrapados entre estas diferentes potencias. Para ese pueblo sería un período de gran sufrimiento. Leamos entonces el primer versículo de este capítulo 11 de Daniel:

"También yo en el primer año de Darío, el medo, estuve para animarlo y fortalecerlo."

El que hablaba aquí era el ángel, y ésta es una continuación del capítulo 10: El ángel puede haber sido Gabriel; su nombre no figura en este relato. Recordemos que esto ocurrió durante el reinado de Darío, cuando Daniel fue arrojado al foso de los leones. Darío trató en vano de librar a Daniel y ante su impotencia para protegerlo le dijo, como leímos en Daniel 6:16, "El Dios tuyo, a quien tu continuamente sirves, él te libre".

Las palabras del ángel fueron: "estuve para animarlo y fortalecerlo". Así que este mensajero celestial consoló y ayudó a Daniel. Recordemos que después de aquella experiencia en el foso de los leones Daniel había dicho, como leímos en 6:22, "Mi Dios envió su ángel, el cual cerró la boca de los leones".

Así que aquí es donde encaja históricamente la visión, y une el espacio que existe entre el Antiguo y el Nuevo Testamento, llamado el período inter-testamentario. Continuemos leyendo el versículo 2 de Daniel 11:

"Ahora yo te mostraré la verdad. Aún habrá tres reyes en Persia, y el cuarto se hará de grandes riquezas, más que todos ellos. Éste, al hacerse fuerte con sus riquezas, levantará a todos contra el reino de Grecia."

Desde aquí y hasta el versículo 34, tenemos uno de los ejemplos más destacados de historia pre-escrita. Esta sección ha impulsado a los críticos destructivos de la fiabilidad de la Biblia para exigir una fecha tardía para la composición del libro de Daniel. Aquí tenemos afirmaciones claras de profecía, que se han cumplido literalmente.

La profecía de este capítulo es tan detallada y exacta que el crítico de la Biblia no acepta el hecho de que este material fue escrito antes de que sucediera. Él insiste en que la profecía de Daniel fue escrita después de haberse convertido en historia. Personalmente no nos agrada que se considere a estos críticos como flexibles y tolerantes. Consideramos que muchos de ellos son personas estrechas de miras. Sin embargo les gusta hacer ostentación de su amplitud de miras, y de que no tienen una concepción estricta de las Sagradas Escrituras. Cuando a uno de ellos le preguntamos en qué autoridad se basaba para rechazar una fecha temprana para el libro de Daniel nos respondió que él partía de la base de que los milagros eran imposibles, que simplemente no ocurrían. Y entonces su conclusión era que si este relato profético hubiera sido escrito con antelación, habría constituido un milagro; así que este crítico creía que tenía que haber sido escrito después de ocurridos los hechos. Y nosotros nos preguntamos: ¿no es esa una forma mezquina, estrecha de miras, parcial y llena de prejuicios? Evidentemente este pasaje que estamos considerando es uno de los pasajes más sobresalientes de la historia escrita con antelación de la Palabra de Dios. Por ello los eruditos conservadores mantienen el punto de vista de una fecha temprana para el libro de Daniel. Esto significa, y debemos decirlo con toda claridad, que tenemos en nuestras manos un milagro.

Ahora, cuando el ángel le facilitó esta información a Daniel, supo que Daniel no viviría para verla cumplida. Obviamente, fue registrada para el consuelo y estímulo del pueblo de Dios que viviría los días difíciles que se anunciaban y describían. También esta profecía fue escrita para todas las generaciones, como un testimonio del hecho de que Dios conoce el final desde el principio.

El ángel le dijo que habría cuatro importantes reyes de Persia que sucederían a Ciro. Creemos que en la actualidad podemos identificarlos: (1) Cambises, en el año 529 A.C.; (2) Pseudo-Smerdis en el año 522 A.C.; (3) Darío Histaspes, en el año 521 A.C.; y (4) finalmente, Jerjes, quien invadió Grecia en el años 480 A.C. Él fue derrotado y, después de esta derrota los Medo-Persas nunca realizaron nuevos intentos para lograr el dominio mundial. Por cierto, creemos que Jerjes es el rey Asuero mencionado en el libro de Ester. Él era muy rico, como la profecía dijo que sería. Ahora, en el versículo 3 de este capítulo 11 de Daniel leemos:

"Se levantará luego un rey valiente, que dominará con gran poder y hará su voluntad."

Este rey valiente sería Alejandro Magno, que accedería al poder en el año 335 A.C., en el imperio greco-macedónico. El derrotó a Persia y asumiría un dominio mundial. La profecía continuó en el versículo 4, con estas palabras:

"Pero cuando se haya levantado, su reino será quebrantado y repartido hacia los cuatro vientos del cielo; pero no será para sus descendientes, ni según el dominio con que él dominó, porque su reino quedará deshecho y será para otros aparte de ellos."

Alejandro Magno fue un gobernante mundial y probablemente el estratega militar más grande que el mundo ha conocido; pero falleció como un alcohólico en el año 323 A.C. Su propia posteridad no heredó su gran reino. Cuatro de sus generales dividieron el imperio en cuatro áreas geográficas gobernadas por cada uno de ellos. La división, en términos generales fue la siguiente: Casandro se apoderó de Macedonia; Lisímaco tomó Asía Menor, que corresponde a la Turquía contemporánea; Seleuco Nicanor tomó Siria y el resto del Medio Oriente; y Tolomeo tomó a Egipto. Así fue como se dividieron estas cuatro familias que acabaron luchando entre ellas. Al final todas ellas perdieron sus reinos cuando los romanos marcharon hacia el Este. Ahora, continuando con el versículo 5 de este capítulo 11 de Daniel leemos:

"El rey del sur se hará fuerte, pero uno de sus príncipes será más fuerte que él, se hará poderoso y su dominio será grande."

Aquí se habla del "rey del sur". Ahora, ¿del sur de dónde? Las direcciones en la Biblia se calculan considerando a Palestina como si fuera el centro de la tierra. El sur, entonces, aquí indicaría el sur de Israel, o se que se estaría refiriendo al rey de Egipto. Este rey del sur sería uno de los Tolomeos. Ahora, el versículo 6 continúa diciendo:

"Al cabo de unos años harán alianza, y la hija del rey del sur vendrá al rey del norte para hacer la paz. Pero ella no podrá retener la fuerza de su brazo, y ni él ni su brazo permanecerán; porque ella será entregada a la muerte, y también los que la habían traído, y su hijo y los que estaban de parte de ella en aquel tiempo."

El rey del norte se refiere al linaje de los Seléucidas. Este versículo nos lleva ahora al año 250 A.C. aproximadamente. Aunque algunos historiadores difieren en los detalles menores, han registrado algunas de las manipulaciones e intrigas que tenían lugar en las cortes de aquella época, que cumplieron esta profecía con mucha exactitud. Para formar una alianza entre estas dos familias que se encontraban enfrentadas por la guerra, Tolomeo Filadelfo, de Egipto, entregó a su hija Berenice en matrimonio a Antíoco Theos de Siria. Pero Antíoco ya estaba casado con Laodica, y entonces se divorció de ella. Después de dos años, Tolomeo Filadelfo murió; así que Antíoco Theos se separó de su mujer Berenice y de su hijo y tomó nuevamente a su primera esposa, Laodica. Ella, a su vez, envenenó a Antíoco Theos y ordenó la muerte de Berenice y su hijo. Laodica colocó a su propio hijo, Seleuco Calinico, en el trono. Éste fue, pues una historia de intrigas y resulta interesante ver como fue cubierta en la profecía dada a Daniel. Y la voz profética continuó diciendo en el versículo 7:

"Pero un renuevo de sus raíces se levantará sobre su trono, vendrá con un ejército contra el rey del norte, entrará en la fortaleza y hará con ellos a su arbitrio, y predominará."

Éste era Tolomeo Evergetes, hermano de Berenice, que vino con un ejército y conquistó a Siria, y se apoderó del fuerte que era en aquellos tiempos el puerto de Antioquia. Y añaden los versículos 8 y 9:

"Y aun a los dioses de ellos, sus imágenes fundidas y sus objetos preciosos de plata y de oro, llevará cautivos a Egipto; y durante años se mantendrá él alejado del rey del norte. Así entrará en el reino el rey del sur, y volverá a su tierra."

La historia registró que Tolomeo Evergetes se llevó a Egipto como botín, 4.000 talentos de oro, 40.000 talentos de plata, y 2.500 ídolos. Todo esto fue cumplido literalmente. Luego, en los versículos siguientes, los versículos 10 hasta el 13, leemos:

"Pero los hijos de aquel se airarán y reunirán multitud de grandes ejércitos. Vendrá uno apresuradamente, inundará y pasará adelante; luego volverá y llevará la guerra hasta su fortaleza. Por eso se enfurecerá el rey del sur, y saldrá y peleará contra el rey del norte; éste pondrá en campaña una gran multitud, pero toda esa multitud será entregada en manos de aquel. Al llevarse él la multitud, se elevará su corazón y derribará a muchos millares; pero no prevalecerá. El rey del norte volverá a poner en campaña una multitud, mayor que la primera, y al cabo de algunos años vendrá rápidamente, con un gran ejército y muchas riquezas."

Entre Egipto y Siria había un estado de guerra permanente. Sin entrar en detalles, queremos destacar que durante este período Israel pareció elegir repetidamente las opciones erróneas y se encontró cautiva primero de uno de los países, y después del otro. Y finalmente por hoy, leamos el versículo 14:

"En aquellos tiempos se levantarán muchos contra el rey del sur. Hombres turbulentos de tu pueblo se levantarán, para que se cumpla la visión, pero caerán."

Muchos de la nación de Israel fueron muertos en esa ocasión. Ellos padecieron sufrimientos indecibles provocados por el rey del norte y el rey del sur. Finalmente, el rey del norte se levantaría, y será a quien vamos a observar, Dios mediante, en nuestro próximo estudio. Él es el que nos mostrara esta figura del Anticristo o el tipo del Anticristo que vendrá en el futuro. Estimado oyente, continuaremos, pues, con este relato en nuestro próximo programa, en el cual nos agradaría contar, como siempre, con su compañía.

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