Como no había estudiado en una de sus universidades judías, entonces ya no aceptaban su autoridad y enseñanza.
Como no estaba sujeto a la autoridad de alguno de sus rabinos, entonces pensaban que estaba buscando su propia gloria.
Como no estaban dispuestos a obedecer a Dios, entonces tampoco estaban dispuestos a escuchar lo que Jesús les decía.
Como no cumplían la ley, ni tampoco estaban dispuestos a aceptarlo, entonces insultaban al Señor para intentar justificarse ellos.
Como Jesús no interpretaba el mandamiento del día de reposo como ellos, entonces procuraban matarle.