Natanael lo había confesado como el "Rey de Israel", pero descubriría que él es el Rey de reyes, el Rey del universo entero.
Lo había confesado como el "Hijo de Dios", pero llegaría a entender que era también el "Hijo del Hombre".
Lo que había vislumbrado del carácter del Señor no era nada comparado con lo que le quedaba por ver. Todavía había de ver los milagros que Jesús iba a hacer a lo largo de su ministerio y que eran señales que indicaban diferentes facetas de su persona y obra. ¡Y qué diremos de su misma resurrección!
Andrés y Juan lo conocieron por medio de la predicación pública de Juan el Bautista.
Simón Pedro llegó a Jesús por medio del testimonio personal de su hermano.
Felipe fue llamado directamente por el mismo Señor.
Mientras que Natanael fue invitado por un paisano suyo, Felipe.