Doble mente (8)
El que duda (7)
Pida con fe no dudando (6)
Falta de sabiduría pídala a Dios (5)
Completos (perfectos), sin que falte nada (4b)
La paciencia su obra completa (4 a)
Prueba de fe produce paciencia (3)
Os halléis en diversas pruebas (2)
Dios da. Y lo hace continuamente, como indica el tiempo presente del participio. Es inherente a su naturaleza dar. Como el sol que envía constantemente sus rayos de luz y calor.
Dios (da) a todos. No importa la pobreza de la persona ésta no se marchará con las manos vacías. Dios no hace acepción de personas; el llamamiento a vivir por la fe se extiende a todos y cada uno debe sentirse invitado a confiar en Dios. No obstante, la sabiduría no cae a modo de lluvia del cielo sino a menudo deriva del Espíritu Santo por la Palabra. El Espíritu nos instruye, ilumina, nos hace sabios. Esta faceta del tema se retomará en (Stg 1:21).
Dios (da a todos) abundantemente. El adverbio significa simplicidad en contraste con complejidad; por extensión sugiere falta de cálculo y abertura, sin motivos mezclados, sin reservas, ya que constituye un contraste intencionado con el hombre de "doble ánimo" (Stg 1:7-8).
Dios (da a todos)... y sin reproche. Una dádiva acompañada de reproche significa falta de generosidad. Sirvan como ilustración las siguientes palabras: "da poco y echa en cara mucho, y abre su boca como un pregonero; presta hoy y mañana reclama, es un hombre detestable este sujeto" (ben Sirá). El Señor sabe que las pruebas pueden producir perplejidad y equívocos en nosotros pero no nos echa un jarro de agua fría por nuestra falta de sabiduría.