"Las cosas que has visto" se referirían a la visión de Cristo glorificado.
"Las que son" tendrían que ver con el estado presente de las siete iglesias que veremos en los dos próximos capítulos.
"Las que han de ser después de estas" abarcaría el resto del libro donde se explican los acontecimientos futuros que conducirán finalmente al establecimiento definitivo del reino de Dios en este mundo.
Algunos piensan que se refiere a ángeles literales. Creen que cada iglesia local tiene un ángel que la cuida del mismo modo que en el Antiguo Testamento vemos que por ejemplo el arcángel Miguel tenía a su cuidado el pueblo de Israel (Dn 10:20-21). El problema con esta interpretación es que no se puede mandar una carta a un ángel, y por otro lado, veremos que casi en todas las cartas hay un llamamiento al arrepentimiento, algo que los ángeles no pueden hacer.
Otros alegan que el término griego utilizado en este versículo significa simplemente "mensajero", y aunque normalmente se aplica a los ángeles, podría tratarse también de ciertas personas que cada una de las iglesias destinatarias de esas cartas habían enviado a encontrarse con Juan en Patmos y que a su regreso llevarían las cartas hasta sus congregaciones respectivas. Y algunos matizan que estas personas serían los ancianos de las distintas iglesias. En ese caso, ellos sí que serían responsables de lo que estaba ocurriendo en sus congregaciones y tendrían que arrepentirse por ello.