En segundo lugar, cuando nos preguntamos por qué Judas llegó a ese punto, vemos que él siempre buscó sus propios intereses, y que si siguió al Señor por algún tiempo fue porque le proporcionaba lo que él quería. Él se benefició del prestigio que por un tiempo le otorgaba el ser contado como uno de los discípulos íntimos del Señor cuando éste se encontraba en el auge de su popularidad, pero cuando la oposición de las clases dirigentes del judaísmo se empezó a manifestar abiertamente, y Jesús lo único que hacía era anunciar su muerte, esto no le gustó y decidió sacar algún provecho de ello, con lo que traición al Señor por unas monedas de plata. De todo esto aprendemos que se puede seguir al Señor por las razones equivocadas, y en ese caso, tarde o temprano, la persona le abandonará.