Estudios bíblicos por series

Serie:  Los milagros de Jesús

Jesús camina sobre el mar (Mateo 14:22-34)

¡Qué consuelo es saber que nuestro Señor sabe cuándo andamos en medio de las dificultades! Y no sólo eso, sino que como este pasaje nos enseña, él mismo viene a nuestro encuentro para estar a nuestro lado...

La moneda en la boca del pez (Mateo 17:24-27)

En esta breve historia podemos ver la omnisciencia y el poder que nuestro Señor Jesucristo tiene sobre la creación, y cómo lo usa para el beneficio de sus hijos...

Jesús calma la tempestad (Mateo 8:18-27)

El Señor nos llama a seguirle, y esto no siempre es fácil. A veces nos llevará por caminos conocidos y seguros, pero otras muchas veces tendremos que atravesar por terribles tormentas en las que podemos sentirnos inseguros y temerosos. Sea la situación que sea, es importante notar que el Señor siempre está a nuestro lado...

La maldición de la higuera (Mateo 21:17-21)

Este es el único milagro de juicio que el Señor Jesús llevó a cabo en su primera venida y lo hizo sobre un árbol, no sobre algún hombre. Aquí el problema era que esta higuera aparentaba que tenía algo que en realidad no tenía, y al mandar que se secara, el Señor nos quiere enseñar que él aborrece la hipocresía y la falta de honestidad. Ese era exactamente el problema de su pueblo Israel, y fácilmente puede ser también el nuestro.

La segunda pesca milagrosa (Juan 21:1-13)

Seguramente a todos nos ha pasado más de una vez que durante algún período de nuestras vidas sólo hemos visto fracaso, pruebas y dificultades. Esa fue la experiencia de los apóstoles que se sentían desanimados después de una noche infructuosa de trabajo. Pero todo cambió al amanecer con la presencia del Señor...

La mujer que sufrió de los médicos (Mateo 9:20-22)

Una mujer enferma había gastado todo lo que tenía en médicos pero su situación no había mejorado ni sentido alivio. Entonces escuchó hablar de Jesús y decidió ir a él. La forma en la que lo hizo no fue totalmente correcta, pero aun así el Señor la trató con respeto y ternura, dándole una completa sanidad. ¡Qué importante es buscar la solución de nuestros problemas en el lugar correcto!

El ciego de nacimiento (Juan 9:1-41)

Este milagro nos sirve para comprobar cómo aquellos que quieren conocer al Señor cada vez tienen una visión más clara de él, mientras que los que le rechazan, cada vez se endurecen más...

El paralítico de Betesda (Juan 5:1-18)

Aquel hombre enfermo, impotente y debilitado por largo tiempo, es un símbolo muy real de los efectos del pecado en la vida. Pero después de encontrarse con Jesús, el paralítico fue completamente sanado y se le capacitó para vivir una vida victoriosa sobre el pecado.

Bartimeo (Mateo 20:29-34)

Es comprensible que muchas personas con un problema crónico como este ciego se depriman y tengan una vida triste, pero Bartimeo era distinto. Él era uno de esos hombres que no se dan por vencidos fácilmente... Pero además de su perseverancia, poseía una virtud aún más importante: tenía la visión espiritual para reconocer en Jesús a su Salvador...

El paralítico de Capernaum (Lucas 5:17-26)

En esta ocasión el Señor no sólo vio la fe del paralítico, sino también la de sus amigos. En realidad nos sorprende el compañerismo con el que juntos lograron vencer los numerosos obstáculos que se les presentaron hasta que finalmente pudieron llegar donde estaba Jesús. Y como era de esperar, su esfuerzo fue recompensado generosamente por el Señor...