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Estudio bíblico de Apocalipsis Introducción 2

Apocalipsis

Introducción

Damos la bienvenida a los oyentes que se incorporan a nuestro programa "La Fuente de la Vida", quizá por vez primera. Hoy comenzaremos el último de los libros de La Biblia, las Sagradas Escrituras, que hemos estudiado juntos, con miles de personas, en los últimos casi cinco años. El autor de este estudio que recorre este gran compendio de 66 libros, el Dr. Vernon McGee, al llegar a este punto del programa escribió lo siguiente: "estos estudios fueron escritos para una audiencia radial, con un lenguaje coloquial y accesible para todos, y no deben ser considerados como un comentario técnico o teológico de toda la Biblia, aunque detrás de cada estudio hay una exhaustiva investigación y estudio. Pretendemos que, tanto, la forma como el contenido de cada emisión radial, llegue a ser comprensible y estimule a cada oyente a desear más de Dios y de Su Palabra.

Comenzaremos el estudio de este último libro de la Biblia, el Apocalipsis, con muchas expectativas. Dedicaremos algún tiempo a la introducción de este maravilloso y singular libro. Este es el sexagésimo sexto libro de la Biblia, y para comprender la magnitud y la profundidad del mismo, necesitamos conocer los otros 65 libros anteriores. Sabemos que muchos de nuestros estimados oyentes nos acompañan fielmente desde el principio del programa, cuando comenzamos el estudio en el primer libro de Génesis hace ya casi 5 años. Para la mayor comprensión del texto bíblico que comenzaremos, el Apocalipsis, es necesario tener una amplia información de todo lo que dice la Biblia, de todo el conjunto de pensamientos, planes y sentimientos de Dios plasmadas en sus páginas. Es necesario tener una información previa, como los estudios previos que hemos tenido, para adentrarnos confiadamente en temas complicados como son las decisiones que Dios ha tomado con respecto a Su creación, la raza humana, el ser humano como individuo, y de todo lo que ha ocurrido y ocurrirá en este planeta Tierra, creación y obra Suya.

El libro de Apocalipsis es un libro nada fácil o sencillo para estudiar y ser explicado de forma comprensible porque nos encontramos con dos posibles dificultades: primero: el oyente, que quizá no comprenda algún tema, por falta de información previa que ayude relacionar algunos puntos con diversas citas bíblicas ya explicadas, y segundo, el clima de rechazo, escepticismo e incredulidad que impera en todas las esferas de nuestro tiempo, nuestro siglo XXI.

El fracaso de modelos creíbles, en nuestro tiempo, que nos den plena confianza y esperanzas, son muy escasos. Los educadores, desde aquellos dedicados a los pre-escolares hasta aquellos que ejercen en la esfera universitaria, son el colectivo de profesionales que, por estadísticas y estudios en ese campo, más necesitan de apoyo y ayuda psicológica. Les es muy difícil impartir sus enseñanzas sin ser cuestionados continuamente, por alumnos y por los padres, sobre su autoridad moral, ética y pedagógica. Hay una gran carencia y ausencia de un liderazgo coherente y equilibrado en el mundo. Faltan voces creíbles, líderes creíbles, que apoyan lo que proclaman, con el estilo de vidas y signifique y sirvan como ejemplos al enfrentar los problemas reales de este sufrido planeta Tierra. Se habla mucho, pero se dice muy poco que realmente valga la pena escuchar, y más aún, creer.

La raza humana, toda la Humanidad nos encontramos atrapados en un pantano moral y ético, y hasta "humano". Unos, por imponer y anteponer sus criterios interesados, por el poder que da la violencia y la fuerza ejercida sobre otros más desasistidos o débiles, quiénes a su vez, carecen de la ayuda y la fuerza necesaria para salir de un círculo, viciado también por la ambición de poder. Vivimos en tiempos difíciles, donde el blanco no es tal, sino "casi lo contrario", donde la "palabra" y una "promesa" no se toman de forma literal. Los jóvenes viven una época de privilegios, con muchas las facilidades a su alcance, pero los valores sólidos se han desdibujado, las líneas entre el "bien y el mal", ya no son tan definidas, y los adultos les estamos dejando como difícil legado y herencia: un mundo contaminado, en su hábitat, la naturaleza, pero también en los aspectos espiritual, morales y éticos. Son tiempos complejos también para la iglesia. Ser creyente, creer en Jesucristo, en la Biblia, y en un solo y único Dios, no es nada fácil, aunque se viva y disfruta de los derechos de una ley de libertad religiosa, amparados por una Constitución que declara la igualdad de todo ser humano, hace muy difícil. El Dr. Carl Ray escribió hace muchos años, después de la segunda guerra mundial, lo siguiente: "Yo tengo temor, todos los científicos que conozco tienen temor, están atemorizados por las vidas de la Humanidad, y están atemorizados también por la propia vida, suya y la de sus descendientes". Estimado amigo oyente, este es el verdadero cuadro de nuestros tiempos.

Los líderes y dirigentes religiosos de todo el mundo ofrecen sugerencias y propuestas, pero no tiene tampoco la receta mágica para hacer de este mundo un sitio mejor, más solidario, más justo, más equitativo, más generoso y amable. Algo notable es el florecimiento de nuevas y distintas creencias y prácticas que, por lo visto, están llenando un vació espiritual. A pesar de tanta superficialidad, en el llamado "primer mundo", hay un hambre de trascendencia, de querer y necesitar entender los tiempos que vivimos, y sobre todo, lo que viviremos en un futuro, ya sea próximo o muy lejano. La gente necesita esperanza y confianza, necesita creer en algo y en alguien, y cuanto más exótico, o extraño, mejor. A pesar de ese reconocido vacío espiritual, la iglesia, como institución, ha comenzado a perder en membresía. Podríamos citar varias fuentes, de escritos y conferencias ofrecidas por filósofos y pensadores actuales que opinan sobre la inseguridad interior del ser humano, de su búsqueda y necesidades espirituales y anímicas en un mundo materializado y carente de valores perdurables.

Por todo lo mencionado, sí se ha percibido un renovado interés en predicciones centenarias, hasta hay curiosidad por las profecías de la Biblia. Esto ha llevado a extrañas y absurdas interpretaciones de las Sagradas Escrituras. Hay personan que han comenzando a establecer hechos y fijar fechas, e interpretan el Apocalipsis como un evento que está ocurriendo en la actualidad, o que ha sucedido recientemente.

Amigo oyente, al comenzar este interesante libro, afirmamos que el libro de Apocalipsis no es un libro difícil. Es el libro mejor ordenado de la Biblia, no hay otro libro pues, tan estructurado como es el libro de Apocalipsis. Este libro se divide a sí mismo, en varias secciones. Juan, el apóstol y autor también del evangelio que lleva su nombre, manifiesta que a él se le ha indicado que debe escribir las cosas que ha visto, las cosas que son, y las cosas que serán; o sea, el pasado, el presente y el futuro de toda la civilización, de toda la humanidad, de todo ser humano. Veremos, más adelante que este libro se divide a sí mismo, como no lo hace ningún otro libro, en una serie de siete secciones.

Ahora, hay otro tema que deseamos aclarar, a modo de introducción. Cuando comencemos nuestro estudio de Apocalipsis, vamos a demostrar la validez de todo lo afirmado aquí. Hay aquellos que afirman que este libro es en su totalidad, completamente simbólico. Estimado amigo oyente, el libro de Apocalipsis tiene que ser aceptado de forma literal, pero si nos encontramos con una figura o mención simbólica, será claramente identificado como tal, como algo simbólico de la realidad. La realidad será mucho más "real" que los símbolos, por la sencilla razón de que Juan utilizó algún símbolo para describir una realidad.

Por lo tanto, no podemos ni debemos permitirnos entrar en el libro de Apocalipsis y tratar de sacar de él algunos de estos maravillosos cuadros que nos presenta Juan, el apóstol. El libro de Apocalipsis es profético, porque nos habla del futuro. Cuando lo que fue dado a Juan, era profético, todo el contenido de la profecía estaba proyectado hacia el futuro, aun comenzando con el Cristo glorioso resucitado. Juan pudo verle a Él, como Él es en el presente, pero esa visión, una vez dada a Juan, ya pertenecía al pasado de Juan, es decir, que tuvo que escribir y describir una visión que le fue dada un tiempo antes, no en el momento mismo de escribir lo visto. Pero, tenemos que comprender que Juan había recibido una visión del Señor Jesucristo, como Él es hoy, ahora. Así es que, la Iglesia de Jesucristo, nos es presentada en un cuadro de siete iglesias que en realidad existían, iglesias verdaderas. Todavía se pueden visitar los siete lugares, en d, y contemplar las ruinas de estas iglesias locales en el presente, y al hacerlo podemos apreciar cómo Juan estaba hablando a una situación local., aunque también estaba dando la historia de la iglesia.

Al comienzo del capítulo 4, la iglesia ya no se menciona más. En realidad, la iglesia ya no se menciona más en todo el libro de Apocalipsis. Ahora, alguien quizá nos diga: ¿quiere usted decir con eso, que ya deja de existir? Bueno, la iglesia y lo estudiaremos más en detalle, sale, se marcha de esta tierra y se traslada al cielo. ¿Qué es lo que le sucede a la Iglesia? Bueno, la Iglesia es la novia, y llega mediante ese traslado al Cielo, a la presencia de Dios, a ser la esposa de Cristo. Y estudiaremos el significado de este evento en detalle. Volveremos a ver a la iglesia, como esposa, en la última parte del libro de Apocalipsis. ¡Qué cuadro, estimado amigo oyente!

Comenzando con el capítulo 4, todo el texto bíblico se expresa como en el futuro. Así es que, cuando alguien trata de sacar del libro de Apocalipsis alguna visión, ya sea el hambre, o la guerra, o circunstancias tan dramáticas como estas simplemente no encajarán, no le dará ningún resultado. Por lo tanto, debemos permitirle a Juan, el autor, que nos diga las cosas tal cual son, tal cual él las vio. Y amigo oyente, necesitamos que la Biblia que nos hable de esa manera, clara, directa y sencillamente. Esa es la razón por la cual entramos a este libro con mucho temor y temblor.

Ahora, es interesante destacar que la profecía está siendo desarrollada en el presente tiempo. Las grandes doctrinas de la Iglesia han sido desarrolladas en ciertas épocas. Al principio, fue elaborada la doctrina de las Escrituras, de la Palabra de Dios. Luego, le siguió la doctrina de la persona de Cristo, o sea, la Cristología. Después, se le dio forma a la doctrina de la salvación. Y así podemos seguir, y ahora estamos viviendo en un tiempo cuando la profecía está siendo desarrollada, y es necesario poner mucho atención y cuidado a quien escuchamos, que voces oímos, para discernir con sabiduría, la verdad, entre muchas mentiras y conceptos erróneos.

Cuando un grupo de peregrinos ? inmigrantes, diríamos en la actualidad- salieron para América, el pastor en la ciudad de Leyden, Holanda, les recordó algo, que quisiéramos citar ahora, dijo: "El Señor tiene muchas verdades aún que revelar de Su Santa Palabra. Lutero y Calvino, grandes personajes de la Reforma, eran luces brillantes en sus épocas, aún así, no penetraron con su entendimiento la totalidad del consejo de Dios. Vosotros, que os marcháis a lugares desconocidos, estad listos para recibir cualquier verdad que sea dada a conocer a ustedes, por la Palabra escrita de Dios". Ahora, Dios no está revelando ninguna verdad nueva y diferente dándole a usted una visión, o un sueño, o una nueva religión. Dios hoy está revelando Sus verdades por medio de Su propia Palabra. Así es que, necesitamos tener mucho cuidado.

El siglo XX ha sido testigo, como hemos dicho ya anteriormente de un renovado interés en la escatología. Esa es la doctrina de "las cosas postreras", o dicho en el lenguaje común, es la doctrina de la profecía. Especialmente desde la primera guerra mundial, se dieron grandes pasos en el campo de la profecía bíblica, y en especial en las últimas dos décadas del siglo XX. En realidad, se le ha dado nueva vida a esta fase de las Escrituras. Toda esta atención ha alumbrado un estudio más profundo sobre el contenido del libro de Apocalipsis.

Aún en esta nueva serie de estudios sobre el Apocalipsis, en la cual pasaremos tres meses, vamos a tratar de evitar los escollos de lo novedoso. Del mismo modo, trataremos de no reiterar continuamente con expresiones ya muy conocidas. Hay muchas obras que tratan sobre el libro de Apocalipsis que son sencillamente una fotocopia de otras obras. Podremos tener más libros en nuestra biblioteca sobre el libro de Apocalipsis, pero la mayoría de ellos no son otra cosa sino una copia de algo que ya se había escrito anteriormente.

En nuestro próximo programa, si Dios lo permite, vamos a dedicar más tiempo a una ampliación de la introducción, y esperamos llegar hasta el umbral de este libro. Presentaremos las diferentes teorías de interpretación del Apocalipsis, de este último libro de la Biblia. Existen en realidad cuatro teorías diferentes de interpretación, cuatro maneras distintas de aproximarse y entender este libro, pero esto lo veremos en detalle cuando llegue el momento de presentar ese tema.

Identificamos otro posible peligro y como tal, debemos tratar de evitarlo; es el peligro de pensar que el libro de Apocalipsis puede ser presentado en un sencillo gráfico. Y, aunque personalmente tenemos, y usamos, un gráfico para una enseñanza en directo, es decir, alguna clase bíblica o Seminario, no lo vamos a usar en este estudio. Un gráfico por lo general es demasiado complicado, si uno coloca todo lo que debería figurar en él, y su comprensión estaría limitada a los más entendidos; por otra parte, si es tan breve, si es tan sencillo, para que todos puedan comprenderlo, entonces no se podrá incluir toda la necesaria información.

Ese siempre ha sido el peligro el que afrontamos. Tenemos varios gráficos que diferentes personas nos han enviado, hombres en los cuales tenemos mucha confianza. Uno de ellos es tan complicado que necesitamos otro gráfico para poder entender el gráfico mismo. Así es que, trataremos de indicar los diferentes períodos o las diferentes etapas, al avanzar en nuestro estudio de este interesante libro. Presentaremos un cuadro completo, porque la Biblia comienza no sólo con una vista global, sino con una vista universal. Dice, usted recordará: En el principio creó Dios los cielos y la tierra". (Gn. 1:1). Y el libro de Apocalipsis es otro libro que no es sólo un libro global, sino un libro universal. Demuestra lo que Dios va a hacer con Su universo y con Sus criaturas. No hay ningún libro que se le asemeje.

Y vamos a detenernos aquí por hoy. Continuaremos, Dios mediante, en nuestro próximo programa y esperamos poder contar con su fiel sintonía. Mientras tanto, le sugerimos leer el primer capítulo de Apocalipsis, para estar más familiarizado con el texto bíblico y así poder acompañarnos con más información y conocimiento, para mantenerse al tanto de lo que diremos cuando demos inicio al estudio de este maravilloso libro. Todavía nos encontramos en los preliminares, dada la gran importancia de este libro. Tan pronto hayamos completado la necesaria información previa para facilitar la comprensión de este texto y hayamos completado el enfoque apropiado sobre los temas que tenemos por delante, comenzaremos a considerar las verdades bíblicas que tanto valor tienen para nosotros y nuestra vasta audiencia.

Será, entonces, hasta nuestro próximo programa, amigo oyente, y es nuestra ferviente oración ¡que la presencia de Dios inunde su vida ahora y siempre!

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