Estudio bíblico de Salmos 44:4-45:17

Salmo 44:4-45:17

Regresamos hoy, amigo oyente, al Salmo 44. Y como indicamos en nuestro programa anterior, en este Salmo escuchamos a los israelitas ante la Gran Tribulación llamando a Dios para que los libre; de la misma manera que lo hicieron en Egipto en el pasado; y finaliza con un clamor de redención y liberación que nos introducirán más adelante al Salmo 45, uno de los grandes Salmos Mesiánicos, y uno de los puntos culminantes de la Palabra de Dios. Vamos a continuar entonces con la consideración del Salmo 44.

Recordemos que el juez Gedeón hizo referencia a esos eventos históricos, en Jueces 6:13. Él le dijo al Ángel del Señor: Ah, señor mío, si el Señor está con nosotros, ¿por qué nos ha sobrevenido todo esto? ¿Dónde están todas esas maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: "No nos sacó el Señor de Egipto?". Y en aquel día futuro de aflicción, justamente cuando Dios esté a punto de liberarles nuevamente, los israelitas se referirán a la ayuda de Dios en el pasado. Y Dios, que intervino en el pasado, lo hará otra vez. Y el versículo 4 dice:

"Tú, Dios, eres mi rey; ¡manda salvación a Jacob!"

Cuando aquí mencionó a Jacob, se estaba refiriendo a él como persona, porque Jacob se convirtió en la nación de Israel. Cuando el salmista clamó Tú, Dios, eres mi rey estaba hablando sobre el Rey de Israel. Nuestro Señor Jesús es el Rey de ese pueblo y vendrá a liberar a Su pueblo de sus sufrimientos. Y hay aquí una aplicación para nosotros.

Veamos pues, los versículos 5 y 6 de este Salmo 44:

"Por medio de ti sacudiremos a nuestros enemigos; en tu nombre hollaremos a nuestros adversarios, porque no confiaré en mi arco ni mi espada me salvará"

En aquel día, el remanente fiel a Dios estará pidiendo venganza; ellos se encontrarán como viviendo bajo la ley, y tendrán el derecho de hacerlo. Nosotros en el día de hoy debemos orar por aquellos que nos usan engañosamente, o nos manipulan. En realidad, a nosotros incluso se nos ha indicado que debemos amar a nuestros enemigos. Se trata de una actitud bastante difícil de adoptar, pero lo que podemos hacer es entregarlos a ellos al Señor, y no solo para su salvación sino para que el Señor se ocupe de ellos. No debemos tomar la venganza en nuestras propias manos. Él nos ha dicho, en Romanos 12:19: Mía es la venganza, yo pagaré. Y nos referimos no solo a aquellos que nos han ofendido personalmente y acerca de los cuales tenemos motivos para quejarnos, sino también a los que están intentando estorbar la difusión de la Palabra de Dios. Cuando estamos ante situaciones semejantes, tenemos que pedir la intervención de Dios, antes que tomar el asunto en nuestras manos.

El contexto profético de este pasaje nos presenta a los israelitas pasando por graves problemas. El enemigo está furioso contra ellos y la persecución será promovida por ese pequeño cuerno mencionado por Daniel en 7:25, que se refiere a una persona que estará acosando e intentando exterminar a los israelitas fieles a Dios. El Anticristo luchará contra ellos y los vencerá. Ellos se negarán a recibir la marca o señal de la bestia y muchos se enfrentarán con el martirio. En su angustia clamarán a Dios en los momentos más oscuros de la historia de este mundo. Y escuchemos lo que dice el versículo 22, del Salmo 44:

"Pero por causa de ti nos matan cada día; somos contados como ovejas para el matadero".

Este no es el cuadro actual de la Iglesia, ¿no le parece? Es cierto que en la actualidad hay muchísimos cristianos sufriendo por causa de Cristo en algunos países. Desde una perspectiva mundial, en general, la iglesia no está sufriendo persecución. Sin embargo, en el futuro aquella parte de Israel que hemos llamado el remanente fiel a Dios será perseguida. Y es ese remanente el que está hablando en este pasaje. Ahora, el versículo 23, dice:

"¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? ¡Despierta! No te alejes para siempre".

Tenemos aquí un clamor para que Dios se despierte, por así decirlo. Bueno, Dios no está dormido oyente, y será la desesperación la que hará que esos creyentes clamen al Señor de esa manera. En la época de los Macabeos ? período entre el Antiguo y el Nuevo Testamento ? los enemigos de Israel se colocaron en un primer plano frente a esta nación. En lo que se refiere al pasado, fue la época en que Israel sufrió más que en cualquier otra época de su historia; pero aquella experiencia no será nada en comparación con el sufrimiento que tendrán que soportar durante la gran tribulación.

Durante el período de los Macabeos había un grupo de sacerdotes que se llamaban "los despertadores", y ellos eran quienes clamaban a Dios y elevaban este clamor: Despierta; ¿por qué duermes, Señor? Y en aquel día pensaban que Dios estaba descansando. Pero Juan Hyrcano, uno de los Macabeos principales, un sumo sacerdote, puso fin a esta práctica. Le preguntó a la gente: ¿Acaso la Deidad duerme? ¿No dice la Escritura Por cierto, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel?" No necesita usted pedirle a Dios que se despierte, incluso cuando haya momentos en los que se sentiría inclinado a hacerlo. En aquel día futuro, al remanente fiel a Dios le parecerá que El está dormido y le dirá: ¡Despierta! ¿Por qué duermes, Señor? Pero cuando ese día llegue, Dios no estará descansando. Estará preparado para entrar en acción. No desechará a Su pueblo para siempre.

Leamos ahora, los versículos 24 al 26, de este Salmo 44:

"¿Por qué escondes tu rostro, y te olvidas de nuestra aflicción y de la opresión nuestra? Porque nuestra alma está agobiada hasta el polvo y nuestro cuerpo está postrado hasta la tierra, ¡levántate para ayudarnos y redímenos por causa de tu misericordia!"

Desde el momento más oscuro de la historia del mundo nos llega un clamor del remanente fiel a Dios para que El les libere por Su compasión y misericordia. Esta es una súplica por ayuda y justicia.

Y ahora llegamos al

Salmo 45

Que nos presenta la venida de Cristo para establecer su reino en la tierra. Este es un Salmo Mesiánico y en tal carácter fue citado en la Epístola a los Hebreos. Es otro Salmo Maschil, es decir, un salmo para instruir, escrito por los hijos de Coré, y también es un Salmo para el músico principal sobre la melodía de Los Lirios. Este es un cuadro de Cristo como el Mesías, Él es el Lirio de los Valles, así como también la Rosa de Sarón. Al traducir esto el Tárgum, que es una traducción aramea parafraseada del Antiguo Testamento, añade: "Tu hermosura, Oh Rey Mesías, es mayor que la de los hijos de los hombres".

Así es que este bello salmo habla de la segunda venida de Cristo. El salmo cambia el estilo de los Salmos del clamor del pueblo en la angustia de la tribulación, al triunfo glorioso del Mesías que vendrá, como está descrito en Apocalipsis 19. Nuestro Señor Jesucristo también habló de ello (Mateo 24:29-30, y ésta es la esperanza del mundo. Leamos el versículo 1 de este salmo 45.

"Rebosa mi corazón palabra buena; dirijo al rey mi canto; mi lengua es pluma de escribiente muy diestro".

Aquí vemos que el salmista sintió que tenía que expresar algo y deseaba decirlo, porque su lengua se movía más rápido que su pluma. Y esto es cierto de muchos de nosotros. Quizás usted le habrá sucedido que se sintió emocionado sobre algún tema e intentó escribirlo en una carta a un amigo; pero cuando después lo leyó se dio cuenta de que era inadecuado y deseó expresarlo con sus palabras en vez de hacerlo por escrito. Y como el salmista no tuvo otra forma de expresar lo que sentía, lo hizo por escrito y, como resultado, surgió este salmo que tenemos ante nosotros. Leamos ahora el versículo 2, de este Salmo 45, que inicia una meditación sobre

El Mesías, su persona y poder

"Eres el más hermoso de los hijos de los hombres; la gracia se ha derramado en tus labios; por tanto, Dios te ha bendecido para siempre".

Este es un hermoso salmo que se ocupa de la persona de Cristo. Pablo debió pensar lo mismo al escribir lo siguiente en 2 Corintios 3:18: 18Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor. Realmente, necesitamos contemplarle más. Leamos el versículo 3:

"Ciñe tu espada sobre el muslo, valiente, con tu gloria y majestad".

En este salmo le estamos viendo, no como Salvador sino como Rey en Su segunda venida. Israel esperó que el Mesías viniera con una espada en la mano. La primera vez que El vino a la tierra llegó sin espada. Recordemos que cuando fue detenido, uno de Sus discípulos sacó su espada y le cortó la oreja al siervo del sumo sacerdote. Entonces Jesús le dijo, según Mateo 26:52, Vuelve tu espada a su lugar, porque todos los que tomen espada, a espada perecerán. En nuestro tiempo ellos están esperando a un Mesías que traiga paz sin espada, es decir, sin armas, pero el Salmo 2:9 dice del Señor: Los quebrantarás con vara de hierro; como vasija de alfarero los desmenuzarás. Ese salmo 2 nos habla del Mesías viniendo a la tierra por segunda vez. En realidad, se le citó varias veces en el Apocalipsis, en relación con Su segunda venida. Cuando El regrese, va a encontrar al mundo en rebelión. El Anticristo estará en el poder. Estará persiguiendo al pueblo de Dios, tanto al remanente de Israel fiel a Dios como a un gran número de no judíos que se vuelvan a Dios.

La frase La gracia se ha derramado en tus labios recibió un énfasis, pero también habrá juicio y condenación. Tenemos que ser realistas y no idealistas. El Mesías tendrá que venir con poder contra un mundo que se encuentra en rebelión contra El. Leamos ahora el versículo 4:

"En tu gloria sé prosperado; cabalga sobre palabra de verdad, de humildad y de justicia. Tu diestra te enseñará cosas que asombran"

Observemos que se presentó al Señor cabalgando hacia la victoria y aquí tenemos los tres puntos básicos de su plataforma: verdad, humildad y justicia. ¿Conoce usted a algún candidato que use estos tres lemas en su plataforma? ¿Cuál es el motivo que les impulsa y con qué actitud? ¿La verdad, la humildad, la justicia? ¿O más bien el resultar elegidos? En cuanto al Señor, estas son las bases fundamentales de Su reino. ¿Ha llegado alguien en este mundo al poder llevando a la práctica estos tres principios? Este Rey los cumplirá. El carácter de Cristo refleja la verdad; Sus palabras son verdad. Sin embargo los hombres le llamaron mentiroso. Pero los mentirosos fueron ellos y no Cristo. Notemos esto, Él está cabalgando hacia la victoria, y aquí tenemos Su plataforma: verdad, humildad, justicia. Aquí tenemos los principios que forman Su plataforma. ¿Conoce usted a algún candidato a ocupar un cargo político en la actualidad, que esté utilizando estos tres principios en su plataforma? Pero, después de todo, los candidatos son un reflejo de la sociedad de la cual provienen. Y deberíamos preguntarnos si vemos estos principios operando en los diferentes niveles o sectores de la sociedad; en el ámbito político, en el comercial y en los medios de difusión. Pero el Señor llegará al poder con estos fundamentos de verdad, humildad y justicia. Alguien ha dicho: "si quieres sorprender y asombrar a todo el mundo, di la verdad". En esa forma gobernará el Señor y verdaderamente, llamará la atención. Y dice el versículo 5:

"Tus saetas agudas, con que caerán pueblos debajo de ti, penetrarán en el corazón de los enemigos del rey".

Estos versículos presentan entonces un retrato del Rey llegando a la tierra.

Leamos ahora el versículo 6, que encabeza una sección que habla de

El Mesías, su gobierno y su gloria

"Tu trono, Dios, es eterno y para siempre; cetro de justicia es el cetro de tu reino".

Este sería el día de la coronación y es la clave de este salmo. El gobernará con justicia. ¡Y cómo necesita el mundo gobernantes justos! Con respecto a Su venida a la tierra, el Señor Jesús mismo dijo en Mateo 25:31, 31»Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Hasta ese momento no habrá paz en la tierra. Y esa es precisamente la necesidad del mundo. Porque las naciones hacen la historia pero tienen su inevitable declive y entran en períodos de decadencia. En cambio, el gobierno de Dios es eterno. Y dice el versículo 7:

"Has amado la justicia y aborrecido la maldad; por tanto, te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros".

Él es el Ungido, corresponde al término Mesías y Cristo es el equivalente griego. No es un nombre, sino un título oficial. La primera vez que vino, llegó como un Profeta, como un mensajero con un mensaje de Dios; y esto nos habla del pasado. En nuestro tiempo, El es nuestro gran Sumo Sacerdote a la derecha de Dios; ese es Su ministerio actual. Pero en Su segunda venida llegará como Rey, como el Mesías. Y esto nos traslada al futuro.

Observemos la frase te ungió Dios con óleo de alegría. No es adecuado considerarle como un "varón de dolores". Cuando El estuvo aquí, fue la persona más alegre de esta tierra.

Que este es un salmo mesiánico que se refiere al Señor Jesucristo, por la cita de estos dos versículos en la epístola a los Hebreos 1:8-9; 8Pero del Hijo dice: «Tu trono, Dios, por los siglos de los siglos. Cetro de equidad es el cetro de tu Reino. 9 Has amado la justicia y odiado la maldad, por lo cual te ungió Dios, el Dios tuyo, con óleo de alegría más que a tus compañeros». El crítico que intenta aplicar este salmo a Salomón o algún rey desconocido, falla al no observar que El es calificado como Dios. Habría sido inconcebible que Salomón o cualquier otro rey fuera considerado como Dios. Todo el capítulo 1 de Hebreos, presenta al Señor en Su exaltación, siendo la imagen expresa de Dios, muy superior a los ángeles y sentado a la derecha de Dios. Continuemos leyendo el versículo 8:

"Mirra, áloe y canela exhalan todos tus vestidos; desde palacios de marfil te recrean".

Él vino a esta tierra para que nuestra alegría fuera completa. El escritor a los Hebreos nos dijo en el capítulo 12, versículo 2, que por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz. Y nosotros como creyentes, necesitamos disfrutar de esa alegría. La tribu de Judá, que quiere decir "alabanza" encabezó la marcha de los israelitas por el desierto. Sin embargo ellos se quejaron varias veces, cuando debían haber estado alabando a Dios. Y eso es lo que los cristianos deberían estar haciendo hoy, en vez de quejarse con tanta frecuencia. Continuando ahora en este Salmo 45, leamos el versículo 9, en el que tenemos una escena en la corte:

"Hijas de reyes están entre tus ilustres; está la reina a tu diestra con oro de Ofir".

La Iglesia no fue mencionada por nombre en el Antiguo Testamento, pero la vemos en tipos o en figuras retóricas. Siempre la vemos en símbolo o figura. Pensamos que la mayoría de las esposas o novias del Antiguo Testamento, son figuras de Cristo y Su esposa, que es la iglesia. Tenemos algunos ejemplos en Eva, Rebeca y Rut. ¿Y quién es la reina en este versículo? Creemos que aquí tenemos una figura de la Iglesia, aunque no esté identificada específicamente. Y Cristo elevará a la Iglesia al trono. Y dice el versículo siguiente, el versículo 10:

"¡Oye, hija, mira e inclina tu oído! olvida tu pueblo y la casa de tu padre"

Bien, nosotros debemos dejar el sistema de valores del mundo, así que no tenemos que aceptar sus principios; hemos sido salvados de este mundo. Nosotros debemos asirnos de Él, aferrarnos a Él. Ahora, el versículo 11, dice:

"y deseará el rey tu hermosura. Inclínate delante de él, porque él es tu señor".

La iglesia ha de ser embellecida. Todo pecado será removido. ¡Qué perspectiva extraordinaria! Y luego, llegamos al último versículo de este Salmo, el versículo 17:

"Haré perpetua la memoria de tu nombre en todas las generaciones, por lo cual te alabarán los pueblos eternamente y para siempre".

Este versículo habla sobre el reino milenario, que continuará por la eternidad luego después de que el Señor haya hecho algunos ajustes, que incluyen la liberación de Satanás por un tiempo, y luego será echado en el lago de fuego y azufre.

Este es pues un salmo extraordinario, que cuando colocamos en su debida perspectiva tiene para nosotros hoy un gran significado. Por otra parte, el Salvador y Señor desea reinar hoy en los corazones, conquistándolos con el amor que demostró al entregarse en la cruz llevando nuestros pecados. Estimado oyente, El Señor Jesucristo espera de usted ese paso de fe, es decir, que usted le acepte como la máxima demostración de la gracia de Dios hacia usted, y como el único camino para establecer una relación con El.

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