Estudios bíblicos por series

Serie:  Probados y transformados

El naufragio de Pablo (Hechos 27:1-44)

Tanto los creyentes como los no creyentes atravesamos tormentas y problemas en la vida. La diferencia está en que los creyentes tenemos a Dios a nuestro lado cuidándonos y cumpliendo su plan soberano en nosotros.

David y Jonatán (1 Samuel 23:1-29)

La relación de David y Jonatán nos habla de amistad y lealtad en medio de hombres oportunistas y traidores. Seguramente todos nosotros tenemos buenos recuerdos de amigos fieles que han estado a nuestro lado en momentos difíciles, aunque quizá también hemos pasado por amargas experiencias de abandono y olvido de otros...

Pedro y el discapacitado (Hechos 3:1-26)

¡Qué fácil es dejar de ver al individuo especialmente cuando de alguna manera su problema nos afecta! Para muchos, el mendigo a la puerta del templo era una molestia, un borrón de tinta en la hoja blanca de papel. Pero ese hombre que contrastaba por su condición tan desgraciada con la hermosura de aquel lugar, iba a ser utilizado por el Señor como un testimonio vivo del poder de su resurrección.

Acab y la viña de Nabot (1 Reyes 21:1-29)

La historia está llena de reyes, presidentes, dictadores y otros poderosos que han despojado a personas pobres e indefensas de sus derechos y propiedades. En el relato de Acab y Nabot encontramos uno de esos casos, y vemos lo que Dios hizo al respecto...

Pedro y Herodes (Hechos 12:1-25)

¡Qué difícil es tener paz en medio de las dificultades! Pedro explicó cómo conseguirlo: "echando toda vuestra ansiedad sobre el Señor, porque él tiene cuidado de vosotros". Sus palabras tienen un valor especial porque fueron puestas a prueba en situaciones muy difíciles, como la que encontramos en este pasaje...

El naufragio de Pablo en Malta (Hechos 28:1-10)

A veces sentimos que los problemas vienen uno detrás otro. Pablo fue arrestado injustamente, luego sufrió un naufragio, le mordió una serpiente venenosa y pasó dos años en una cárcel... y todo por servir a Dios con fidelidad. Sin duda él sentiría que Satanás estaba intentando impedir que llevara a cabo la obra que el Señor le había encomendado...

Pedro boga mar adentro (Lucas 5:1-11)

Vivimos en un tiempo de mucha superficialidad: en las conversaciones, las lecturas, incluso en la predicación de la Palabra. Aquí vemos que el Señor mandó a Pedro que bogara mar adentro, hacia lo profundo. Es cierto que hay que hacer cierto esfuerzo para llegar allí, y también es un lugar menos seguro que quedarnos en la orilla, pero es allí donde se encuentran las grandes bendiciones...

Pablo es apedreado en Listra (Hechos 14:8-23)

¡Cuánto nos cuesta volver al lugar donde hemos sido rechazados! Pablo regresó a Listra, donde había sido apedreado, y lo hizo para volver a predicarles el evangelio. No hay duda de que los amaba de verdad. Más tarde, como fruto de esa labor, surgió Timoteo, quien llegó a ser un destacado hombre de Dios.