El Evangelio de Jesucristo, el Hijo de Dios, son las buenas noticias de Dios para el hombre. Fuera de Jesucristo no hay "buenas noticias" para la humanidad.
En esta segunda parte de la introducción al evangelio de Marcos vamos a estar contestando a tres preguntas fundamentales para todos los hombres: ¿Quién es Jesús? ¿Por qué vino a este mundo? ¿Qué exige Jesús de los que quieren seguirlo?
Estudiar los evangelios siempre es una experiencia apasionante porque nos permite conocer de primera mano a la Persona más gloriosa que ha vivido en este mundo: el Señor Jesucristo. En este primer estudio del evangelio de Marcos haremos una introducción para saber quién era su autor y cómo llegó a conocer la historia que ha dejado documentada en su evangelio.
Es verdad que el profeta Zacarías es un libro difícil de leer, en el que encontramos muchas visiones y profecías que no siempre es fácil interpretar. Aún así, Zacarías es un testimonio maravilloso de la fidelidad de Dios para con su pueblo. En este estudio consideraremos algunos detalles sobre su autor, los destinatarios y el propósito de esta obra.
La Biblia nos habla de un futuro glorioso de Israel cuando regrese el Señor Jesucristo en gloria, y los judíos, que hoy en día no creen en él, se conviertan de corazón. Muchos profetas hablaron cerca de esta restauración futura de Israel, uno de ellos fue Amós. De esta manera concluye su profecía.
El fin se acerca, y del mismo modo que la fruta madura es arrancada y echada en el canastillo, Dios se dispone a traer su juicio sobre este mundo pecador.
En este pasaje vemos algunos de los beneficios que el Señor Jesucristo consiguió en su primera venida para aquellos que creen en él. Y a continuación declarara solemnemente que él va a volver muy pronto una segunda vez para sentarse en su trono de gloria y gobernar este mundo. Su Segunda Venida se nos presenta aquí como una escena de divina majestuosidad, regresando triunfante a la tierra con poder y gran gloria. ¡Qué día más maravilloso será cuando Cristo venga! Los creyentes se gozarán intensamente. Pero los incrédulos deben saber que será también un día de juicio para cuantos le han rechazado.
Judas es un triste ejemplo de un hombre que siendo apóstol del Señor Jesucristo y disfrutando de una comunión íntima con él, lo dejó todo por amor al dinero. ¡Qué terrible es el amor al dinero!
Como muestra de agradecimiento por la resurrección de Lázaro, organizaron una cena en honor del Señor Jesucristo. María, una de las hermanas, aprovechó la ocasión para ungir los pies de Jesús con un costoso perfume y mostrarle así su amor y devoción. Esta noble acción ha quedado recogida en las Escrituras como un ejemplo de adoración para todos nosotros.